Capítulo 51.

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—Señorita Logan—dijo el profesor haciéndome dar un brinco de la silla—¿tiene algún inconveniente con su tutor?—oh vamos ____, tú puedes, dile que quieres otro.

—No, está bien—pero ¿Qué coño acaba de salir de mi boca?

Estoy cagada por satanás o el universo conspira contra mí tiempo completo. Hace unos días le he dicho todo lo que sentía y ahora debía ser mi tutor ¿Esto es en serio o es una broma de mal gusto? ¿Con qué cara mirarlo en el instituto? Iba a ignorarlo, no importa cálculo, puedo conseguirme un tutor.

Observé a Justin por el rabillo de mi ojo y tenía una sonrisa burlona en su rostro. Me observaba sin disimular, toda su atención estaba enfocada en mí ¿Algo peor?

Rodé los ojos y traté de prestarle atención a Carly, que hablaba sin parar sobre el baile. Yo solo asentía con la cabeza simulando estar interesada por el dichoso baile de graduación. Una sonrisa fingida estaba en mi rostro, tratando de no parecer preocupada porque Justin iba a ser mi tutor el resto del año.

—Vale chicos, ahora hagan grupo de a dos, a exepción de los que tienen un tutor asignado. Tendrán que estar juntos, no pueden escoger una pareja—hizo una pausa—voy a dejar un par de ejercicios en la pizarra y quiero que estén completos para el día de mañana, manos a la obra—dijo entusiasmado. Caroline seguía hablando sobre el baile en mi oído, a veces creo que es una grabadora porque no parar de hablar un rato.

Bien, ahora solo debo juntarme con Justin para hacer los ejercicios. Ni crea que yo iré hasta allí, soy demasiado orgullosa como para buscarlo. No iba a mover mi culo hasta que él se acercara.

Carly se paró aún entuasiasmada y se fue con Charlotte, pero antes me deseó suerte y yo le agradecí por lo bajo.

Una mano se posó en mi hombro y mil y un escalosfrios recorrieron mi cuerpo. Era él, podía sentirlo.

Volteé y sin mirarlo, asentí con la cabeza a la silla que estaba vacía a un lado para que se sentara.

La incomodidad se sentía de aquí a la china. Era obvio que los dos estábamos nerviosos, bueno al menos yo lo estaba.

—Bien, esto será divertido—dijo tratanto de evitar el silencio incómodo.

—No para mí. No sabía que eras un empollón de las matemáticas—dije y el rió haciendo que el Sr. Flinn se volteara hacia nosotros. Su sonrisa me transportaba a otro mundo, la miraba y era como si solo nosotros estuviéramos solos.

—Olvidé mencionarlo—se encogió de hombros y yo le di una sonrisa como respuesta—pues vale, comenzemos—dijo entusiasmado y yo rodé los ojos.

—No es necesario que expliques, conseguiré un tutor o iré a clases particulares pero de una u otra forma me las arreglaré para aprobar esta asignatura—escupí fría. Su sonrisa desapareció y tragó saliva.

—Si es por lo de ayer—ugh, justo lo que esperaba que no mencionara—necesito hablar contigo. Estabas descontrolada y ocurrió lo que ocurrió—se encogió de hombros una vez más.

—Hablo en serio, no es necesario que me ayudes pero gracias por intentarlo—hice una pausa—ahora me iré porque no me siento bien, adiós—tomé mis cosas y me levanté dejándolo solo. Me acerqué al escritorio del profesor y mentí que iría a la enfermería porque me dolía la cabeza. Cuando atravesé las puertas del salón, aun podía sentir la mirada de Justin clavada en mí. Me sentía como el infierno por a verlo dejado solo, pero no se comparaba con lo que él me había hecho ayer.

Corrí por los pasillos desiertos para salir del instituto y de repente, las lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas. Odiaba ser tan sencible, es decir, todo me afectaba por más simple que fuera.

Change me {Justin Bieber y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora