Capítulo 18.

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MARATÓN 3/4

Narras tú.

Una hora. Dos horas. 3 horas después Ashton salió de la enfermería, se veía tan mal y sentí pena por él ¿Por qué Justin tenía que descargar su mierda con él?

—_____—dijo Ashton con una sonrisa en su cara.

—Oye te he estado esperando—me acerqué y lo abracé.

—No tenías que quedarte a esperar—me miró fijamente.

—Créeme que si debía hacerlo—lo tomé de la mano entrelazando nuestros dedos—¿nuestra cita sigue en pie?

—Dejémoslo para otro día, la enfermera me pidió que hicera reposo—hizo una pausa—de verdad quería salir contigo, lo siento.

—No importa—besé su mejilla—se hizo de noche y creo que lloverá, debo irme.

—Adiós, mañana será nuestra cita—me dio un último abrazo y se fué en la dirección contraria a la mía

Suspiré y caminé por los vacios pasillos de la preparatoria, pensando en lo sucedido horas antes. Justo en el momento que atravesé la puerta principal la lluvia comenzó a caer, era lo más parecido al fin del mundo. Juro que me aterraba como el viento movía los árboles y las hojas cafés y amarillas caían.

Maldecí y comencé a correr en dirección a casa. Rezaba para que un taxi pasara y pudiera tomarlo pero no había presencia humana en la calle a excepción de la mía.

Corrí más fuerte aun, mis piernas me dolian como el infierno y mi respiración era entre cortada, sin contar los agitada.

Una calle más y ya estaba en casa. Sana y salva, un poco mojada pero al menos ya estaba allí.

—Al parecer te mojaste un poco—dijo mi madre mientras cocinaba pasta

—Quizás si tuviera un auto para mí exclusivamente no me mojaría—bufé.

—Sigue soñanado, quizás si yo tuviera dinero podría comprarlo—hizo una pausa—ve y cámbiate, te enfermarás si no lo haces.

—Que graciosa—rodé mis ojos.

Subí las escaleras y me desvestí para ducharme. ¿Algo mejor que las duchas en esta vida? No lo creo.

1 hora más tarde salí del baño ya cambiada para bajar a cenar.

—Saldré—dijo mi madre mientras se ponía un saco.

—Adiós—no le di importancia.

Ella se fue por la puerta trasera de la casa y yo tomé mi plato de pasta para cenar arriba.

Lo puse en mi cama y comí hasta más no poder. En mi mente estaba Justin. Todo el tiempo pensaba en Justin. Una vez que terminé de cenar, bajé mi plato para llevarlo al lavadero. Saqué un vaso y me serví leche, así es, me gustaba la leche.

Subí con el vaso a mi cuarto y me recosté, en cuestión de segundos caí en un profundo sueño.

—Despiértate—dijo alguien mientras me movía.

—Basta, no soy un jodido saco de papas—encendí la lampara y mi rostro se quedó helado.

— ¿Qué haces aquí?—miré a Justin mientras él se sacaba su chaqueta de cuero negra.

—Quiero disculparme—se sentó en una esquina de mi cama.

—Pues yo no quiero escucharte, ahora vete y déjame dormir.

—De verdad ____, déjame explicarte—hizo cara de perrito. Joder este chico era un grano en el trasero.

—No tengo tiempo—apagué la lampara.

—No me iré de aquí—Justin se acostó a mi par y yo giré haciendo que se cayera.

—Vete, sigo enojada contigo—gruñí.

—Ya basta, solo quiero estar contigo. De verdad me importas y me sentí tan frustrado cuando Carly me dijo que saldrían juntos por la noche.

—Esa no es razón para golpearlo—encendí la luz.

— ¿Puedo quedarme a dormir aquí? Tuve una bronca con Bruce y no creo que me deje entrar a casa.

—Acuéstate—me hice a una lado dándole espacio para que se acostara.

—Gracias—se acostó a mi par—dulces sueños—besó mi frente como una madre. La madre que nunca tuve. Es decir, no es que lo considere una madre, sino que él me daba el cariño que yo nunca recibí.

—Espera un momento—dijo sacándose su remera.

—Está bien—reí.

—Ahora si—pasó un brazo por debajo de mi espalda y tomó mi cara posándola en su abdomen.

Me sentía protegida entre sus brazos.

Change me {Justin Bieber y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora