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Capítulo dos.

Luke se detuvo frente a su puerta y buscó en sus bolsillos la llave. Revisó en sus bolsillos traseros y delateros de su pantalón, y en todos los bolsillos que traía su chaqueta. Sin embargo, no aparecía por ninguna parte.

—Rayos— masculló el rubio frunciendo el ceño trantando de recordar donde había sido la última vez que las había visto.

La última vez fue cuando cerró la puerta, pensó. Tal vez se le había caído de camino, o en casa de Healy.

Gruñendo sacó su teléfono del bolsillos trasero y marcó el número de la chica. Una, dos, tres veces marcó pero no contestó.

Luke golpeó su cabeza suavemente contra la puerta de su departamento pensando en alguna idea.

—¿Te pasa algo?— preguntó una voz cercana.

Luke separó su cabeza del trozo de madera y observó como un chico de cabellos teñidos lo miraba con cautela.

—Uh, ehm... no encuentro mis llaves.— respondió el rubio con una mirada avergonzada.

—Nunca te había visto por aquí, pensé que eras un loco cuando te vi golpeándote con la puerta.—soltó una risita el chico.

Luke no supo qué decir así que tan sólo se encogió de hombros.

—Podrías ir a pedir la que tienen de repuesto a recepción.— sugirió. —Me ha pasado algunas veces y he hecho eso.

—Gracias...— respondió Luke.

—Por cierto, soy Michael, aparentemente tu vecino.— sonrió amistosamente.

—Uh, soy Luke.— respondió el rubio. —Gracias, haré lo que me dijiste.

Michael asintió y caminó directo hacia las escaleras bajando rápidamente.

Luke bufó. ¿Por qué siempre terminaba viéndose como un ridículo?

Se dirigió hacia el ascensor, porque le daba demasiada pereza ir por las escaleras como lo había hecho Michael.

Y ciertamente, en recepción le prestaron unas llaves de repuesto y pudo entrar al departamento. Se sintió aliviado de no tener que haber ido devuelta a casa de Healy a buscar sus llaves.

Hablando de ella, el teléfono de Luke vibró en su bolsillo y un tono sonó en el lugar. El rubio desbloqueó la pantalla y respondió.

—¿Sí?

—¿Luke? ¿Me habías llamado? ¿Qué pasó?

—No, nada. Sólo... creo que se me quedaron las llaves del departamento en tu casa ¿Podrías darle una mirada por ahí? Luego las iré a buscar.

—Claro, por supuesto. Las buscaré. Te quiero.— se despidió.

—Gracias, te quiero.—se despidió Luke también cortando la llamada.

Las horas pasaron y luego de unos minutos Luke ya estaba con su estomago satisfecho con su cena exprés que había preparado y se encontraba mirando por la ventana en la sala que daba hacia el balcón. Pero a Luke le daba demasiado frío como para salir a éstas horas.

Una voz lo interrumpió, igual que la noche anterior. Dulce y suave, y ésta vez sabía que se trataba de Michael. Se encontraba cantando otra canción, otra melodía que aún así le agradó al rubio.

Así como iban las noches, cada vez le gustaba más el departamento, pensó.

🌻🌻🌻

Well, voy a tener que calmarme con las actualizaciones pERO ES QUE ME GUSTA ahq

the sound of your voice ;; mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora