La Melodía Incompleta. - [ Victuuri / Fanfic ]

Capítulo 41

Fundidos en uno. (+16)

En ese anochecer tan resplandeciente, Yuri y Victor salieron del recinto de Hasetsu con sus manos unidas, en una caminata del cual se tenían mucho qué decir pero sin saber cómo y en dónde comenzar. Era una caminata silenciosa y hasta en ciertos aspectos bastante tímida, pese a que sus sentimientos hayan sido confesados con anterioridad. Si era un sueño ninguno quería despertar. Después de pasar tantos meses juntos, acercándose, conociéndose, creciendo de cierta manera, llegar a este punto parecía un viaje que estaba a punto de concluir, pero en realidad esto era apenas el comienzo.

El tiempo de trabajo mutuo, la meta ideal de conseguir las melodías por fin se cumplió. Victor aún tendría que elaborar la composición final, sea como lo tenía aún quemando en sus manos, su mente y corazón, era una melodía que no se borraría y se encargaría de materializarla cuando regresara nuevamente a Rusia. La agradable sensación no se desvanecía y la calidez de sus manos parecía un sinónimo de la calidez de sus corazones. Avanzaron hasta que decidieron acercarse a las orillas del mar, ante ese paisaje cuyas olas podían brillar iluminadas por la luna, querían estar en un lugar tranquilo donde pudieran cruzar un par de palabras después de todos esos días sin poder hacerlo. El paisaje le traía recuerdos al ruso del río de su ciudad y por fin podía apreciar ver con interés una masa considerable de agua sin llevarlo a imágenes dolorosas.

Ambos se sentaron en la arena, Yuri se quitó su mochila y mantuvo su vista al frente, consciente de la persona a su lado, ansioso pero manteniendo la calma. Victor se acomodó y respiró profundo, sonriendo y cerrando sus ojos por un momento, la brisa fresca daba una inmensurable paz y con esa sonrisa plasmada se giró a mirar a Yuri que no parecía estar tan tranquilo como él, era un poco gracioso.

—¿Conoces la frase "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde"? —preguntó Victor captando la atención del japonés.

—Sí, la conozco —afirmó mirando a su rostro. La sonrisa de Victor lograba que una extraña vergüenza le golpeara pero no apartaba su mirada, le hacía feliz verlo con esa expresión; quería escucharlo más.

—Hay cosas que creo aún me duelen, no lo voy a negar. Pero darme cuenta del lugar en el que he estado todo este tiempo y la posibilidad de volver a perder algo importante, me hizo reaccionar —fijó su mirada al cielo y continuó hablando en un tono muy apacible—. No pensé que tuviera que llegar a un límite de enfrentarme a mi peor miedo para despertar, estar completamente solo en la desesperación, la oscuridad, fue aterrador.

Yuri guardó sus palabras hasta el final.

—He estado escapando todo este tiempo, sin querer aceptar lo que realmente mi corazón me ha querido decir y ahora que lo veo más claro, todo ha sido miedo. Te habrás enterado del accidente que tuve en el río, mi mente se puso en blanco y llegué a un lugar que me conectó a ese pasado que creí enterrado pero siempre estuvo allí —observó la mano de Yuri apoyada en la arena y colocó su palma sobre la misma—. Mi madre, quién trato de arrastrarme al fondo de la oscuridad pero eligió liberarme, resultó en una prisión en la que yo mismo decidió permanecer, no en cuerpo pero sí en mente, no pude darme cuenta... ¿amar significaba algo tan aterrador como perder la vida por esa persona? ¿Amar significaba arrojarse a un abismo? Esas frases que suelen sonar metafóricas se suelen oír o leer alguna vez, que si amas tanto a alguien pelearías contra viento y marea, pero a veces ese significado se confunde, ¿uno pelea o es un acto suicida? ¿Hasta qué punto se pelea por alguien? —presionó la mano ajena y soltó una risilla—. Lo siento si parece que estoy soltando palabrerías filosóficas; solo he descubierto muchas cosas que quiero compartir. Yo sí quiero pelear por alguien, no hundirme por ese alguien. Cuando decidiste irte mi cabeza sufrió una gran confusión, aceptar y dejarte ir, quererte a mi lado, no sabía qué hacer porque cada camino derivaba a una misma cuestión: dejar ir a mi amor o buscar a mi amor.