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La boda había estado llena de felicidad. Tiffany y George se iban de luna de miel a Hawaii. Molly y Dorian se quedarían con Margot. Javier me llamó contándome toda la noche. Desde el principio hasta el final. Me mandó fotos del vestido de la novia y el de los niños. El estado del novio y los pequeños. Me comentó que los chicos no paraban de preguntar sobre mi y que si ya había vuelto a mi ciudad. Javier les dijo que pronto volverían a verme, que me encontraba de viaje.

Miles dio un pequeño concierto para los recién casados, pero no dijo ni una palabra sobre mi. Zoë estuvo sentada toda la noche y no dudó en preguntar sobre mi. Al saber que me había "ido de viaje" se limitó a asentir y seguir sentada durante el trascurso de la fiesta.

¿Tan mal seguía? ¿Todo por mi culpa?

—¡Hola! —saludé por la cámara del celular.

—¡Ariane! —chilló Molly desde el otro lado.

—Wow, que grande que estás.

Reí. En muy poco tiempo había crecido bastante.

—Y tú que hermosa que estás —dijo mientras miraba la pantalla del móvil—

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—Y tú que hermosa que estás —dijo mientras miraba la pantalla del móvil—. ¡Prometiste venir al casamiento!

—Lo siento, tuve algunos problemas.

—Lo prometiste por la garrita.

Me señaló su dedo meñique.

—Lo sé, lo siento, en serio.

Realmente lo lamentaba.

Estuve hablando con Javier, Dorian y Margot. Me comentaron como andaban las cosas por allí y tuve que cortar ya que alguien tocaba mi puerta.

—Lo siento, debo irme. Mañana los llamo yo a esta hora, ¿sí? —dije rápidamente. Todos asintieron y corté la llamada. Fui hasta la puerta no sin antes esconder el móvil en un cajón—. ¿Qué desea? —pregunté abriendo la puerta—. Oh, Madre. 

—¿Con quién hablabas? —dijo entrando a la habitación.

—Con nadie.

—Escuché que hablabas. —¿Qué excusa podía ponerle?—. Dame ya ese teléfono celular.

—Pero...

—Va contra nuestras creencias y cultura, Ariane. ¡Quiero ese móvil ahora! —exigió.

¿Por qué a mi?

—Es lo único que me mantiene comunicada con ellos, mamá —dije intentando que entendiera—. Quiero saber sobre ellos y ellos quieren saber sobre mi, son mi familia también.

—Tu familia es esta —dijo enfadada—. Eres Ariane, Princesa de Newport —me enfrentó—. No Ariane Hubon.

—Hutson. Ariane Hutson, mamá.

Se acercó a mi. Sé que estaba enfadada porque la estuviera enfrentando.

—Dame ese maldito teléfono.

Princesa || h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora