the sound of your voice ;; muke

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Capítulo setenta y siete.

—¿Entonces ésta te gusta?— preguntó por tercera vez Luke cuando Michael le pasó el instrumento al vendedor detrás del mostrador.

—Que sí, Luke. Esa me gusta.— repitió el teñido riendo suavemente.

Luke lo miró con el ceño fruncido y cruzó sus brazos sobre su pecho sin creerle. Estaba claro que Michael no estaba del todo conforme con aquella guitarra, porque se había quedado bastante tiempo admirando una eléctrica pero desistió de comprársela porque no le alcanzaba el dinero.

El rubio moría de ganas por comprársela pero él tampoco poseía tanto dinero como para comprar aquella.

—Bien.— murmuró el rubio mordiendo el interior de su mejilla. —Oye, ¿Cuando es tu presentación, Mikey?

—En tres días, con la productora del...— se detuvo a sí mismo y negó con la cabeza suavemente — Nada, olvídalo.

Luke frunció sus labios.

—¿Qué pasa?, cuéntame más.— pidió el rubio rogando porque Michael le siguiera hablando y no se encerrara en sí mismo.

—Es que...— continuó Michael mordiendo su labio inferior — La productora de eventos es del tío de Will.

Al Luke se le cortó la respiración levemente y miró atentamente el rostro del teñido.

—¿Haz estado con él otra vez?— preguntó Luke con voz temblorosa imaginando que efectivamente aquellos dos chicos tenían algo.

—No, no, no, no. Bebé tranquilo. — dijo Michael rápidamente sujetando las mejillas del rubio para que lo mirara a los ojos. — No tengo nada con él, no de esa forma. Es mi amigo y hemos estado hablando un par de veces, pero nada más. Will sabe lo que hago en Youtube y sólo quiso ayudarme un poco, como amigos.

Luke debatió en su interior por unos segundos pensando en si creer en sus palabras o no. Porque claro, al rubio no le gustaba para nada que Michael aún mantuviera contacto con alguien que gustaba de él y para peor, mantenían un relación de amistad cercana.

—Bien, serían trecientos cincuenta dólares, señor. — habló el vendedor con una sonrisa mientras llegaba con una guitarra idéntica a la que había elegido Michael anteriormente pero que estaba en bodega y sin las imperfecciones que podría haber tenido en el mostrador.

Michael llevó su mano al bolsillo trasero y sacó su tarjeta de crédito entregándosela al chico para hacer los trámites de la compra.

El rubio mordió el interior de su mejilla y salió de la tienda a paso lento para hacer tiempo y esperar al teñido. No se sentía bien, sentía que algo más sucedía con aquél pelirrojo pero tratando de no volverse en uno de esos novios paranoicos y celosos quiso pensar en alguna otra cosa y creerle a su novio.

Pero se detuvo abruptamente cuando recordó cierto detalle que le rompió un poco el corazón.

Ellos ni siquiera eran novios.

🌻🌻🌻

Holanga i'm here again.