Capítulo 34

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Abro los ojos lentamente, mientras me estiro con ganas. Observo a mi novio aun dormido junto a mí, ¿es un sueño?

¿Realmente está aquí conmigo? ¿Estamos los dos desnudos y vivos? ¿Y a salvo? ¿Y juntos?

Le beso la frente para comprobarlo, no, no estoy soñando, suspiro aliviada. Me levanto y me visto con la ropa que hay tirada por el suelo, por un momento creo ver el chaleco de alas de Daryl tirado en el suelo, entonces recuerdo la primera vez que me la puse para bromear y él acabó obligándome a llevarla puesta. Después de ese día la llevé puesta casi siempre, y así se convirtió en mi prenda favorita, tenía una parte de él en mí.

Al comprobar que mi visión es imaginaria, pienso en que seguramente se la quitarían cuando le llevaron al Santuario. Llevo parte de la noche pensando en eso, en las cosas y personas que he dejado en el Santuario, y no puedo evitar sentirme mal, yo he recuperado casi toda mi vida, pero esa gente sigue siendo esclava de Negan. ¿Qué pasará si no ganamos la guerra? Porque sí, también he pensado en eso. ¿Qué hará Negan con aquellas personas que sabe que nos importan? Nathan, Grace, y ahora Eugene, son las tres personas más importantes para mí que tiene atrapadas, pero también están Sherry y el resto de mujeres de Negan, el doctor Carson, Mark... Todos los que están allí son importantes, en realidad, y no sé si puedo salvarles.

Termino de vestirme y salgo a la calle, me alegra ver el ambiente del Reino, la gente está activa desde muy temprano y se nota, hay personas cultivando, otras que están tendiendo la ropa, gente paseando... Decido unirme a un grupo que está corriendo, pues veo a Benjamin entre ellos.

-Buenos días.-digo sorprendiéndole mientras me sitúo a su lado.

-Buenos días,-responde con una sonrisa.-¿te gusta correr?

-Llevo dos años huyendo de muertos vivientes, es una costumbre.-contesto haciéndole reir.

-Veo que tu ojo ya está mejor.

La verdad es que ni siquiera me he molestado en mirarme en un espejo para ver la pinta que tenía, aun así asiento.

-¿Crees que Ezequiel querrá luchar?-pregunto entonces, Benjamin me mira en silencio.

-No lo sé,-confiesa.-es un hombre justo, y sé que lo haría si estuviese él solo, pero teniendo a todo un pueblo a su cargo... No lo sé.

-Podrías hablar con él, seguro que a ti te escucha.

-Hablé con él anoche, justo después de estar contigo, parecía que quería luchar, pero de Ezequiel puedes esperarte cualquier cosa.

Miro al suelo durante un instante, reflexionando, si el Reino no nos ayuda en la guerra, no seremos suficientes.

-¿Tú quieres luchar, Benjamin?

Él me coge la mano y hace que nos paremos, alejándonos del resto del grupo.

-Tengo un hermano aquí dentro, lo único que quiero es que él esté bien, y si tengo que luchar para conseguirlo, lo haré. Además, mírate, tú no tienes miedo de ir a una guerra, quieres ayudar a los tuyos y a nosotros, creo que eso merece que formemos parte de ello.

Sonrío, él no nos conoce, pero nos quiere ayudar, y eso es genial.

-Vamos a tener que entrenar mucho para ganar, te hecho una carrera.

-De acuerdo, ¿preparada?

Asiento, pero antes de que Benjamin dé la salida yo ya he salido disparada, aun así, él me alcanza en pocos segundos, corremos juntos durante varios minutos, hasta que vemos salir a mi grupo del edificio en el que hemos dormido esta noche.

Until Death Do Us Apart |Daryl Dixon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora