Capítulo 3.

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-Veo que ya se conocieron- dice Adam llegando a mi lado, abrazandome por la cintura. Para marcar territorio, supongo.

Siempre fue celoso, lo cual es algo bastante irónico.

-Soy Joanne, un placer.- Ambos estrechamos nuestras manos, de nuevo ese cosquilleo en el vientre se hizo presente.

-Así que ella es la famosa Joanne, el placer es mio- dice sonriendo, sin mostrar los dientes.

Lo miro confundida.

-Adam me a hablado mucho de ti, por cierto, felicidades por su compromiso.- dice Daryl.

- Gracias- decimos Adam y yo al mismo tiempo.

-Bien, seguire con mi trabajo- le dedico una pequeña sonrisa a Daryl y a Adam.

Tomo una de las cajas y me dirijo a la cocina a acomodarlos en los estantes, son algo altos por lo que tomo una silla me subo en ella. Pongo la caja encima del microondas para comenzar a sacar todo y acomodarlo.

*Narra Daryl*

Ella se va con una de las cajas que cargana recien. Joder! Es hermosa no voy a negarlo, la miro bien antes de que desaparezca a la cocina. Es pequeña, su cara llega a mi hombro, tiene el pelo recogido en una coleta alta y uno que otro mecho suelto en su cara. No trae maquillaje, aun asi se ve linda. Tiene una blusa blanca de tirantes y un mini short de mezclilla, de admitir que esta en excelente forma. No luce como las mujeres que usualmente acostumbro llevar a la cama para desaparecer en la mañana. A simple vista se ve no es igual a ellas, aunque ya saben lo que dicen, las aparencias engañan.
De repente, entro en si y me doy cuenta de que prácticamente me estoy comiendo a la prometida de mi amigo. Lo volteo a ver, menos mal estaba distraido en su celular. El me mira y sonríe un poco, lo imito.

-Tienes suerte, se ve que es encantadora- digo y es la verdad.

-Lo es, espero no volverla a cagar- dice y vuelve su vista al celular

¿Cagarla? Ok, esto es raro. Se ven como una feliz pareja, digo acaban de comprometerse.

- Ojala y no viejo.- digo aún con la duda.

- En fin, ¿Listo para ayudar?-

- Seguro, ¿Para que soy bueno?-

-Bueno, podrias llevarle esta caja a Jo, ire a pagarle al señor de las mudanzas, después podrias ayudarme a llevar la lavadora al cuarto de lavado-

-De acuerdo.- dicho esto,se va.

Recojo la caja y me dirijo a la cocina. La veo en una silla acomodando unas tazas. No puedo evitar ver su trasero, esta excelente, es de un tamaño normal pero aun asi me gusta. Ella se da cuenta de mi presencia y voltea con una pequeña sonrisa.

-Te traje la caja que te falto.- le digo sin dejar de mirarla.

-Gracias Daryl.- me dice con una pequeña sonrisa tierna. Por alguna razón me gusta escuchar mi nombre salir de sus labios. Salta de la silla haciendo que sus pechos reboten. Giro mi mirada, si seguia viendo probablemente tendría un problema en mis pantalones. Un gran problema.

Ella toma la caja, la pone encima del microondas donde anteriormente tenia la otra caja. Vuelvea subir, dispuesta a seguir con su trabajo. Se da cuenta de qur sigo ahi mirandola y voltea hacia mi con una pequeña sonrisa.

-Gracias otra vez, puedo hacerlo sola, si quieres ve a ayudar a Adam.- me da otra sonrisa. Diablos, se ve preciosa.

Asiento y salgo de ahi, golpeandome mentalmente. Como puedo verla y pensar de esa forma sobre ella. Acabo de conocerla y aparte se casara con mi amigo. Sin mencionar la diferencia de edad. Casi 30 años. No soy de esos hombres de que se meten con mujeres que estan con alguien. En si, no soy de estar en una relación.
Salgo de la casa, dispuesto a ayudar a Adam, lo veo hablando con el se la mudanza.

Don't Let Me Down || Daryl Dixon ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora