-Capítulo 24

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Ya era Lunes, Bastian me había pedido perdón por las peleas que habíamos tenido pero al fin y al cabo él no podía cambiar las decisiones de mi abuela y el padre de Nolan, pero yo sí. Aquel día William nos había invitado a almorzar a la casa donde nos habíamos reunidos la última vez, yo me resistía a ir pero era la única forma de hacerles saber que yo no iba a aceptar un mandato familiar, si querían que Nolan se casara tendría que ser con otra, conmigo no.

Los niños se habían ido a una excursión con la guardería y hasta las cuatro estaría sin ellos, me pareció bien no llevarlos al almuerzo, aunque William quería que los lleve así los conocían, obviamente me opuse a eso, ellos no tendrían nada que ver con eso. 

Hacía unos veinte minutos habíamos llegado a la gran casa del padre de Nolan, nos había sacado al jardín para esperar que llegaran los dueños de casa. Estábamos sentados en una comoda banca que daba hacía el impresionante jardín que tenía la casa, una mini laguna, una pisina, juegos para niños, muchos pinos, un gran invernadero, entre otras cosas. 

De un momento para otro viene una de las chicas de servicio y no dijo que pasemos al comedor que allí nos esperaba alguien, yo supuse que ese "alguien" sería Athan.

Que confundida estaba. Cuando la vi allí parada sonriente, con los brazos abiertos esperando que fuéramos corriendo a abrazarla, parecía que estaba viendo un fantasma. Hacía tanto que no la había visto, ¿cuanto? ¿Cinco años?. No había cambiado nada, pelo color rubio de vieja, corto por supuesto, la piel un poco arrugada, ojos celestes como el del cielo, un poco más bajita y con su típico traje chanel que consistía en un blazer de mujer y una pollera por las rodillas de color amarillo, como para no llamar la atención. 

Bastian me mira desconcertado al ver parada allí a su madre, mi abuela. Yo solo niego con la cabeza y me cruzo de brazos, ella se acerca a nosotros y nos mira disgustada. 

-Pensaba que aún querían a esta vieja.-por lo menos admitía que era vieja. Yo solo me doy la vuelta, solo quería volver a salir al jardín.-¿Donde crees que vas niñita?.-levanta un poco la voz, yo me doy vuelta para mirarla con asco. 

-¿Niñita, dices?, niñita era aquella era la que tu hijo dejo de España.-pongo los ojos en blanco. Bastian me agarra suavemente la mano para que me calmara. 

-¿Que haces aquí?.-me suelta y mira a su madre.

-Vine a conocer a mi futuro nieto.-arquea los hombros. Yo no soporte más y decidí salir otra vez al jardín. 

Además de que me habían traído a la que decía ser mi abuela me hacían esperar para comer, ellos no entendían nada del respeto. Verla me revolvió el estomago, no podía creer que se halla mantenido tan bien en los últimos años, para mí que se la pasaba en el quirófano de algún cirujano. Me volví a sentar en la banca a esperar que aparezcan las personas por las cuales yo estaba allí. 

Después de unos diez minutos vuelve la chica y me dice que la comida ya estaba servida. 

-Hola.-todos estaban sentados, él padre de Nolan en una de las puntas y mi abuela en la otra. Típica imagen de una monarquía, una mesa larga y a lo largo la comida. Solo había un lugar vacío y era al lado de Nolan.-¿Bastian me cambias el lugar?.-digo mirándolo, noto como Nolan levanta la mirada para verme. 

-No.-contesta seco. Pongo los ojos en blanco y me siento en mi lugar. 

Athan comenzó a hablar con mi abuela de cosas sin sentido, Bastian y William también compartían esta forzada charla. Yo y Nolan nos limitábamos a comer de nuestros platos, se lo veía nervioso, pero quien no estaría nervioso si te están obligando a casarte con alguien que no quieres, bueno yo no lo quería como mi esposo. 

Mamá de mi propio Hermano 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora