Mamá de mi propio Hermano 2

-Capítulo 18.

Al otro día nos levantamos y pedimos el desayuno, nos habíamos quedado hablando hasta tarde, con él las horas se me pasaban volando. Una parte de mi quería que lo nuestro creciera y la otra parte solo quería que fuéramos amigos, ¿como no tener miedo a las relaciones?.

Me gustaba en la forma en la cual contaba todos los problemas que tuvo a lo largo de su vida, no le tenía rencor a nadie, no quería ser igual que su padre y que sus hermanos, pero al fin y al cabo siempre venía a mi cabeza como lo había conocido por primera vez, era demasiado obvio que él era como todos, y aunque me dijera que quería todo "el puto sistema solar" conmigo no me fiaba. 

¿Y si resultaría en sexo y solo eso?, y aunque él había dicho lo contrarío no le creía, porqué todos los hombres que pasaron por mi vida prometieron ser un nuevo Romeo y terminaron siendo todo lo contrarío. Los hombres por sexo hacen cualquier estupidez, no les importa si lastiman a la mujer o no, cuando ellos consiguen lo que quieren se van y punto, sacando una conclusión de todo; no confiaba en ningún hombre.

Me levanto de la cama y voy hacía el baño agarro una de las toallas que había en el mismo, cierro la puerta y abro la ducha. Estuve dentro una media hora cuando cerré la ducha Nolan comenzó a hablarme. 

-Sería un privilegio que me veas recién levantado.-dice entre risas.-Nunca dejo que alguien me vea así, pero tu..-pausa.-yo quiero que me veas recién levantado.-lo que decía no tenía sentido. 

Solo me callé y me seque con las toallas y me mire en el espejo, me preguntaba que debería hacer con Nolan, necesitaba tener todo en claro con él, si yo quería algo serio o a alguien con el cual solo pasar el rato y tener sexo y ya. Todo los sentimientos que estaba sintiendo en ese momento eran confusos. 

-Nolan.-dije.-Necesito que te vallas.-poso las manos sobre el lavamanos. 

-¿Qué?, ¿Porqué?.-lo había confundido. 

-Solo vete.-me sobo la frente. 

-No, no me iré, ¿que pasa Emma?.-si yo hubiese sabido la respuesta a esa pregunta todo sería mucho más fácil. 

-¡Que te vallas!.-grite, después de esto hubo un silencio hasta que un azote de puerta me hizo pensar que él ya se había ido.

Me senté en el inodoro y me tape la cara, yo no quería darle falsas esperanzas, a si mismo yo también no quería darme esperanzas a mi mismas de que Nolan era el indicado, porqué a las palabras se las lleva el viento, antes que nada quería estar segura de que si de verdad iba a poder olvidar a Thomas porqué de momento eso no estaba en mis planes o si estaba pero no quería afrontar la situación de olvidar.

Estaba segura de que la impresión que le estaba dando a Nolan en esos momentos era de una niñata que no sabía lo que quería y que solo seguía a la marea. Me levante del inodoro y abrí la puerta y para mi sorpresa Nolan estaba sentado al borde de la cama, él estaba esperando que saliera del baño.

-Te dije que te fueras, quiero estar sola.-camino hacia la ventana. 

-Nunca dijiste que querías estar sola, solo dijiste que me fuera y eso me da a entender que no quieres estar conmigo pero aquí estoy.-para ser un abogado tenía muy poca justificación de los hechos. 

Volví a callar, me cruce de brazos y comencé a ver a la gente caminar por las calles de Las Vegas, aunque era temprano los turistas no descansaban, al fin y al cabo era "la ciudad que nunca duerme". Di la vuelta y él me estaba mirando, sus ojos color almendra parecían estar más claros, su cara mostraba confusión, sus puños estaban cerrados y eso hacía que los músculos de su brazo se hicieran notar más de lo normal. 

-Déjame pensarlo.-sacudo ligeramente mi cabeza, él se acerca a mi y corre de mi cara los cabellos mojados que tenía en la cara. Odiaba que me viera así y que se le fuera la impresión de chica fuerte.