Llegamos a la nueva mansión de Agustín. En todo el camino él no me había hablado y los mellizos permanecieron dormidos. No sabía que decirle, estaba muy enojado, lo sabía perfectamente.
Al momento que el estaciono su nuevo auto Mustang negro, que se lo regalo Vicent, en el garaje de la casa, quito el seguro de las puertas y sin decir nada, se bajó de él.Abrió la puerta de la puerta de su lado para bajar el portabebé de Bella, que se encontraba de su lado. Yo me baje luego de unos segundos e hice la misma acción con Eithan.
Quería soltar en llanto en ese momento.
El abrió la puerta de la mansión y entro, yo le seguí el paso lento. Me estaba sintiendo muy mal.
- Vamos arriba. Karol y Ruggero se han encargado estos días de arreglar el cuartos de los mellizos porque yo se los pedí. - Hablo por primera vez acabando con todo aquel silencio incómodo y muy doloroso.
Asentí y poco después llegamos a una habitación. Muy bonita, un lado de la habitación tenía las paredes con papel rosa que tenía figuritas de mariposas y rosas rojas, que obviamente era para Bella, con una cuna, su propio armario y muchos juguetes para niña. Del otro lado de la habitación, sus paredes eran azules con carritos rojos plasmados y globos de un tono azul más fuerte; que contenía lo mismo que Bella en su parte de la habitación. Era realmente hermosa y estaba encantada con ella... Y con él.
- E-es hermosa... - Dije mostrando todos mis dientes y aun recorriendo con mi mirada todo ese cuarto, mientras que Agustín sacaba a Bella del portabebé y la colocaba en su cuna. Después hice lo mismo yo con Eithan y le di un pequeño beso en su frente.
- Que bueno que te guste. - Y salió de la habitación, haciéndome sentir de nuevo mal.
Me di la vuelta y cerré la puerta del nuevo mundo de los mellizos para seguirlo. Siguió recorriendo el lago pasillo con paredes color crema. Entro a una habitación que como pude notar, era la de él. Tenía las paredes de un color azul marino y una gran cama con sabanas color café. Se quitó su chaqueta de cuero café y la coloco sobre aquella cama, que moría por sentir, pero a su lado.
- Agustín... - Hable pero él no me volteo a mirar. Me acerque más a él quedando a su lado mientras el sacaba ropa de aquel estante dentro de un armario muy grande color marrón casi negro. - Hablemos ¿si? - Dije con un hilo de voz. El dejo de mover su ropa y se giró hacia mí. Agache mi mirada, me sentía muy débil. - Yo... sé que hice mal al haberte traicionado de esa manera, sé que haber estado con Jorge y casi tratarlo como padre de nuestros hijos estuvo muy mal y sé que te dolió... - Una lagrima corrió por mi mejilla y decidí levantar mi cabeza para mirarle a los ojos. El solo me miraba muy atento. - Pero a mi también me dolió mucho que me dejaras, que no te importara el hecho de si yo estaba bien o estaba mal. ¿Qué hubiera pasado si esa noche del antro yo no hubiese ido? ¿Si no te hubiera vuelto a ver? Tu ahorita no estaría conmigo, con Bella y Eithan, tu simplemente no sería nadie en nuestras vidas más que un cobarde que decidió dejarme... - Dije ya entre lágrimas y casi gritándole. - No quiero que pienses que fue venganza, pero yo necesitaba apoyo de alguien, pues el hombre de mi vida estuvo a punto de dejarme... pude dejarte también Agustín pero no lo hice y aquí estoy. - Y una lágrima broto de su ojo, aun mirándome. - Aun puedo hacerlo pero aquí estoy, intentando solucionar las cosas y queriendo dejarte en claro que... - Enjuague con mis manos las lágrimas de mis ojos, pero fue inútil porque salieron más de estos. - ¡QUE TE AMO!
Y entonces sentí sus manos en mi cintura y los labios que tanto me obsesionaban, besarme, besarme dulcemente. Nuestras lenguas se encontraron y comenzaron una pelea entre ellas. Nos alejamos pero él me abrazo y yo seguí aquel gesto de cariño, de amor.
- Yo también te amo tanto mi princesa... Perdón por, por ser así... -Se alejó y puso sus manos en mis mejillas, yo las puse sobre las de él. - Tengo tanto miedo a volver a perderte mi chiquilla, te voy a demostrar cuanto te amo a ti y a esas pequeñas criaturas que nacieron de nuestro amor, quiero que sepas que no te volveré a dejar solo, nunca, nunca. - Y volvió a juntar nuestros labios.
Necesitaba volver a sentirlo, una vez más, quería que nuestro amor se volviera a reflejar en ello y sabía que el también quería, pero estaba inseguro.
- Hazme tuya mi amor... - Le suplique para animarlo, no fue tan difícil.
Sin separar nuestros labios caminamos a ciegas hasta llegar a cama, donde el me dejo caer lentamente sobre ella y se colocó arriba de mi sin dejar caer todo su peso sobre mí.
Empecé por quitar su playera y ¡Dios! apenas lo vi y ahí estaba una razón más de como amar tanto a ese hombre griego. Era completamente irresistible.- Eres tan perfecto. - Sonrió y me volvió a besar.
De un momento a otro me puse arriba de él y me senté en su entre pierna, haciéndolo gemir. Quite mi blusa lentamente quedando en sostén y volví a besarlo, tomando sus mejillas entre mis manos. El aprovecho para desabrochar la prenda que le impedía tener acceso completamente a mis pechos, finalmente lográndolo.
- Como me tientas mi amor. - Dijo para volver a quedar sobre mí y comenzar a besar, morder y succionar mis pechos, haciendo gemir constantemente y arquear mi espalda. Desabotono mis jeans y los arranco desesperadamente, dejándome solo con bragas, lo cual no duro tanto porque al instante las quito también. - Nunca me cansaría de verte desnuda, eres tan hermosa. - Dijo volviéndome a besar y metiendo uno de sus dedos en mi feminidad.
Como instinto, arquee mi espalda y comencé a dar gemidos más altos. Era el dios del sexo sin duda. Metió otro dedo y bastaron unas embestidas más para correrme, el con su lengua trato de beberlo todo. Subió hasta mi labios dándome a probar, solo que estaba tan excitada que quiera que ya estuviera dentro de mí.
Volví a quedar sobre él y bajo su pantalón y su bóxer, dejándome tan encantada por aquel gran amigo de Agustín, que solo yo podía disfrutar.
- ¿Te gusta lo que ves? - Comento divertido y con una sonrisa perversa, asentí y sonreí, colocando mis manos en aquel monstruo haciendo que diera gemidos. Me levante y saque un condón de uno de los cajones de Agustín, pues no era la primera vez que me acostaba con él, así que sabía dónde los guardaba. - Eres una traviesa. - Sonreí picara.
- Entonces castígame, mi amor.
Me incorpore rozando mi feminidad por su amigo y lo bese ferozmente.
Coloco sus manos en mi cintura y se introdujo en mí sin más, haciendo dar un grito de placer que el cayo al instante con un beso muy apasionado. Volvió a poner arriba de mí y comenzó a embestirme.Me sentía en las nubes, estaba casi en el éxtasis.
La habitación estaba inundada de nuestros gemidos. Hasta que por fin, ambos llegamos al clímax y el dejo caer su cabeza en mis pechos, nuestras reparaciones estaban totalmente agitadas. Él tenía sus manos a los costados de mi cintura, mientras yo tenía los míos rodeados por su cuello y jugando con sus cabellos que ahora estaban un poco mojados por el sudor.
- Eres lo mejor que me ha pasado, te amo tanto. - Dijo luego de levantar su cabeza y mirarme a los ojos. Puse mi mano en su mejilla, acariciándola.
- Igualmente mi vida. - Y volvimos a besarnos dulcemente.
Entonces se escuchó un llanto de la otra habitación. Si los mellizos habían despertados, 5 minutos antes y hubieran acabado con el deseo y la pasión de la situación. Ambos reímos.
- Creo que ya se dieron cuenta de que acabamos de hacer el amor. - Me dijo Agustín riendo. Le di un codazo y lo empuje.
- Voy a prepararles su biberón. - Estaba a punto de salir cuando recordé que estaba desnuda. Me gire y pude ver a Agustín y su "amiguito" muy atentos. - Por lo menos podrías disimular ¿no?
- Es que eres jodidamente sexy, por mi así te tendría todos los días preciosa. - Pude sentir mis mejillas arder ante aquel cumplido. Me puse una bata que Agustín me había señalado con su mirada al verme tan roja como un tomate. Me la puse y dispuesta, salí al cuarto de los mellizos.
Pronto final👍 Gracias por sus votos chavas. Las quiero pequeños angelitos.💛
- A.A.M. -💟🔥
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Mi Gran Tentación • Aguslina
Fiksi Penggemar"• Agustín y Carolina se conocen de una manera no tan agradable. Al principio la tentación juega con ellos y antes de que se den cuenta, ambos caen enamorados el uno del otro, llevando así a está historia a otro nivel. Peleas, secretos y amoríos, es...