Princesa || h.s

•33•

Narrador omnisciente.

Harry volvió a su casa con las manos en sus bolsillos. Lo conversación con Ariane, aquella noche, le había dejado pensando, pero no quería admitirlo.

¿Le gustaba Zoë? No, imposible. Era una chica linda, pero no sentía nada por ella ¿O sí? Él tenía novia y la quería no iba a serle infiel, aunque tuvo oportunidades... Muchas.

Una sonrisa tonta se le formó en los labios al recordar la noche en la casa de Mark. Luego de muchos intentos, se acordó de aquel momento en la cocina con Ariane y, aunque deseaba no admitirlo, se arrepentía de no haberla besado.

Llegó a su casa y fue directamente a ver a Mery que se encontraba en la cocina.

—¿Cuándo llegarán los Troyan? —preguntó Harry mientras sacaba una botella de gaseosa de la heladera y se sentaba en la mesada que se encontraba en el medio de la gran cocina.

—Vendrán mañana, tu padre cambió de planes.

Suspiró Mery mientras se secaba las manos con un trapo.

—Mejor, no tenía ganas de comer en el salón.

Harry normalmente comía en la cocina junto a Mery para que ella no estuviera sola o en su despacho mientras jugaba un poco a la consola.

—Tendrás que comer en el salón igual. —El chico la miró expectante—. Tu padre invitó a tu novia y a su madre a comer.

Harry tosió gracias a la bebida que estaba tomando.

—¿Invitó a Emma y a su madre? —preguntó una vez había logrado recuperarse.

—¿No te gusta la idea?

Rió Mery mientras mezclaba algo que estaba sobre el horno.

—No... Bueno sí, sólo me llamó la atención... Emma no me dijo nada.

—Porque seguramente le dirías que no venga.

—¡Eh! No soy así.

—Pequeño, te conozco desde que estabas en la panza de tu madre cuando eras un pequeño espermatozoide, sé como eres.

Harry se sonrojó.

—No quiero estar con su madre, eso es todo. —Mery lo miró mientras esperaba a que siguiera con su aclaración—. Es igual a Emma, pero mayor.

—Tal vez los Styles tienen el mismo gusto.

—¿Qué quieres decir? —El chico frunció su ceño. Mery negó con la cabeza y siguió revolviendo—. Mery, habla.

—Sólo que tu padre... se lleva bien con la señora Mullinghton.

—Harrison —corrigió Harry—. Se ha vuelto a poner su apellido de soltera —dijo mientras miraba sus manos—. Entonces... papá está intentando ligarse a la madre de mi novia.

—Puede ser —Mery se acercó a Harry y lo miró—, pero no se sabe.

—Han pasado dos años y ya está empezando a buscarse a alguien.

—Harry...

—No, no tiene ni un poco de respeto. —Harry la miró—. Y con la madre de mi novia.

—Tu padre es joven y necesita a alguien a su lado, lo sabes.

Mery acarició la espalda del muchacho.

—¡No! No con la madre de Emma, ¿Por qué hace estas estupideces?

Harry se levantó de la silla en la que estaba, enfadado. Iba a hablar con su padre. Mery intentó calmarlo y pararlo, pero sabía que no iba a lograrlo.