Capítulo 3

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Arriesgarse a congelarse.

 Lo único que podía hacer Yuri era suspirar por su oportunidad perdida, no la tenía desde un comienzo pero por lo menos no quería perder esa esperanza de que de a poco aunque sea, un pequeño paso, se había acercado al ruso

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 Lo único que podía hacer Yuri era suspirar por su oportunidad perdida, no la tenía desde un comienzo pero por lo menos no quería perder esa esperanza de que de a poco aunque sea, un pequeño paso, se había acercado al ruso. Al final, hasta en el momento en que Nikiforov salió de la residencia con su equipaje en mano no le dirigió ni una palabra y ni una mirada, como si nunca hubiese existido ante sus ojos. Tampoco hubo alguna frase que pudiera convencerle de reconsiderar trabajar para él, si ya no podía hacer nada contra eso ¿qué iba a pasar con su programa? Se había propuesto solo patinar con la composición de esa persona, entonces ¿solo le quedaba rendirse y obedecer a Celestino? Sentía que si hacía eso su próxima competición sería un completo fracaso...

 ¿Por qué? Es lo que seguía preguntándose el japonés, ¿por qué tuvo esa reacción tan inusual? No podía sacarse de su cabeza el rostro exasperado de Victor cuando escuchó el simple tarareo de esa melodía, no podía hallarle explicación de su enojo pero para que se pusiera de esa manera tendría que haber un significado oculto a todo eso, algo que seguramente no le revelaría a alguien con quien no tiene ninguna conexión.

Por su lado, Nikiforov, ya habiendo abordado su avión para regresar a su país natal, chistaba entre dientes y observaba el extenso cielo desde su ventanilla pensando en que no debió de haberse puesto de esa forma tan impropia de él. Trataba de olvidar esa corta melodía que por tantos años había enterrado en sus recuerdos, culpa del japonés resurgió para arruinarle su aguda concentración que ganó para dedicarse a lo que es hoy en día... En su trayecto intentó cerrar los ojos y respirar hondo inundando su mente de canciones que había compuesto y solo centrándose en ellas, no podía dejar que emociones le interrumpieran negativamente... Después de todo, ninguna de sus canciones tratan de emociones propias, nunca lo fueron.

...

 El nuevo día nunca había sido tan sombrío al punto en que Yuri no tenía ninguna especie de energía y sabía que su entrenador no lo soportaría con esa actitud. Debía empezar a entrenar y elaborar su coreografía para el programa, ¿por qué debía obsesionarse con algo que no le aseguraría la victoria? Lo sabía muy bien pero no podía seguir sintiéndose en un círculo vicioso donde no importara qué tanto se esforzara, nunca llegaría al oro.

 Apenas superando la partida del ruso y la casi aceptación de que no podía contar con su ayuda, concurrió a sus entrenamientos usuales pero aunque quisiera motivarse no lo lograba. Sus pensamientos se perdían y se sumergían una y otra vez a la voz de Victor Nikiforov...

"Sin ofenderte, no hay nada en ti algo que me despierte música... no puedo darte el secreto del éxito, no puedo crear algo sin siquiera un significado en particular... de ser así solo serían notas vacías al igual que tu patinaje. No reflejas nada, no puedo ver triunfo."

—¡Quien se cree!? —frunció el seño seguido de un salchow del cual no logró pisar bien y provocó que su cuchilla oscile—. ¡pise mal!

—¡Yuri! —le llamó furioso Celestino para que se acercara— ¿Desde cuándo haces mal un salchow?

La Melodía Incompleta. - [ Victuuri / Fanfic ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora