La Melodía Incompleta. - [ Victuuri / Fanfic ]

Capítulo 39

La luz de la superficie.

Y en ese momento tan crucial, tan peligroso, tan impredecible, fue cuando por fin vio el recuerdo que tanto se negó a aceptar en todos estos años de vida. Casi lo vio una vez pero lo apartó, en una de esas caminatas con Yuri y Mila por la ciudad, el río Neva lo había llevado al recuerdo cuando exclamaba por su madre en la orilla y extendía su mano en su dirección, con su niñera que se lo impedía entre sus brazos.

Su mente no estaba del todo pensando en la lógica de que su vida corría peligro; había cosas de las que Victor se aferró en su vida, ya sea inseguridades del pasado, miedo, el trabajo como escape, pero esos tipos de aferro siempre fueron con la desgracia de quedarse estancado en una persona que temía la real felicidad, la real vida que se merecía y dejar atrás nostalgias y recuerdos, pero ¿qué ganaba ahora con querer aferrarse a esa caja musical?

La respuesta era simple, esa caja no era suya aunque sí cargaba una pequeña parte suya, ya no era algo que solo tuviera significado para él. Esa melodía que siempre tuvo un peso negativo se transformó en la motivación de otra persona, en el tesoro de esa persona y por eso quería verlo sonreír, ya no quería apartar nada que le trajera infelicidad. La sonrisa de Yuri era todo lo que ahora deseaba pero se estaba olvidando que una sonrisa no siempre viene de un objeto, de un recuerdo, la felicidad se construye en miles de formas.

El agua aturdía y las personas seguían desesperada por la persona que no salía del coche, que no podía nadar a la superficie y sus rescatadores no lograban convencerlo de ser ayudado. En ese instante en el que parecía que un profundo silencio invadió el cuerpo del platinado, fue como si sintiera los ojos de su madre cerca: ¿qué estás haciendo? Fue la pregunta que parecía resonar en sus oídos.

La caja musical estaba muy cerca de sus dedos y podía sentirla, pero se detuvo en buscarla. Ser abrazado por el agua congelada no era una sensación desagradable ¿pero pertenecía allí? ¿Yuri pertenecía aquí? No.

El Victor pequeño experimentó uno de los momentos más terroríficos de su vida pero ¿por qué siguió con vida? ¿Por qué no fue arrastrado a la profundidad del río tal cual hizo su madre? ¿Cómo escapó? ¿Lo salvaron?

Lo que había ocurrido esa vez fue...

—Vitya, sé que tienes miedo pero ¿comprendes por qué hago esto? —su madre intentó calmar a su hijo que lloraba y gritaba desesperado por la situación que acontecía. El agua ascendía rápidamente y aunque ella viera todo de una forma muy clara y justa, debía entender que su hijo no era ella, que ese pequeño era solo eso, un niño, un niño asustado, un niño que no entendía porqué el agua subía, porqué su madre no hacía nada por salir.

En ese instante, Victor no concluía que su madre trataba de suicidarse y arrastrarlo con ella, él solo quería salvarse y salvarla a ella, quería salir, vivir, quería pasear con su madre no que ahora estuvieran hundiéndose en el río. Nada de esto debió ocurrir y él luchaba con terror por quitarse el cinturón de seguridad pero no podía. Su madre observaba en shock el dolor que su hijo demostraba, fue como si su corazón se partiera en mil pedazos; su forma de amor era una cargada de sufrimiento, en el que creía que ponerle fin a todo eso lograrían ser felices en otra vida. Pero no podía hacer eso, no podía arrastrar a su hijo a sus deseos, a su egoísmo. Ella amaba a su hijo tanto como amó a su esposo, sin embargo, estaba tan destrozada mentalmente que su realidad se distorsionó poco a poco, ¿fue muy tarde la ayuda para ella? Si tan solo hubiera soportado un poco más, si tan solo hubiera luchado un poco más, hubiera dejado su casa, habría obtenido la asistencia profesional suficiente ¿las cosas serían diferentes? Quién sabe, hay miles de caminos diferentes.