-Capítulo 14.

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-¡Dime quien te dio el derecho de hablar de las empresas de mi padre cuando tu solo le pagabas a los  empleados y el resto lo hacia mi tío!.-respiro, espero aunque sea una respuesta de su parte y el muy cobarde solo parecía haber quedado perplejo con mi inminente llamada.-Y que te quede en claro que en Las Vegas tu no vas a hacer más conocido tu estúpido emprendimiento a costa de mis empresas!.

-¿Y quien dijo que yo necesitaba de ti para poder hacer conocido mi buffet?.-se notaba que estaba enojado, pero eso era lo que menos me importaba.-Y quiero informarte que yo puedo decir lo que se me de la gana de lo que fue nuestra relación.

-Y yo puedo contar que la tienes chiquita.-enarco una ceja, estaba enojada pero lo estaba controlando, mientras tanto Nolan me miraba y se reía en voz baja. 

-Se nota que quieres que este entre tus piernas otra vez.-note como lo decía con cierta arrogancia. 

-Eres un puto cerdo!.-grito, y Nolan sigue riendo. 

-Cuando nos veamos vamos a ver si sigues diciendo lo mismo, hasta entonces adiós bebé.-cortó la llamada, ese no era él  Thomas que yo había conocido, al final era verdad que la gente cambiaba, y mucho. 

Me quede en silencio unos minutos esperando de que Nolan dijera algo pero él solo me miraba y sonreía, yo por mi parte me quede pensando en lo que él me había dicho; ¿y si era verdad?, ¿y si yo realmente quería que él volviera a estar entre mis piernas?, sacudo mi cabeza al darme cuenta de lo que estaba pensando era una completa estupidez. Yo no quería volver hacia atrás, y al que menos quería entre mis piernas era al patán de Thomas. 

Comencé a armar un plan en mi cabeza para no cruzarme a Thomas en la convención, no tendría que verlo en toda aquella semana, si hiciera falta me iba a quedar dentro del hotel todos los días hasta que hiciera hora de irnos. No confiaba en mi misma, controlar tantos impulsos hacia una persona, no, no sería capaz. 

-Ahora es cuando dices que lo quieres matar, que es lo peor que te paso en la vida.-intento responder y él levanta la mano.-Pero.... siempre hay un pero.-ríe.-Cuando lleguemos a Las Vegas tu dirás: Oh no allí está, ¿que hago?.-dice imitando mi voz. 

-Yo no diré eso.-pongo lo ojos en blanco. 

-Lo dirás, y en cuanto él ponga los ojos sobre ti te volverás loca, y él vendrá hacia a ti y tu con la mejor fe del mundo le darás una oportunidad para hablar y como una cosa lleva a la otra.-mueve las manos.-terminaran en algún cuarto de algún hotel haciendo lo que él ya esta planeando y supongo que tu subconsciente esta pidiendo a gritos osea; Sexo.-se cruza de brazos.

  -Tu estas loco, yo nunca, escúchame, jamás, volveré a acostarme con Thomas.-me acerco más al escritorio. 

-Un chico que se llama Justin Bieber dijo; Nunca digas nunca.-agarra el móvil del escritorio y se levanta de la silla.-Es mi hora de almorzar, así que si quieres seguirme no me negarré.-sonríe. 

-Yo voy a ser la excepción a aquella frase, y si quiero seguirte muero de hambre.-Me levanto de la silla y lo sigo.-Y una pregunta ¿Porqué dices tan convincente lo que puede llegar a pasar?

-Eh.... cuando engañas a tu novia y ella te deja, pero quieres seguir acostándote con ella.... bueno pasa eso, de alguna tu situación es parecida.-enarca los hombros. 

*****

Después de almorzar fuimos a la corte a buscar algunos expedientes para unos casos, habíamos tardado unas tres horas entre ir, esperar a que los  buscaran y volver. Nolan estaba preparando el lugar donde estarán nuestros empleados explicando todos los casos que habíamos concretado osea los más importantes y esas cosas, él quería que más gente de la que ya nos conocía nos conozcan, él siempre quería más. 

Mamá de mi propio Hermano 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora