Change me {Justin Bieber y tú}

Capítulo 12.

MARATON 2/3

Me fui a dar una ducha mientras, Carly eligirá mi ropa.

Salí bañarme luego de unos minutos y me encontré con lo que escogió. Un top negro que deja al descubierto mi ombligo y levanta mis pechos, una pollera azul eléctrico y tacones. Ni porque me dieran un millón de dólares me pondría tacones.

—Carly no me podré tacones—dije mientras me abrochaba mi sostén.

—Déjame ayudarte—se puso detrás de mí y lo abrochó—vamos ____, te verás realmente sexy.

—No quiero—saqué mis convers negras del armario.

—Algún día quemaré todas tu zapatillas y las reemplazaré por tacones, hablo en serio—se tiró a la cama.

—Yo te asesinaré si lo haces—dije riendo.

Carly prendió la TV y se quedó allí pasmada viendo TWD. Reí al ver su cara. Me puse mi top negro, la pollera y mis zapatillas. Me coloqué rimel y delineé mis ojos para que el verde de ellos resaltara más, para finalizar un labial algo claro y listo. Ondulé mi cabello para que tenga un toque salvaje. Un perfume de frutos rojos para finalizar.

Salí de mi habitación y recordé que podía ponerme aretes y un collar. Me los puse y bajé al living, donde estaba Carly.

—Joder que te ves bien—dijo con la boca abierta—si este chico no te mete mano, entonces sería un completo imbécil—reí al escuchar lo que dijo.

*         *        *         *

Luego de cambiarme salí de casa para buscar mi coche y noté que no estaba allí. Bruce se lo había llevado. Fui al otro patio de la casa y saqué a Holly, mi moto.

Me monté en ella y encendí un cigarrillo, le di una bocanada y me dirigí a casa de _____.

Llegué a su casa y bajé de la moto para tocar el timbre. Me acomodé el cabello y respiré profundo.

La puerta se abrió y un olor a frutos rojos invadió mis fosas nasales. Levanté la mirada y ____ estaba allí. Era hermosa. Sus ojos verdes me hipnotizaron y quedé inmovil mirándola.

—Hola—dijo con una voz dulce—Justin... hola—pasó una mano por mis ojos, haciendo que volviera a tierra.

—Hola—dije con voz ronca.

— ¿Vamos?—preguntó.

—Vamos, tengo una sorpresa para ti—dije mientras la guiaba a mi moto.

— ¿En qué nos vamos Justin? No veo tu auto—giró la cabeza para buscar mi coche.

—Nos vamos en Holly—dije subiendo a la moto.

— ¿Qué? Ni creas que subiré allí—se cruzó de brazos.

—Sube a Holly—le hice carita de perrito.

— ¿Holly? ¿Qué clase de persona normal le pone nombre a su moto?—se sentó en el césped.

—Ella es mi bebé—rió al ver cuando besé la moto—vamos o te dejo.

—Entonces déjame—dijo mientras jugaba con el pasto.

—Si tú lo quieres—bajé de Holly y alzé a ____ en mis brazos ella, golpeó mi espalda rogando que la bajara pero no lo hice. La senté en mi moto y ella se cruzó de brazos.

—Agárrate—me senté delante de ella.

—Te odio—me fulminó con la mirada.

Arranqué la moto y ella se tomó de la parte trasera de Holly.

—Te caeras si te sostienes de ahí—dije sin sacar la vista de la carretera.

—Me caeré entonces—dijo mientras se agarraba más fuerte de allí. Me hice a un lado de la carretera y paré la moto.

—Sostente fuerte—tomé sus manos y las puse alrededor de mi cintura.

—No tengo miedo—bufó.

Encendí la moto e inmediatamente sentí como ____ me agarraba con todas sus fuerzas, tenía los ojos cerrados. Se veía tierna.

—Si sigues sosteniédome así me asfixiaré—reí.

—Que gracioso—supe que había rodado sus ojos—joder Justin ve más lento—rogó.

Después de un tiempo llegamos a mi lugar preferido.

*           *           *            *

Llegamos a una casa abandonada, tenía dos pisos y era azul. Bajé de Holly y Justin me tomó de la mano guiándome a la casa.

Entramos, y a decir verdad no olía nada mal, subimos por unas escaleras caracol negras, estaba oscuro porque al parecer se había quemado el foco. Llegamos a la planta alta y vi en el suelo un mantel con dos copas, un vino y un florero con rosas. A los lados había dos almohadas y en unas esquina no había pared, era como un balcón por donde entraba la luz de la luna. Joder que suena cursi.

—Justin esto, esto es hermoso—dije caminando por la sala.

—Lo sé, siéntate—me señaló el cojin. Me senté y comenzó a hablar—aquí vengo siempre que estoy estresado, triste o cansado.

—Abriré el vino—dije tomándolo entre mis manos.

—Traeré la comida—se paró y bajó las escaleras—Listo—dijo mientras subía.

— ¿Y la comida?—le pregunté.

—Aquí está—sacó de detrás de él una bolsa.

— ¿Comida de burguer king?—reí al ver lo que traía.

—No soy un muy buen cocinero—dijo mientras sacaba las hamburguesas de la bolsa.

—Justin, tu teléfono está sonando—señalé su bolsillo.

—No importa—dijo cortando la llamada.

—Quizás sea algo importante, deberías atender—señalé nuevamente su bolsillo al notar que estaba sonando de nuevo.

— ¿Qué quieres Bruce?—contestó—estoy ocupado no puedo ahora—sonaba enojado—estoy con companía—esperó un momento y continuó—mierda ahí estaré—cortó la llamada.

—Tenemos que irnos—me miró.

— ¿Qué pasó?—me paré del piso.

—Luego te explico—tomó mi mano y me guió hasta su moto.