Capítulo 2

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Un mar profundo.

 Por muy extraño que sonase, aquellos profundos ojos azules provocaban la sensación de no querer apartar la mirada como si realmente congelaran a uno todo su cuerpo e incapacitara poder escapar; no es que eso fuese algo malo, no había una explicac...

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 Por muy extraño que sonase, aquellos profundos ojos azules provocaban la sensación de no querer apartar la mirada como si realmente congelaran a uno todo su cuerpo e incapacitara poder escapar; no es que eso fuese algo malo, no había una explicación muy certera para el japonés en ese momento porque por más fascinado que se encontrara, no era una mirada que proyectara calidez o empatía alguna. Parecía que solo estaban para ser contemplados al igual que todo lo demás en ese hombre que lo complementaban, esos finos y delicados cabellos platinados cayendo por un lado de su rostro, delgados y llamativos labios, una contextura física trabajada que se notaba a pesar de la vestimenta. Todo un galán que hasta cualquier hombre admitiría su innegable belleza. Pese a admitir su semblante atractivo, Yuri no había planeado todo esto para quedarse congelado y no dejar en clara sus intensiones. Pero ya no era fácil realizar un pedido del cual se volvió lo suficientemente obvio, suponía que no perdería el tiempo si lo intentaba.

—No sé si sentirme contento de que sepas quien soy. —Respondió tímidamente y queriendo minimizar el problema no yendo con la cuestión principal con la primer frase.

—Eres patinador —ladeó una presuntuosa sonrisa y se apartó de su cercanía para regresarse unos pasos y quitarse los zapatos en la entrada—. Costumbres japonesas, siempre las olvido— volvió a poner sus pasos en marcha pero esta vez pasando de él con su equipaje en mano— ¿Me darás una habitación? Ya que estoy aquí trataré de relajarme, cancelaré la reservación del anterior hotel.

 Yuri se giró sin pronunciar más palabras y observando cómo el ruso seguía a su propio mundo inspeccionando el lugar, no lucía como si le molestase lo suficiente el haber sido obligado a ser traído al respectivo sitio ni tampoco que Yuri tuviese claros motivos ocultos que aún no revelaba pero se los anticipaba. La actitud de esa persona, en pocas palabras, no era alguien egoísta, presumida o perversa, todavía no se podía dar una idea concreta con solo la primera impresión pero "distante" podría ser la primer descripción acertada.

 La conversación no podría entrar en juego de todas formas por lo pronto ya que una vez Yuri confirmó su estadía, Victor se encerró en su habitación para recuperar sus horas de sueño perdidas. Quién sabe por cuánto tiempo dormiría pero eso le daría al japonés el tiempo necesario para practicar en su mente nuevamente su intento de convencimiento. Entre tantos pensamientos alrededor de una sola persona era muy probable de que se estuviese olvidando de algo importante...

—¿Cómo se supone que se lo pida...? —Susurraba recostando su cabeza sobre una de las mesitas de la sala principal.

 La noche anterior se había dormido algo tarde por estar viendo un par de programas de otros patinadores usando las melodías que ese compositor había hecho para ellos, no podía entenderlo del todo pero más allá del increíble talento que tuviesen, se podía notar como cada nota musical estuviese hecho para ellos. Uno disfrutaba ver por completo lo conformado por los programas y nada se pasaba por alto. Yuri quería algo así, algo del cual pudiera sentir que la música se fundía con sus patines ¿pero cómo puedes apropiarte con una melodía? ¿Hay algo más allá de que simplemente te guste?

La Melodía Incompleta. - [ Victuuri / Fanfic ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora