La Melodía Incompleta. - [ Victuuri / Fanfic ]

Capítulo 5

Emociones ajenas.

Yuri podría decirse que se sentía afortunado de poder ser partícipe de una práctica privada de Victor Nikiforov, por ese lado también podría contemplarse que estaba conociendo toda una nueva faceta de la profesionalidad de su trabajo. Su concentración y organizar junto a los demás intérpretes las diferentes composiciones que daría en su presentación de mañana demostraba lo serio y responsable que era. Aún así, mientras más escuchaba de él más preguntas se hacía a sí mismo de quién era Victor en realidad y el significado que poseía cada pieza que sus manos daban vida; se sentía como una persona muy lejana todavía como para dar una descripción exacta pero ¿de quién quería conocer más? ¿Del famoso compositor o de la persona en general?

Pero más importante a todo esto, Yuri debía concentrarse en lo que quería en realidad, en cómo podría hacer para poder obtener la composición a su programa. Ya no estaba seguro si debía continuar insistiendo en aquella melodía de su niñez o comenzar en concentrarse en su presente y que surja una completamente original. Tampoco es que Victor haya aceptado trabajar con él como lo confirmó con Yurio pero quería demostrarle que lo necesitaba de la misma manera, no iba a dejar que solo se quedara con aquella imagen de un patinaje "vacío" porque estaba seguro de que podría dar mucho más de sí mismo.

 Desde la lejanía de las butacas finales, el japonés aguardaba, junto a Makkachin que había decidido hacerle un rato de compañía, a que el ruso diera sus sonatas finales; de a momentos el sonido en sus oídos parecía que se ocultaba o desaparecía pero no era ningún error o alucinación, se debía a esa pérdida de concentración en la realidad producto del sueño que le atacaba de repente. Apenas llegar de un vuelo y no poder descansar adecuadamente, era notable que el cansancio surtiera efecto pero Yuri luchaba por no dejarse vencer por el mismo todavía; además sería de muy mal gusto que fuese encontrado desmayado sobre los asientos.

—¿Ya estás listo?—Preguntó una voz que surgió cercano a esos asientos.

El japonés se sobresaltó de inmediato y se puso de pie queriendo camuflar su notable sueño para no dar una mala imagen y al girarse a mirar a la dirección en dónde provino aquella voz, Victor le esperaba mirándole con una sospechosa expresión y su dedo índice apoyándose en sus labios como si estuviese pensando en algo.

—¿Acaso te has dormido? —Entrecerró sus ojos seguido de su sarcástica sonrisa captando aquel rostro que visiblemente no estaba en su mejor estado.

—¿Qué? No, no. Te estaba escuchando —trató de excusarse, no es que estuviese mintiendo pero aunque no se haya dormido su mente no había sido de lo más lúcida.

 Sin querer perder más tiempo y demostrando su entusiasmo, Yuri tomó su equipaje y caminó hasta al lado de Victor junto a Makkachin que obedientemente avanzó a su ritmo como sabiendo que se tendrían que marchar.

—Si estás cansado no debes ocultarlo, no has descansando en tu vuelo ¿verdad? —Comenzó a caminar hasta la puerta de salida—. Lo mejor será que te deje en algún hotel cercano y puedas dormir.