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—¿Cómo estás, cupido?

Louis apareció detrás mío.

—¿Cupido?

Me di la vuelta mientras cerraba mi casillero

—Bueno, Jhonson me dijo que fuiste a la cita de Harry y Emma.

Me sonrió y mis mejillas tomaron color. 

—Ah sí...

Los ojos azules del castaño se posaron en los míos mientras se acercaba cada vez más a mi. Mi espalda chocó contra los casilleros.

—¿Y cómo te fue?

—Bi... bien —respondí nerviosa ante sus ojos—. Supongo.

—Mañana hay una fiesta y quería invitarte.

Apoyó su mano en el metal, por encima de mi cabeza. 

—¿Dónde es? —pregunté mientras miraba fijamente sus ojos para no parecer nerviosa, al menos, no más de lo que ya estaba.

—Es en la casa de Mark, nuestro compañero de taller —explicó—. ¿Podrás ir? Yo te paso a buscar, no tengo problema.

—Ah... em, puede ser, tal vez, capaz —respondí rápidamente.

—Eh, hola. —Louis sacó su mano de los casilleros y se reincorporó. Harry se acerco a su casillero y nos miró—. ¿Todo bien?

—Sí, genial —respondí.

—Adiós —se despidió Louis—. Espero tu respuesta.

Me sonrió y se alejó del pasillo.

—¿Tu respuesta para qué? —preguntó Harry mientras abría su casillero.

—¿Soy yo o Louis te evita? 

—Veo que ahora me llamas Styles y a Louis por su nombre. —Movió su cabeza de arriba abajo—. Muy bien.

—Hace mucho que no te llamo Styles y no respondiste mi pregunta.

—Y tú tampoco la mía.

Me observó con sus faroles verdes ignorando lo primero.

—Mi respuesta para la fiesta de Mark  ¿Irás?

—Es mala idea que vayas a la fiesta de Mark con Louis.

—¿Desde cuándo me das consejos?

Me crucé de brazos.

—Desde que te pusiste ebria en la fiesta de Niall.

Bajé la mirada al recordar esa noche.

—Entonces sí te evita, ¿Por qué?

—Mark nos avisó de la fiesta hace unos días. —Cerró su casillero—. Y Louis dijo que te invitaría a ti. —Mis mejillas que habían logrado obtener su color habitual, nuevamente se ponía coloradas al pensar que Louis había pensado en mi anteriormente—. Y le dije que no lo haga.

—¿Por qué?

Lo miré sorprendido. 

—Ariane, él realmente quiere llevarte a su cama, ¿Lo olvidas?

Me quedé mirándolo. Nuevamente escuché mi nombre salir de su boca y estaba pareciéndome extraño que lo haya hecho ya dos veces, pero me seguía encantando.

—No entiendo por qué realmente te importa si me lleva a la cama o no —dije—. Si lo quiere hacer, entonces, no es tu problema.

—Entonces caerás como todas las chicas a las que siempre defendiste. —Harry parecía molesto—, pero tienes razón, no es mi problema.

Princesa || h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora