-Mi cabeza...
Abro los ojos lentamente, el sol de la mañana choca contra mi cara y me molesta. Me incorporo y me quedo sentada apoyando la espalda en el muro, escucho los gruñidos de los herrantes, veo a Spencer de pie frente a mí y a su lado una botella de cristal. No... No me digas que lo de anoche no fue un sueño.
-Buenos días.-dice el chico.-¿Cómo te encuentras?
No sé por dónde empezar, si todo lo que recuerdo de ayer fue verdad básicamente tengo ganas de pegarme un tiro.
-¿Exactamente qué paso anoche? Sé totalmente sincero, por favor.-decido contestar, será más fácil no andarse con rodeos.
-Bueno, destacando lo importante viniste borracha hasta aquí, me contaste que no sabías si te gustaba Daryl o si estabas enamorada de él y acabaste besándome un par de veces intentando convencerte a ti misma de que era el amor de tu vida.
-Joder...
-Eh, no pasa nada, sé que no eras tú del todo.
Lo dice con una sonrisa mientras se sienta a mi lado, yo me llevo las manos a la cabeza, que me duele más con cada palabra que escucho. ¿Por qué me acuerdo de todo? ¿Por qué no puedo vvir en la ignorancia?
-Sí que era yo, Spencer, me acuerdo de casi todo y lo siento, no tenía que haberte besado ni haberte contado mis problemas lloriqueando.
-Oye...-dice sujetando mi barbilla con su dedo índice.-Puestos a ser sinceros te diré que si anoche no hubiésemos conocido aun a los nuevos yo también te hubiese besado y hubiese pensado que eres el amor de mi vida.
Entrecierro los ojos al escucharle.
-No te entiendo.
-Lo que quiero decir es que con su llegada ambos hemos conocido a nuevas personas que han... cambiado nuestras vidas. Sé que ayer te dije que algún día encontrarías a la persona que quiera pasar el resto de tu vida con ella, pero creo que ya la has encontrado.
-¿Daryl?
-Solo tuve que ver cómo os mirabais el día que salisteis Aaron, él y tú. Quizás aun no estéis enamorados, pero es evidente que sentís algo el uno por el otro.
Suspiro resignada, al fin y al cabo yo también lo pensé anoche, me acuerdo, pero jamás creí que las personas a mi alrededor lo tuvieran tan claro.
-¿No crees que es un poco difícil? Ya sabes, él es muy mayor y yo...
-Lo que creo es que en este mundo de mierda si alguien te hace feliz no debes dejarle escapar.
-¿Y si yo no le hago feliz a él?
-En otros casos puede que fuese así, pero te aseguro que en este no.
-No estoy segura...
-Pues inténtalo, no tienes nada que perder. Cuando regrese ve a por él y dile lo que sientes, si él también se siente así eso que ganas, si no simplemente pasa página.
-Parece fácil.
-Lo es, solo tienes que estar segura de ti misma.
Tiene razón, no tengo nada que perder, solo hay que intentarlo. Le agradezco el consejo y le pregunto si él también ha encontrado a la persona en el nuevo grupo, pero prefiere no contestar. Bajamos del puesto para que un alexandrino nos releve y nos despedimos.
-A pesar de lo de anoche, seguimos siendo amigos, ¿verdad?
-Mejores amigos.
Sonríe y me rodea con sus brazos, yo solo puedo posar mi cabeza en su hombro, echaba de menos nuestros abrazos. Spencer se marcha por su camino y yo por el que me lleva a casa, mientras voy caminando veo a una chica de pelo moreno con una gorra que está enseñando a varios alexandrinos a usar el machete. Desvío mis pasos hacia su clase apostando a que se trata de Rosita, la chica de la que Ron me habló. Cuando me ve parada frente a ella ordena a sus alumnos que practiquen y se acerca a mí.
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Until Death Do Us Apart |Daryl Dixon|
FanfictionApril lleva más de un año en Alexandría. Sin pistas de dónde puede estar su familia, sin garantía de una larga vida, pero al menos sin estar rodeada de los herrantes. Su oportunidad de oro llega cuando un grupo nuevo aparece en la comunidad. Uno de...