Until Death Do Us Apart |Daryl Dixon|

Capítulo 18

Llegamos a Alexandría, todo el mundo está expectante ante las noticias que traemos. Rick reúne a los alexandrinos en la iglesia de la comunidad, allí les explica que hemos hecho un trato con los de la colonia de Jesus, Hilltop, que consiste en ir al campamento de un grupo que se hace llamar los Salvadores y cargárnoslos a todos para evitar que les ataquen a ellos, o a nosotros. Al parecer Morgan está en contra, con todo ese rollo pacifista que se trae no me extraña, pero Rick y el resto decidimos que lo mejor será ir, los que no vengan que lo acepten.

Salgo de la iglesia y me dirijo a casa junto a Aaron, que ha defendido a Grimes cuando Morgan se ha levantado para protestar contra su decisión.

-Has hecho lo mejor.-le aseguro.

-Lo sé, no volveré a dejar que este sitio esté en peligro.

De pronto, un crío aparece frente a nosotros y le dedico una sonrisa.

-¡Hola, Ben!

-Hola, el tío Jesus me ha dicho que saliera a jugar mientras él hablaba con otras personas. ¿Es tu amigo?-pregunta señalando a Aaron, que me mira sin entender nada.

-Sí, Ben, te presento a Aaron, uno de mis amigos aquí. Aaron, este es Ben, viene de Hilltop con Jesus, estaba deseando conoceros.

-April me dijo que aquí tenía muchos amigos, yo soy su mejor amigo.

-Oh, pues encantado de conocerte, Ben.-contesta Aaron estrechando su mano.

-¿Está por aquí la perrita?-pregunta el niño emocionado.

-Está en casa, pero ahora tenemos que sacarla a dar un paseo, si quieres te puedes venir.

-¡Sí!

-Vivimos en esa casa de ahí, ve corriendo y espéranos en el porche si quieres.

-Vale.-dice Ben echándose a correr, lentamente Aaron y yo le seguimos.

-¿Por qué está aquí?-pregunta mi amigo.

-Sus padres han muerto, Jesus es la única "familia" que le queda y tenía que venir aquí, no podía dejarle solo en Hilltop.

-¿Cómo viste el ambiente por allí?

-Tienen muchas cosas, suficientes para comerciar con ellos durante un tiempo, sin embargo sigo sin estar segura del todo de lo de matar a los Salvadores.

-¿No pensarás igual que Morgan?

-No, quiero matarles pero... Es que yo...

-Nunca has matado a una persona viva.

-Exacto. Si todos fuesen caminantes sería distinto, sé que hay que hacerlo pero... Es que no estoy preparada.

-No te preocupes, no tienes que ir, con los que vamos es suficiente, tú puedes quedarte aquí cuidando del crío, Jesus va a estar con nosotros.

-¿Seguro?

-Sí, Eric también estará más aliviado sabiendo que te quedas con él.

-De acuerdo.

Llegamos a la puerta de casa y abrimos, tan rápido como lo hacemos Babieca sale disparada a por mí.

-¡Hola, chica! Yo también te he echado de menos.

-¡Es preciosa!-dice Ben entusiasmado.

En cuanto le escucha, Babi se gira y le mira atenta, sabe que es un extraño. Se acerca y le olfatea, haciendo que el niño ría por las cosquillas que le produce el hocico de la perrita. Rápidamente le empieza a acariciar y ella se deja, cerrando los ojos agradecida.