°2°

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Toqué tres veces la puerta y enseguida la puerta se abrió dejándome ver a mi mejor amiga sonriente vestida con un lindo jumper amarillo strapless junto a unos tacones beige y su cabello suelto en ondas. Mía apareció detrás de Karol con un puchero y su pequeño uniforme azul celeste.

- Mami, papi no sabe peinarme. - Agus y yo reímos levemente y así Mía se percató de nuestra presencia y se lanzó a los brazos de su padrino. - ¡Madrina, padrino! ¡Vinieron!

- Mía, tenemos 20 minutos vamos, pasen chicos. -Entramos aún con Mia en los brazos de Agustín.- ¿Lloraste? -Pregunto burlona mi amiga hacia mí, supongo que al ver un poco de mi maquillaje corrido lo notó. Reí.

- Por supuesto que lo hizo, se sentía muy orgullosa de nuestros minis. -Contesto Agustín riéndose. Golpeé levemente su costado con mi codo haciendo un puchero.- Me encantas. -Me tomo de la cintura y depósito un beso en mi mejilla.

- Bueno, vamos con Mía a la habitación para peinarla y que tú te arregles el maquillaje. - Asentí y al instante entró Ruggero con el mismo traje que Agustín, él también trabaja con Agus en la empresa. Ayudando con algunos datos de la empresa. Lo saludé y luego con Mía tomada de mi mano, nos dirigimos a la habitación de Ruggero y Karol.

- ¿Estas contenta princesa? -Le hablé a Mía mientras me sentaba con ella en el peinador de Karol.

- Por supuesto, madrina. -Asintió rápidamente con una gran sonrisa en su cara.

Karol me dio algunas cosas de maquillaje para arreglarme mientras ella peinaba a Mía haciéndole muchas preguntas y diciéndole algunas reglas que tendría que cumplir. Mía respondía un "si", "no", "ya lo sé" o un "ya me lo dijiste muchas veces" ganándose una risa de mi parte. Cuando por fin estuvimos listas, fuimos al comedor donde Mía comió casi sin masticar la comida. Faltando aun 10 minutos salimos de la casa, el kínder de Mía no estaba tan lejos. Agustín y yo nos fuimos en el carro de él, siguiendo a la camioneta de Ruggero, donde iban sus dos amores.

- Mi amor, hay algo que aún no te he contado. -Hablo Agustín bajándole a la música de su auto, donde íbamos cantando y riendo.

- ¿Así? ¿Qué es? - Él estaba un poco nervioso y pude notarlo, yo aun seguía con la sonrisa en mi rostro. - Vamos mi amor, me estas asustando.

- No es nada grave, tranquila. -Su mirada iba fija en la calle. -Mi mama va a dejar la empresa porque ya noto que soy un buen jefe, así que me ha dejado a cargo de la empresa. -Mi sonrisa se expandió por toda mi cara.

- ¡Mi amor pero si eso es buenísimo! -Él se rio entre dientes, le di un beso en la mejilla. Tomó mi mano y llevo el dorso de mi mano para plantear un suave beso.- Estoy muy feliz por ti, en serio.

El sonrió y volvió a callar. Sabía que no me estaba contando algo. Llegamos al kínder de Mia y bajamos para despedirle y desearle un buen primer día de clases. Nos dio un beso en la mejilla y se fue a su salón. Karol no pudo aguantar más y se agarró a llorar, Ruggero la abrazo fuertemente riendo y diciéndole muchas cosas bonitas. Agus y yo también reíamos. Luego de eso decidimos ir a la casa de Claudia para visitarle. Cuando nos subimos cada quien a su coche y partimos, decidí terminar con la duda que me estaba comiendo poco a poco por dentro.

- ¿Agus? - El desvió su mirada hacia mí durante unos segundos para hacerme saber que me estaba escuchando. Mordí mi labio y decidí arriesgarme.- ¿Hay algo que no me hayas contado aun sobre lo de la empresa? - Pude notar como se tensó.

- Lo he dicho todo. -Dijo más que nervioso.

- Te conozco y sé que no es así.- Tomé su mano que iba en su rodilla descansado y le di un fuerte apretón para que confiara en mi.- Dime.

- Es... -Soltó un suspiro.- ¿Te acuerdas de Carla Romanini? -Pregunto vacilante.

No pude evitar el sentir celos al escuchar su nombre. Resulta que tuvo que "protegerla" durante 2 meses, al mes ella admitió estar enamorada de Agustín, le dijo muchas cosas para que entendiera que si lo amaba y que daría cualquier cosa para hacerlo feliz, Agus la rechazo, diciéndole que era feliz conmigo y con nuestros mellizos, ella lo acepto y no hizo nada por separarnos. Pero eso no significa que me agrade. Cuando ella me miraba podía ver su odio hacia mí, pero Agustín dijo que estaba exagerando y eso era más que unas imaginaciones mías. Después de esos 2 horribles meses, Carla no se apareció por nuestras vidas y estoy muy agradecida con eso.

- La prima de Ruggero, sí. ¿Qué ocurre? ¿La vas a volver a cuidar? -Pregunte sarcásticamente y con una facción seria en mi rostro volteándome hacia la ventana. A lo que él rió.

- No celosita. Mi mama la conoció, le pareció realmente una buena muchacha y... decidió contratarla como mi secretaria. -Lo último lo dijo velozmente, que casi no pude entender. Giré mi cabeza velozmente para verle, él no me miro por nada del mundo.

- ¿Qué fue lo que dijiste, Agustín?

- Caro, lo escuchaste no me hagas decirlo de nuevo. - Suspiró nervioso.

- Dilo, Agustín. -Advertí.

- Carla es ahora mi secretaria. -Habló lentamente.

Asentí y me gire hacia la ventana sin pronunciar ninguna palabra. No, no tenía nada que decir y siendo sincera no quería discutir. Sentía la mirada penetrante de Agustín mirándome esperando a que dijera algo lo cual no se cumplió jamás.
Llegamos a la gran casa de Claudia. No estacionamos a un lado del auto de Ruggero, que al igual que nosotros apenas llegaron. Me bajé rápidamente y tomé del brazo de Karol para jalarle hasta la casa de mi suegra con la cual luego hablaría. Escuche los llamados de Agustín pero ni siquiera me limité a voltear. Parecía una niña pequeña que no había obtenido el juguete que quería y Agustín mi papa tratando de solucionar mi capricho. No necesitaba tocar la puerta, Claudia sabía que veníamos. Entré y la ví sentada tomando café leyendo una revista sobre moda.

- Caro, Karol. Hola preciosas. -Se acercó y nos saludó de beso, éramos como sus hijas.- ¿Pasa algo Carolina? -Pregunto con voz preocupada. Antes de que hablara Ruggero y Agustín entraron por la puerta acercándose a saludar a Claudia.- ¿Cómo están los hijos de mi vida? -Dijo abrazando a cada uno como si fueran niños.

- Algo sentimental por los niños. -Comento Ruggero riendo contagiando de risa a Karol y Claudia. Agustín y yo nos quedamos serios, pero yo no lo miraba, el al contrario se me quedaba viendo. Los tres pararon de reír al sentir la tensión entre Agustín y yo.

- Amiga, ¿qué sucede? -Susurró Karol tomándome de mi brazo.

- ¿Podemos hablar? -Me dijo Agustín.

- Claudia, ¿puedo ir tantito al cuarto de los mellizos? - Dije completamente ignorando la pregunta de Agus. Claudia asintió con algo de inseguridad y comencé a subir las escaleras con dirección al cuarto de los mellizos, donde ellos se quedaban cuando venían con su querida abuela.

Cerré la puerta. Quería gritar, llorar y hacer todo por una ira que no podía controlar. Me estresaba el hecho de que Carla pudiera estar con Agustín la mayor parte de su tiempo. Sé que es ridículo, pero ¿que harían ustedes al respecto? Sí, eso creí. Empecé a respirar tranquilamente para calmarme. Contaba del 1 al 3, esto sí que me molestó.

Sentí unos cálidos brazos rodearme por la cintura, una cabeza ahuecarse en mi cuello dando besos tiernos en el haciéndome cerrar mis ojos por instinto. Listo, ya estaba relajada, él sabia como hacerlo.

- Mi amor... no te enojes ¿sí? -Susurró en mi oído. Solté un suspiro alivianado no sé porque.- Te amo mucho preciosa.

Me giré para verle cara a cara colocando mis manos sobre su pecho y él me dio una tímida sonrisa. Depósito un beso muy dulce sobre mis labios sin separar sus manos de mi cintura. Al momento de separarnos le sonreí y abracé fuertemente por el cuello.

- Te amo mucho más. -Susurre para luego besarlo de nuevo.
























Lo siento, no puedo esperar😭😂 Amo escribir para todas ustedes ¡lo juro!
Ya tengo otros 2 capítulos en borrador sin publicar, cada día voy escribiendo un capitulo.
Las adoro mucho pequeños angelitos💛
Por fin entre al #82 en FANFIC & soy mas que feliz😭💘
Todo gracias a ustedes💛

- A.A.M. -💟🔥

Mi Gran Tentación • Aguslina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora