Capítulo 26.

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Narras tú.

Debo admitir que no me esperaba colaboración por parte de Justin.

Estaba segura de que se sentaría allí a observar cómo cocinaba pero no, para mi sorpresa el señor quería ayudarme.

Saqué todos los ingredientes para preparar la comida, mientras Justin estaba ahí tratando de abrir un jugo en sobresito.

—Joder que eres inútil—dije mientras me acercaba a él para ayudarlo.

—Quizás lo sea un poco—soltó una caracajada.

Tomé el sobre de jugo de naranja dulce entre mis manos y luego lo abrí con mis dientes.

Justin abrió sus ojos como platos y se quedó allí viendo a la nada.

— ¿Qué ocurre?—pregunté.

—Nada, solo creo que estoy algo avergonzado—bajó la mirada y sonreí porque me dio ternura.

—Toma—guiñé un ojo y le entregué el jugo.

Yo estaba cocinando mientras Justin trataba de preparar el jugo de naranja.

¡Sería el colmo que no pudiera preparar un jugo! Para ser mafioso, es más inútil de lo que me imaginé.

Llenó una jarra con agua y puso allí el jugo en polvo.

Dejé de prestarle atención y me dirigí al horno para encenderlo. Luego de encenderlo coloqué la comida y lo cerré para que se calentara.

¿Justin me había ayudado? No. Es decir, no lo sé, preparó un jugo.

¿Hubiera sido lo mismo hacerlo todo por mi cuenta? Sí.

Cuando volteé vi que Justin estaba sonriéndome victorioso y que llevaba entre sus manos la jarra de jugo.

— ¡Eres todo un chef!—rodé los ojos.

—Ya lo sabía linda—lamió su labio y me acercó a él poniendo una mano en mi cintura.

—Deberías volver a jardín de infantes para que te enseñen a abrir un jugo—traté de separarme de él pero lo impidió. Estaba poniéndome incómoda.

No recibí respuesta de su parte, solo se quedó ahí analizando mi rostro.

Quería que la tierra me tragara, estaba totalmente incómoda y de vez en cuando bajaba la mirada para evitar tener contacto visual con él.

—Amo el color de tus ojos—pasó un dedo por mi párpado haciendo que se cerrara.

—Yo... yo cre creo que debo, es decir, debería ir a ver la comida—dije nerviosa y me solté de su agarre.

¿Por qué siempre que estábamos cerca yo reaccionaba de esta manera? ¿Por qué este chico daba vuelta mi mundo con tan solo acercarse a mí?

Muchas preguntas, y todas apuntaban a una misma dirección. Estaba sintiendo algo por Justin, digo algo, porque no sé qué será y prefiero no imaginarlo.

¿Estaba enamorada de él? Imposible, Ashton era el chico para mí, él es tan tierno y correcto, es decir, somos el uno para el otro.

Sacudí mi cabeza tratando de alejar mis pensamientos y fui hacia el horno. Coloqué un guante en mi mano derecha y abrí la puerta del horno. Saqué la comida con cuidado y la puse en la mesa de mármol.

Con un cubierto corté en dos trozos la lasaña y puse cada uno en platos diferentes.

Justin preparó la mesa, puso los cubiertos y eso.

Me acerqué con los platos y me topé con una mesa cubierta de un mantel blanco, velas rojas encenidas y el jugo que Justin había preparado. Lo sé, el jugo no es romántico.

—Justin, esto es muy lindo—dije mientras colocaba los platos en la mesa.

—No no no—dijo y me quitó la jarra de jugo—yo haré esto por ti—tomó un copa y sirvió el jugo.

—Gracias—corrí la silla para sentarme pero Justin impidió que lo haga y lo hizo por mí.

Le di una sonrisa como agradecimiento y él se sentó frente a mí.

Era una ambiente cálido y muy romántico, me sorprendió que Justin hiciera todo esto.

— ¿Por qué brindamos?—preguntó.

—Por este fin de semana juntos—dije y chocamos las copas.

Estábamos sentados comiendo y Justin no dejaba de observarme. Pensé que tenía alguna clase de insecto en mi cabeza pero me di cuenta que el veía mis ojos.

—Es lindo pasar tiempo contigo—dijo mientras bebía un sorbo de jugo.

—Pensé que era hartante—rodé los ojos.

—Cuando haces tus miles de preguntas si, pero cuando estás callada créeme que no—sonrió y lo fulminé con la mirada.

Terminamos de comer y Justin me dijo que tragera una manta de nuestra habitación, le pregunté por qué y me dijo que solo lo hiciera.

Fui a la habitación y saqué una manta azul mientras Justin lavaba los platos, así es, escucharon bien, el mafioso egocéntrico y arrogante estaba lavando los platos sucios.

Para cuando volví los platos ya estaban lavados y Justin me estaba esperando.

— ¿Para qué quieres la manta?—se la aventé al rostro.

— ¿Vas a comenzar con tus preguntas?—rodé los ojos y él tomó mi mano—ven.

Para ser sincera no sabía dónde diablos me iba a llevar Justin. Pensé que me llevaría a un descampado para cortar mi cuerpo.en pedazitos y luego llevarlo a la nevera pero para mi sorpresa, me llevó al patio trasero de la casa.

—Aquí—nos paramos en frente de la hamaca, cama, manta, esa cosa púrpura que estaba atada a dos árboles.

— ¡¿QUIERES DORMIR AQUÍ AFUERA CON LOS MOSQUITOS, RATAS, OSOS Y MILES DE INSECTOS?!—grité.

— ¿Osos?—rió—aquí no hay osos, vamos acuéstate.

Me acosté en la tela púrpura y él hizo lo mismo, nos tapó con la manta azul y allí estábamos los dos juntos, en medio de la noche, tapados, durmiendo en donde probablemente podríamos ser devorados.

Traté de relajarme pero no lo logré.

—Justin tengo miedo—dije con la voz ronca.

—Tranquila, estás conmigo, no pasará nada linda—dijo con un tono de padre protector y se pegó  a mí, pasó una mano por debajo de mi cuerpo y nos quedamos dormidos. Juntos.

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Holaaaaaaaa, bueno subo el capítulo porque llegamos a los 1.2K muchas gracias... si subimos los readers subo otro capítulo <3

Change me {Justin Bieber y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora