La Melodía Incompleta. - [ Victuuri / Fanfic ]

Capítulo 7

Primera clave.

Años atrás...

 Los días de invierno en Rusia a veces podían ser demasiado crudos, tanto, que las bajas temperaturas podían llegar a resultar muy peligrosas para cualquiera que no tenga un buen abrigo o esté a altas horas de la noche por las calles. Quién no esté acostumbrado a climas tan agresivos como en este país se podría decir que no estaría para nada a gusto siendo parte de él, pero eso no significaba que algunos residentes no se quejaran de ello. Sin embargo, otra parte lo disfrutaba para poder gozar de las montañas de nieve o patinar en lagos congelados antes que el deshielo de la primera se haga presente. Para cierto niño, nada de eso importaba, si amaba el invierno era por su color.

El cabello platinado, ojos azules y blanca piel parecían un claro reflejo de un invierno en Rusia y él lo amaba. Observar esos pequeños copos de nieve caer desde el grisáceo cielo se convertía en una rutina acogedora y tranquila entre suaves suspiros con vapor que emanaba desde algún rincón de su casa y la vista de alguna ventana le atribuían tal paisaje. Era agradable pero más agradable se hacía si lograba salir de esas cuatro paredes para que sus pequeños pies realizaran pisadas en un camino que lo alejaban de la calidez de su hogar. No tenía permitido salir si el día era demasiado frío y no se abrigaba lo suficiente pero estaba tan acostumbrado a hacerlo a espalda de sus responsables que poco obedecía.

"Sé un buen niño y espera hasta que regresemos", era la frase tan exhaustiva a escuchar cada día. Era demasiado aburrido el silencio de la casa y los juguetes que poseía poco le entretenían. En ocasiones, el gran piano en el centro de la inmensa sala de invitados le despertaba esa curiosidad de presionar con uno de sus dedos teclas al azar. Hasta entonces, no era algo que le llamase la atención aunque sus clases de piano comenzaran desde que tuviese memoria... ¿Por qué será que en esa casa les fascina tanto la música? Se preguntaba cuando en su joven mente opinaba que el silencio era mejor que cualquier otro sonido.

 Todo eso fue cambiando en una ocasión en particular, fue un momento en el que otra frase caería con mayor significado en su corta vida y la tendría muy fijada hasta su presente. "Cuando no quieras soportar algún mal momento, solo invádete de música", como un cobijo, como un reemplazo a alguien que te consuele y funcionó en uno de los días más fríos de ese triste invierno.

 El niño, que había decidido abandonar la casa para recorrer el espacioso jardín detrás de su casa, se había recostado en uno de sus árboles y sin notarlo, la claridad del mediodía se tornó en oscuridad en un abrir y cerrar de ojos en los que cayó dormido. Cuando sus sentidos se alertaron a la vez, lo único que lo envolvía era el color negro y como el penetrante viento y hielo se enterraban en la piel de su cuerpo consiguiendo perder el poco calor que conservaba. Sus piernas se entumecieron incapacitándolo a poder levantarse y querer caminar de vuelta a su casa; podía verlo, muy lejano se visualizaba la tenue luz de una de las ventanas pero era imposible poder volver... su voz no se expulsaba para pedir ayuda. Estaba seguro de que alguien debería estar buscándole pero si no llegaban a tiempo moriría congelado, era pequeño pero conocía que no estaba en una situación favorable, sabía bien lo que le ocurriría.