Change me {Justin Bieber y tú}

Capítulo 7.

MARATÓN 2/4.

Narras tú.

-Ni creas que dormiré contigo-corrí la sabana para meterme en la cama.

-Esta es mi cama-dijo mientras se sacaba la camisa-mi casa, mi sofá, mi mesa, mi todo-bajó sus pantalones para quedar en boxer.

-No me interesa, tengo derecho a domir bien porque yo te pedí que me llevaras a casa y tú me trajiste aquí-apagué la lámpara que estaba en la mesita de luz.

-Buenas noches-se acostó a mi lado.

-Vete-bufé.

-No quiero ___, no tengo dónde dormir-prendió la luz.

-Pues tú lo dijiste, tu sofá está allí por si no lo recuerdas-apagué la luz nuevamente.

-Déjame dormir aquí-hizo cara de perrito. Mierda. Era muy tierno y lo tierno es mi punto débil.

-Corro peligro de ser violada contigo aquí-me tapé con las sabanas.

-No te haré nada-me miró con cara de perrito.

-Si me tocas te denuncio-volteé y apoyé mi cara en el frío colchón.

-Buenas noches-sentí como se tapaba.

-Buenas noches-dije casi dormida.

Habían pasado unas dos horas cuando desperté sin saber dónde estaba. Volteé mi cabeza y vi a Justin dormido como un bebé. Recordé todo lo sucedio y él había cumplido su promesa de no tocarme. Genial, pero esperen ¿He follado con Justin anoche? No lo recuerdo, seré humillada por toda la escuela si follamos, porque seguro Justin se lo contará a todos y yo quedaré como una puta.

Me levanté de la cama y Justin seguía ahí inmovil, estaba totalmente dormido. Sonreí al ver lo tierno que se veía.

Caminé a la cocina y abrí la nevera buscando algo para poder cocinar. Para ser descuidado, tenía su casa en perfecto estado, todo estaba ordenado y además la nevera estaba llena.

Saqué unos huevos, pan y unas naranjas para exprimir.

Coloqué los huevos en la sartén y los revolví. Parecían deliciosos y un olor exquisito invadía la casa. Luego tosté el pan y exprimí el juego. Acomodé un poco la mesa y cambié las flores del florero por unas mejores que encontré afuera de la cabaña. Estaba poniendo la comida en los platos cuando unos brazos fuertes rodearon mi cintura pegándome más a él, noté que se había vestido.

-Veo que despertaste-dije sin dejar de poner la comida en los platos.

-Me desperté por el rico olor a comida que por cierto, hace mucho no siento-rió-¿dormiste bien anoche?

-Bastante bien ¿y tú?-me solté de su agarre y puse la comida en la mesa.

-Mal, quería besarte pero ya sabes, te dije que no lo haría-me sonrojé. Genial parecía un tomate.

-Me alegra escuchar eso-me senté en la silla de madera al mismo tiempo que Justin.

-Así que... ¿Quieres que te bese?-me miró mientras metía un pedazo de comida a su boca.

-Me refería a que me alegra escuchar que cumpliste tu promesa-hice una pausa-¿qué tal la comida?

-Mmm... espera-cortó un trozo y lo llevó a su boca-diug-escupió la comida-joder ___ esto es asqueroso ¿qué es?

-Lo siento, no cocino muy bien-agaché mi cabeza avergonzada.

-Es mentira tontuela-colocó sus manos en mis mejillas y levantó mi rostro-sabe como los dioses.

-Eres un estúpido, creí que te había dado algún tipo de alimento podrido-lo fulminé con la mirada.

-Oye ¿Sabes qué horas es no?

-No ¿Qué hora es?-pregunté.

-Son las tres de la tarde, ni un minuto más ni un minuto menos-dijo mirando su reloj.

- ¡Joder! Mi madre va a asesinarme Justin, llévame a casa en este instante-me levanté de la silla y fui corriendo al auto de Justin.

-Espera-gritó-solo quédate un rato más.

-No, vamos por favor-subí al coche.

-Está bien, solo porque la comida estaba rica-abrió la puerta del conductor y se sentó.

Arrancó el coche y sacó un cigarillo de su bolsillo, lo encendió y le dio una gran bocanada. Condujo unos veinte minutos hasta que llegamos.

-Es aquí ¿cierto?

-Si, vete rápido, adiós Justin-dije mientras abría la puerta del coche.

- ¿Por qué tanta prisa?-preguntó.

-Mi madre me matará si me ve con esta ropa-grité.

Abrí la puerta principal y le hice una seña a Justin para que se marchara. Él se fue y entré a la casa. Caminé en cuclillas hasta que alguien giró en el sofá, quedando enfrente de mí. Era mi madre. Miré detrás de ella y noté que había una sombra. Una pelirroja con vestido amarillo volteó. Era Carly.