Princesa || h.s

•10-Especial navidad.•

Maratón 1/?

Había llegado el sábado y estaba muy nerviosa. Ese día conocería a las hijas de Javier y Margot y a dos de sus nietos. Intentaba pensar en que ellos creerían el hecho de que venía de intercambio, pero estaba muy asustada de que eso no pasara.

Margot me despertó y me dijo que Javier había ido a buscar a Emilse y a su novio Mattew, que habían llegado hacía muy poco tiempo y que llegarían en cualquier momento.

Me levanté velozmente y me cambié. Bajé rápido las escaleras y Margot había preparado un súper desayuno en la mesa.

Su cara de alegría era indescriptible, Margot estaba tan contenta que yo no podía borrarme la sonrisa de la cara.

-¿Cuándo llegarán? -pregunté ayudándola a poner la mesa.

-En cualquier momento.

Ella también estaba nerviosa y se notaba.

Nos sentamos en la mesa esperado a que Javier llegara. Hasta pasado quince minutos se escuchó un auto estacionarse en la entrada. Margot gritó de felicidad y se dirigió a la sala para abrir la puerta. Yo me quedé en la cocina. Estaba asustada y no sabía por qué.

-¡Hija!

Escuché como gritaba Margot.

-¡Mamá!

Miré por la puerta un poco y vi como se abrazaban. Entró luego Mattew con unas valijas y detrás venía Javier con otras maletas. Volví a meterme dentro de la cocina.

-¡Mattew, querido!

-¡Margot! Tanto tiempo...

La voz de Mattew era tan tranquila.

-Tanto tiempo que no los veía. Que grande que estás, Emilse...

-Madre -Escuché unas risas que se acercaban cada vez más a la cocina-. Siempre me di... ¿Quién eres?

Sus ojos se posaron rápidamente en mi y yo no pude evitar sonrojarme.

-Hola... -Sonreí tímidamente-. Soy Ariane.

Emilse tenía una cara de confusión. Margot entró a la cocina.

-Emilse, ella es Ariane -dijo Margot con una sonrisa-. Ariane, él es Mattew.

Y por la puerta entró el rubio.

-Mucho gusto.

-Igualmente. -Mattew me sonreía y pude notar como Emilse le pegaba un codazo-. ¿Por qué hiciste eso?

Emilse puso los ojos en blanco.

-¿Quién es? -le preguntó la rubia a su madre.

-Es Ariane, vino te intercambio.

Emilse se cruzó de brazos.

-¿De intercambio con quién? ¿Acaso adoptaste a alguien y la intercambiaste? -Abrí mis ojos-. No entiendo, madre.

-Yo tampoco entiendo a dónde quieres llegar.

Margot parecía tranquila, pero sabía que en su mente se estaba insultando por no haber pensado en eso. Su plan tenía una falla. ¡Era obvio!

-Déjalo ahí.

Emilse volvió a mirarme, le agarró la mano a Mattew y se lo llevó de la cocina.

-Margot...

-No digas nada, Ariane -dijo tocándose la frente.

-¡Mamá!

La voz de Emilse se escuchó desde el piso de arriba.