Don't Let Me Down || Daryl Dixon ©

Capítulo 17.

Agosto 11

2:43 p.m.

El dolor de cabeza se ha vuelto mi mejor amigo desde hace menos de un mes. Almenos una vez a la semana amanezco con él.

Genial.

Abro mis ojos con toda la pereza del mundo. Me estiro pesadamente en mi cama, algunos huesos truenan. Miro el reloj de mi mesa de noche. Últimamente duermo hasta tarde.

Muevo mi brazo buscando a Daryl. No esta. Me siento en la cama, cubriendo mis pechos con la sabana. Vaya desastre. Mi ropa esta por toda la habitación, pero no la de él. Supongo que ya se fue. Me paro aun con la sabana cubriendo mi cuerpo. Se que estoy sola pero no acostumbro estar desnuda por ahi. Voy hacia el baño y me miro en el espejo. Todo llega a mi mente. Sus besos, sus brazos, su.... su eso. Su perfecto cuerpo. Él. No puedo creer que en realidad haya pasado. Sin darme cuenta una estúpida sonrisa se forma en mi cara. Primera vez en mucho tiempo que despierto de buen humor. Me doy un baño. Salgo con una toalla enredada en mi cuerpo. Me pongo algo simple. Una blusa Adidas y un mini short igual. Hoy no saldré para nada. Invernare en mi sillón.

Bajo las escaleras tarareando una cancion.

Tengo hambre.

Me dirijo a la cocina cuando en eso escucho algo. Alguien trata de entrar a mi casa. Volteo. Es Daryl entrando. Sube la mirada, cuando me ve sonrie. Ya no trae el traje sino otra ropa, y el pelo algo húmedo. Asumo que fue a su casa a bañarse. (Aqui Daryl si conoce el uso del jabon :v ok, sigan leyendo).

-Buenas tardes huevona.- veo que trae una bolsa.

-Buenas tardes Dixon.- le doy una pequeña sonrisa.

-Queria traerte algo de desayunar.- dice ¿timido? Aww mi vida.

-¿Desayuno a las 3 de la tarde?.- le pregunto divertida.

- Como todos mis sábados.-me responde igual. Rio un poco.

-Bien veamos que haz traído.- voy hacia la cocina. Preparare café. Enciendo la cafetera. Dixon esta detras de mi viendo todos mis movimientos. Me pone nerviosa.

-Gracias Dixon.- digo mientras veo lo que hay bolsa , unas magdalenas de vainilla y chocolate. Jamas se lo dije, pero adivino que las amo.

La cafetera suena. El cafe esta listo. Voy hacia el estante por dos tazas. Este es alto, me estiro y me pongo de puntillas lo mas que puedo. Esta casa es para un gigante, no para mi.

-Dejame a mi.- se acerca por atras y con solo subir su mano las alcanza. Maldito gigante.

Deja las tazas en la mesa. Tomo dos platos pequeños y los pongo en esta. Voy por el jarron donde esta elvcafé y comienzo a servir. Daryl se recuesta en la mesa
y no deja de verme. Tampoco yo dejo de hacerlo.

-¿Pasa algo?.- dice mientras lleno su taza y tendiendosela.

-¿En serio paso eso anoche?.-le pregunto directo a los ojos.

-¿Que cosa?.- me dice con el ceño fruncido. ¿Lo olvido?.

-¿En realidad tuvimos sexo?.- le pregunto casi al borde del paro cardíaco. ¿Que diablos?.