Capítulo 35

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Un mundo más amplio.

Al llegar al teatro, no había personas aún concurriendo a la función, no era la hora

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Al llegar al teatro, no había personas aún concurriendo a la función, no era la hora. Victor bajó de su auto e ingresó para dirigirse directamente al asiento del piano, sabía que faltaba tiempo para que el público llegase y no es que necesitara un instante para practicar, necesitaba un instante para pensar. ¿Cuántas veces había repetido su rutina de trabajo? Llegar, ejecutar un par de melodías, recibir aplausos, uno que otro comentario a la salida de cada función y marcharse, ocupar el resto de su tiempo ideando futuras composiciones o contratos con otras personas buscando lo mismo... ¿Cuántas melodías llegó a escuchar en toda vida y que terminaran significando más para otras personas que para sí mismo? ¿Cuántas veces llegó a escuchar que lo admiraban, lo amaban sin darle interés a ello? Eros, ágape, una confesión, ¿qué tenían tan diferentes que era imposible contrastarlo con otros trabajos o frases de otras personas?

Con las teclas de piano frente a él, se relajó y entonó un par de melodías que lo ayudaron a distraerse, aunque claro, no es que él estuviese solo, en el lugar se encontraban personas alistando equipos, revisando las luces y demás elementos detrás del escenario. Nadie se esperó que aquel piano sonase en estos momentos mas no comentaron nada referente a ello, solo concluyeron que el pianista apareció para practicar y eso estaba en toda su libertad. Algunos se hallaban más enfocados en que cada cosa estuviese en su lugar para cuando la gente llegase, otros escuchaban sin detener su trabajo; el piano de Victor siempre era agradable de oír en cualquier oportunidad.

Uno de los trabajadores de allí no pudo evitar detenerse para espiar al pianista, asomándose por detrás de un gran telón en el que se encontraba revisando las luces. Todos en el teatro sabían quién era Victor Nikiforov, no era la primera vez que lo escuchaban, que lo veían, todos sabían quién era pero nadie lo conocía; más allá de que pocos tenían la oportunidad de entablar conversación con él, sus expresiones nunca revelaban demasiado de cómo se sentía, su semblante serio lo acompañaba en cada trabajo. Razón de que ese trabajador se sorprendiera cuando se detuvo a apreciar las suaves teclas con las que eran presionadas por el pianista.

Cuando Victor apartó sus manos del teclado y se percató del tímido espectador apartó su mirada por un segundo pero regresó su vista hacia él.

—¿Trabajas aquí? Te he visto antes —pronunció para que dejara de ocultarse.

—Lo siento —se asomó—. Me distraje del piano, no quería interrumpir tu ensayo.

—No interrumpes —sonrió—. Ni siquiera es un ensayo, solo vine demasiado temprano —revisó la hora de su móvil—. Yo soy el que debe estar estorbando cuando aún les queda alistar el teatro.

—No, no, ya todo está casi listo y la gente no tardará en llegar. El lugar siempre está disponible en cualquier momento para la estrella —rió—. Solo que es extraño escucharle tocar antes de la presentación, siempre tuve el privilegio de oírlo en plena función —el joven hombre caminó un par de pasos hasta el pianista—. ¿Le ha ocurrido algo bueno?

La Melodía Incompleta. - [ Victuuri / Fanfic ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora