Capítulo 11

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Volviendo al comienzo.

 De a poco, los ojos del japonés se fueron abriendo sin comprender al principio en dónde se encontraba; ¿cuándo se había dormido? ¿Cuánto había dormido? Sus sentidos se fueron despertando uno por uno hasta poder observar adecuadamente sus alrededo...

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 De a poco, los ojos del japonés se fueron abriendo sin comprender al principio en dónde se encontraba; ¿cuándo se había dormido? ¿Cuánto había dormido? Sus sentidos se fueron despertando uno por uno hasta poder observar adecuadamente sus alrededores, se sentía un poco aturdido pero lentamente pequeños fragmentos de recuerdos iban apareciendo en su mente y tenía que aclarar cuáles eran reales y cuáles sueños.

 Se sentó en la cama con una mano apoyada en su frente y supo rápidamente que el alcohol había tenido mucho en relación a su dolor de cabeza y confusión, recordaba esos tragos que le ofrecía Mila y el retiro del grupo del restaurante, recordaba el viaje hasta el apartamento de Victor y luego una dura charla cuya sinceridad no pudo ocultar; habiendo prometido no volver a hablar de aquella melodía incompleta lo hizo y la culpa se hacía presente, al igual que su dolor de esa persona tomando una posición tan repelente con respecto al amor. Su último nítido recuerdo era de Victor alejándose por el pasillo en dirección a su cuarto, luego de eso todo era muy confuso y oscuro, creyó que allí había caído dormido pero entonces ¿qué hacía en la habitación de Victor? Era la primera vez que se encontraba allí y durmiendo en su cama, no tenía nada de sentido.

 Yuri se esforzaba en tratar de recordar lo que había hecho, su torso estaba descubierto pero su pantalón aún seguía puesto, en el suelo estaba su equipaje ¿lo había dejado allí?, el lugar vacío a su izquierda estaba tendido ordenadamente ¿Acaso Victor durmió allí o decidió hacerlo en el sillón? Tenía tantas preguntas pero no podía responderlas por sí mismo, necesitaba hacérselas al compositor pero lamentablemente parecía que ya se había marchado. Al asomarse por la puerta y mirar por el pasillo no se oía ruido alguno, las luces se mantenían apagadas pero la luz del amanecer comenzaba a iluminar los cuartos a través de las cortinas.

 Victor se había marchado primero, sin esperar a su desayuno y lo más principal, Makkachin descansaba sobre la cama. Cada día transcurrido, el can acompañaba a su dueño a donde quiera que vaya, era una rutina salir juntos ya que Victor odiaba que su mascota se quedara solo o encerrado. Las veces en las que tenía continuos viajes, uno seguido de otros por tema laboral, no siempre se llevaba a Makkachin con él, pero estrictamente quien lo cuidase le especificaba sus caminatas diarias y que nunca estuviese solo. ¿Por qué lo había dejado ahora? ¿Acaso decidió que lo cuidase su compañero por el día de hoy?

 La sensación de que algo malo había ocurrido no se apartaba de la mente del japonés y cuando divisó sus lentes sobre una de las mesitas de noche y se acercó para colocárselos, se dio cuenta que al lado de los mismos se hallaba otro objeto que lo paralizó al instante. Su pequeña caja musical estaba allí y era claro que Victor la colocó en ese sitio, como sea que hayan ocurrido las cosas, no tenía intensión de que esa persona supiera de la misma. La llevaba con él como un amuleto, como algo a lo que se aferraba pero por el significado de profundo rechazo que le daba el compositor ¿acaso al escucharlo lo habrá lastimado? ¿Cómo iba a poder disculparse? Ojalá pudiera saber todo ese odio detrás de una simple melodía pero tenía miedo, aún era difícil llegar más allá de esa persona pero ¿y si al volver decidía echarlo del apartamento? Ya bastantes problemas estaba causando y peor ponerse ebrio, ¿qué clase de profesional era?

La Melodía Incompleta. - [ Victuuri / Fanfic ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora