-Capítulo 41.

8K 420 59
                                    

Los días comenzaron a pasar rápidamente una vez que se comenzó a aclarar la situación de Bastian y Hanna. Era inminente que los parientes de mi abuela llegarían tarde o temprano, ya que ellos eran primos, sí primos. Cuando caí en la cuenta de quien era ella, salí corriendo de mi habitación para ir lo más rápido que pude a la casa de Bastian, hasta acá todo normal excepto que eran las tres de la madrugada. Una vez en el umbral de Bastian me dispuse a gritarle como loca, hasta que pudo calmarme. 

-¿Te puedes calmar?.-me sostuvo mis manos, las cuales no paraba de mover.-Son las tres de la madrugada, estás gritando y loca.-pone los ojos en blanco.-No, no es nuestra prima, es adoptada.-sí, efectivamente venia de familia nuestras fabulosas y sorprendentes vidas (nótese el sarcasmo), en nuestra familia no te cansarías de recibir sorpresas sobre algún pariente. 

Parientes, tíos abuelos que en mi vida había visto comenzaron a circular por mi casa tratando de que hiciera entrar en razón a Bastian para que no se casara con Hanna. Como en la familia de mi abuela era todo tan extremadamente dramático al parecer Hanna encontró a sus verdaderos padres y se cambio el apellido. Nadie de Australia, ni Inglaterra sabía de aquel desliz de la pequeña Hanna, y menos que menos lo del casamiento. 

A pesar de todos aquellos problemas yo seguía disfrutando de mí mejor amigo, los niños se sentían feliz al ver a su tío, por lo menos yo estaba feliz de que Ulices viviera a unas horas de nuestra ciudad, si tenía algún problema solo tomaba el coche y terminaba en su casa acurrucada en su perfecto sofá. 

Sacando el pequeño problema de Bastian todo andaba de maravilla, tampoco me atormentaba con el que pudiera suceder, solo trataba de disfrutar el momento. Parecía ilógico la manera en la que intentaba no pensar en Thomas, como nunca me había dado cuenta lo mal que le hacía a mí vida. Todo parecía obra del más allá, de un día para otro se me habían ido las ganas de llorar, de buscarlo, de verlo y de todas esas cosas que sentimos cuando extrañas a alguien al cual realmente amas, no entendía porqué y aunque quisiera llorar por él ni una lagrima salía de mis ojos, sí lo quería, pero no quería seguir sufriendo por él, esa etapa ya estaba superada. 

Cada dos o tres días recibía invitaciones a fiestas por parte de mis compañeros de la universidad, los cuales me habían recibido de muy buena manera al ver que entraba a mitad del curso. Ya parecían ser lejanas aquellas largas noches en la que salia con Nolan y Bastian, luego de la fiesta en la cual conocí a Ian solo dejamos de salir los tres juntos, ya no eramos los mismos algo había cambiado, para mí fue lo mejor que pudiéramos haber hecho, tanto como Thomas ellos pertenecían a una parte de mi vida de la cual no me avergonzaba pero si deseaba que solo se perdiera en el tiempo. 

Todavía era de día, pero dentro de algunos minutos pasaría Ulices para ir a comer al centro de la ciudad, ya que estaba emocionado por darme una noticia. Los niños no paraban de salir a la entrada de la casa para ver si su tío estaba entrando a la residencia, ellos también vendrían y estaban super emocionados ya que siempre querían ir a las cenas y nunca los podía llevar. 

-Mamá, mamá, mamá.-entra gritando Ava.-Él tito acaba de esta... estac... estacirar.-río por lo bajo al escuchar que no le salía pronunciar estacionar, algo que realmente le molestaba a Ava era que se le rieran por no saber pronunciar algunas palabras, con la tres años la verdad era que ya tenía el carácter bien definido. 

Luego de seguir a Uices por la carretera nos mentimos por un callejón el cual era algo pintoresco ya que estaba acompañado por unos cuantos graffitis, y al fondo se podía ver el letrero del lugar donde comeríamos. 

Ya dentro del lugar era una onda muy under, muy Bronx de los ochenta, pero en un ambiente familiar. Los niños quedaron entretenidos cuando la moza les dejo unos calores y algunos graffitis impresos para pintar, mientras esperábamos la comida. 

Mamá de mi propio Hermano 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora