Change me {Justin Bieber y tú}

Capítulo 23.

¿Algo más divertido que molestar al gran Justin Bieber? No lo creo. A pesar de ser controlador, arrogante, histérico y de tener el ego por los cielos, era divertido pasar tiempo con él. Nunca antes había pasado tanto tiempo con un chico, a expeción de Cody mi ex novio.

Nos llevábamos bien y éramos felices juntos -al menos yo lo era- hasta que un día tuvo que marcharse y simplemente dejamos de tener contacto. No quería esperarlo, es decir, quería pero no iba a ser feliz durante ese tiempo.

Él era un chico dulce y muy detallista, siempre me daba sorpresas y trataba de hacerme sonreír en los peores momentos, pero en fin, nuestra historia quedó en el pasado y no me gustaba recordarla.

Me senté en un tronco de madera, una raíz de un árbol, para ser exacta. Alzé la cabeza y me quedé observando las nubes. El cielo era hermoso, tonos en la escala del azul se hacían visibles, las blancas nubes parecían algodón.

Siempre quise saber cómo se sentían ¿Serían suaves como el terciopelo o ásperas? Mi sueño eran tocarlas, por más estúpido que suene, quería sentiralas en mis manos.

— ¿Comeras algo ___?—preguntó Carly—¡Tierra! Llamando a ___—dijo al no obtener respuesta de mi parte.

—Creo que después—dije sin dejar de mirar el cielo.

— ¿Acaso está Justin en boxer en el cielo? Digo porque no has dejado de mirarlo—dijo mientras se ponía su solera (vestido).

—Por supuesto—rodé los ojos.

—Tu amor y Chris fueron a buscar más leña, puedes decirme qué ocurre—se puso de cuclilas frente a mí.

—No me ocurre nada—la miré por un segundo y volví mi vista al cielo.

— Te conozco y sé que te ocurre algo, lo puedo saber a kilómetros sin verte al rostro—hizo una pausa—¿tu padre?—dijo casi susurrando.

—Quizás, algunas veces me gustaría saber quién es. Y puedo asegurar que es más resposable que mi madre—volteé la mirada y noté que Justin y Chris se acercaban—aquí no pasó nada—miré a Carly y ella asintió con la cabeza.

Volvi mi mirada al cielo y allí me quedé pensando en el hombre que nunca se apareció en mi vida, el hombre que nunca se interesó por su hija.

Mi madre nunca quiere hablar sobre él, lo único que me dice siempre es «Él tiene plata y no se interesará por una hija, solo quiere dinero» como excusa para que no lo busque.

Su apellido es Evans y si no me equivoco, su nombre es Nev.

Mi madre me dijo también que me parezco mucho a él, en especial por mis ojos, me ha dicho un par de veces «Los ojos de tu padre me atraían mucho, quizás era lo que más amaba de él». Si no me equivoco está vivo y es un hombre con millones de dólares.

Muchas veces le pregunté a mi mamá por qué no le pedía dinero y nunca me contestó ¿No sabía que yo existía? Quizás ¿Simulaba que yo no existía? Probablemente.

— ¿Comeras algo?—preguntó Justin mientras se sentaba a mi lado.

— ¿Por qué coño todos me lo preguntan? He dicho que después—estaba furiosa. No con Justin. Él no me había hecho nada pero mi padre si. Estaba furiosa por saber que le importaba un bledo.

—Tranquila, solo supuse que tenías hambre—me miró a los ojos.

— ¿Qué?—dije seca.

—Amo el color de tus ojos, su forma y esas cortinas de pestañas—me sonrojé al escuchar eso.

—Mhum, gracias—dije casi susurrando.

—Joder que te has puesto roja—rió al ver mi rostro haciéndome sonrojar el doble.

—Basta—golpeé su hombro—mira el cielo—puse mi mano debajo de su mentón y lo levanté para que mirara el cielo.

—Es muy bonito—me tomó de la mano y se paró—ven.

Me paré de aquella raíz y seguí a Justin que sin dudas, sabía a dónde se dirigía. Me llevó hasta la cabaña y fue a la parte trasera. Noté que había una cama, o algo parecido, en realidad, era una tela que se sostenía del tronco de dos árboles pequeños.

—Acuéstate—dijo y me recosté en la tela suave de color púrpura.

— ¿Qué ocurre? ¿Por qué me has traído aquí?—pregunté.

—Para ver cómo cae la noche—dijo y se recostó a mi lado.

—Mira el cielo—apoyé mi cabeza en su abdomen que estaba descubierto.

—Es hermoso—dijo y cerré mis ojos. El aire que corría era fresco. Movía las copas de los árboles haciéndo que las hojas de distintos tonos marrones cayeran al pasto verde.

—Es lindo alejarse de todo— dije casi susurrando. Él pusó su mano en mi frente y con su dedo hizo una serie de caricias allí.

—A veces eso es lo único que necesito. Alejarme de todo y todos los que me rodean. Despejar mi cabeza y relajarme—hizo una pausa para mirarme—mi trabajo es bastante jodido y tanta mierda te estresa, es frustrante no poder dejarlo y tratar de ser un adolescente normal—miró el cielo por últime vez.

—Eso debe ser terrible—moví mi rostro y besé su pecho.

—Así es, pero una frase siempre me mantiene fuerte.

—Dímela—volví a la misma posición en la que estaba antes.

—«En la búsqueda de tu punto de vida habrá gente ahí esperándote verte caer. Cuando la gravedad te hunde a veces solo debes tomar el asunto en tus manos y volar».

—Es muy bonita ¿Quién te la ha dicho?—pregunté.

—Yo mismo—me miró—¿sabes? Me ha hecho muy bien hablar contigo, casi nunca digo lo que siento.

—Puedes hacerlo siempre que lo necesites—levanté mi cabeza de su pecho—confía en mí, esto quedará solo entre nosotros—besé su mejilla y él tomó mi rostro entre sus manos. Me acercó a él, tanto que nuestros alientos se mezclaban.

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Hola bonitassssss, perdón por subir recién el cap. Gracias por los 620 readers las quieroooo.