Mamá de mi propio Hermano 2

-Capítulo 27.

Me había terminado de bañar, era mi tercer día compartiendo con los Nuelding los cuales se dividían en cuatro; los fríos, los despreocupados, los antisociales y los muy sociales. En aquellos tres días estuvimos muy ocupados, fiestas de té, almuerzos con la familia del padre de Nolan, cenas y clases de protocolo. Con los únicos que hablaba además que Nolan y Bastian eran Carola, Daniel, Flora y Hanna, los cuales me hicieron sentir un poco mejor. 

Los niños se habían hecho muy amigos de los veinticinco sobrinos de Nolan, bueno los que tenían entre diez y un año, me gustaba que ellos se sintieran bien con esa estadía era lo mínimo que los Nuelding podían hacer por mi. 

Al salir de la habitación me encuentro con Nolan y Harry charlando en el sofá del corredor, los eran tan parecidos y tan distintos al resto de su familia, los que no los conocieran jurarían que fueran mellizos. A lo largo de los días ellos se mostraron más unidos que con el resto de su familia, capaz porqué se llevaban un año, o tal vez por el simple hecho de que ellos no disfrutaron tanto tiempo de su madre como sus hermanos. 

-Emma.-me saludaron cuando pase por su lado.

En esos tres días me había ido enterando de apoco que sucedió anteriormente a la muerte de la madre de Nolan, la cual se llamaba "Isabela". Al escuchar una cuarta parte de la historia no quise escuchar más, era tan terrible que la verdad era mejor dejarla en el pasado como decía Hanna, la cual sabía la historia de principio a fin. 

Las familias de la oligarquía/élite de Gran Bretaña y Australia escondían grandes secretos como el de Isabela, Hanna fue para mi como una profesora de historia; te sorprende contando los sucesos del pasado, de un pasado no muy lejano y de un presente. De apoco me fui dando cuenta de que tenía razón al oponerme a que mis hijos crecieran bajo una monarquía y mandatos de familiares, no me lo perdonaría. 

Salí a la terraza, todos estaban un poco estresados ya que el viernes sería la presentación a la cual todavía yo buscaba como escaparme. Me senté en un sofá que daba a toda la vista del campo, después de un rato de soledad Harry se sienta al lado mio, este tenía puesto unos anteojos de sol, vestía unos vaqueros negros, una camisa celestes y el pelo algo despeinado. 

-Ojala logres olvidar a Thomas.-apoya su cabeza en el respaldo del sofá.-Y si no lo haces tranquila él tampoco lo hará.-no sabía como él se había enterado de la existencia de Thomas.-Conozco a mi hermano desde que tengo uso de razón y nunca había visto tan preocupado como lo esta ahora, y créeme que él tuvo problemas más importantes que casarse con alguien.-se saco los anteojos y me mira, él tenía unos ojos celestes como el cielo en un día de primavera. 

-¿Tu como sabes de Thomas?.-lo miro. 

-Nolan es con él único de mis doce hermanos con el que me llevo bien, nos contamos todo, hasta cuando tuvo su primer polvo contigo.-me quede sorprendida, sabía que los hermanos se contaban todo, pero Harry no parecía el tipo de hermano al que le puedas contar todo lo que te sucede. 

-Ah...-estaba nerviosa.-No hace falta que pretendas consolarme, no me casaré con tu hermano.-me cruzo de brazos y miro hacia el campo. 

-Te aseguro que si intentas hacer algo contra el linaje hasta la mismísima Isabel segunda vendrá y se asegurará que tu vida sea una completa mierda, créeme conozco personas que son primos del rey y ahora trabajan en un bar de mala muerte por no querer casarse con su prima tercera.-suelta un suspiro.-Y aún más que ti y tu familia son de la poca descendencia que queda de la corona en Australia.-se levanta mira a sus costados, se pone los anteojos y entra a la casa. 

[...]

Era de noche, en la casa solo quedaron los hermanos que no estaban casados ya que los que sí lo estaban se fueron a pasar una noche familiar a alguna casa de un conde. Los niños ya estaban durmiendo, y los que nos quedamos estábamos escuchando algo de música, me pareció demasiado raro que escucharan música común.