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Ahí estaba ella. Dormida. En ropa interior negra y con solo una pequeña bata de tela color rosa, que dejaba ver su hermosa Piel, sus bellas piernas y pechos.

No lo evite y mi amiguito se despertó.

Quería abrazarla y besarla, quería que ese cuerpo fuera mio para toda la vida.

No se que me pasaba, pero Carolina me hacia sentir diferente, quería protegerla pero no por la misión, si no porque no quería perderla.

Me fui acercando a ella cuidadosamente. Me senté en la cama a un lado de ella, le acaricie la mejilla y poco a poco me fui acercando a su oído.

- Carolina, ya esta el desayuno, despierta. - Susurré.

Ella se empezó a mover lentamente, para después llevar sus manos a los ojos y tallarlos.

- Vamos preciosa, se va a enfriar - Me fui acercando un poco mas para depositar un beso en su mejilla.

Pero ella giro su cabeza por accidente y se lo di en sus sabrosos labios.

El beso no fue tan largo, yo lo profundize y ella le siguió, pero luego ella se separó.

- Pe... Perdón... Yo... No quise... - Tartamudeo muy nerviosa y sonrojada.

- No tranquila, fui yo, lo siento bonita - La calme tantito.

Ella agacho su cabeza y luego se dio cuenta de como estaba "vestida" y agarro la sabana y se tapó.

- Ya te vi así durante un largo tiempo, no es necesario que ocultes ese bello cuerpo - Reí y luego le guiñe un ojo.

- ¡Agustín! Mejor baja, yo me cambio y bajo en un minuto. - Contesto un poco molesta y sonrojada.

Era tan hermosa de todas maneras.

- Esta bien preciosa, pero apurate. - Salí de su habitación.

Narra Caro.

No puedo creer que acabo de conocer a Agustín y ya lo estoy besando. Por Dios, Carolina hay que ser mas respetuosa.
Me puse a recordar que antes de que saliera algo se marcaba en su pantalón, espero que no haya sido lo que estoy pensando, ¿ese beso lo excitó? Negué con mi cabeza y fui hacia mi maleta para cambiarme.

Me puse unos jeans azules, un top blanco y unas zapatillas blancas. Cepille mi cabello, puse un poco de perfume y salí directo a la cocina.

Él estaba comiendo ya.

Mi plato estaba en frente de donde el comía.

- Que preciosa niña - Me dijo con una sonrisa y mirándome de arriba a bajo.

- Gracias... - Me sonroje y reí.

En toda la comida el no dijo nada y yo tampoco. En veces chocabamos miradas y sonreíamos. Me ponía nerviosa pero no entendía el porque, era raro.

Terminamos de comer.

- Para ser hombre, cocinas muy rico. - Sonreí. En verdad sabían delicioso.

- Gracias. Me lo enseño mi madre. - Me devolvió la sonrisa.

- Hablando de familia, ¿Agustín, donde esta tu familia? - dije seria.

- Eso no es de tu interés. - Me contesto algo seco.

- Solo es curiosidad, digo no puedes ser tu solo.

- Pues ahora yo estoy solo y es lo único que te digo, no vuelvas a preguntar de esto. - Dijo como si le molestara mi pregunta.

- Esta bien no es para que te enojes yo solo... -

- Ya Carolina, olvidalo. - Siguió con su tono molesto y seco.

- Agustín. - Lo tome de la mano mientras el recogía los platos. - No estas solo, yo estoy aquí y me preocupas. - Lo mire hasta que el voltio y me miró a los ojos.

- Tu solo estarás aquí unas cuantas semanas, después de eso, tu ya no te acordarás de mi.

Me quito la mano y se fue.

Algo sentí en el pecho. En verdad sus palabras me dolieron. Era cierto, yo me iba a ir y ya no sabría de él. Pero algo me hacia quererlo cerca, quería cuidarlo y demostrarle que hay algo de amor en ese frío corazón.

Algo me hacia quererlo.







Holaaa💟 Perdón si no actualize:( Ya saben la escuela xd Gracias por sus votos las quieroooo chiquillas💘

- A.A.M -💟🔥

Mi Gran Tentación • Aguslina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora