-Capítulo 8.

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Al salir del hotel empece a manejar sin rumbo, al entrar a la carretera me di cuenta de que no quería volver en aquel estado a la casa, no quería que mis niños me vieran en ese estado, estado del cual me costaría salir. 

¿Como olvidar cuatro años de relación de la noche a la mañana?, todos los momentos que habíamos vivido, todas las promesas que me había hecho, no las olvidaría nunca, todos los te amo, nunca olvidaría. Mi vida en esos últimos cuatro años giraron alrededor de mi familia, si así se podría decir porqué la verdad no sabía desde hace cuanto saldría con Natasha. 

Conduje hasta Los Ángeles, cuando me estacione en un hotel de la carretera llame a Ali. 

-Hola.-digo sin ganas. 

-Hola!.-atiende alegre.

-Eh... te puedes quedar hasta que pueda volver a casa?.-me saco los zapatos, agarro la cartera y saco la llave del auto. 

-¿Que paso?, sí no te preocupes.

-Nada, solo no quiero ir a casa estoy cansada.-abro la puerta del auto y me bajo del auto.-Si Thomas va por allí no lo dejes entrar, cierra las puertas y pon las trabas, por más que venga con Obama tu no lo dejas entrar.

-Okey...

-Adiós.-corto la llamada.

Entro al hotel y pido una habitación, me entregaron la llave y me dirigí a mi cuarto, había pedido que me llevaran a la habitación todo el alcohol que pudieran llevarme, se que era algo inmaduro de mi parte pero me importaba una mierda, de alguna forma tenía que olvidar todo, aunque sea por unas horas. 

******

Después de tomar cinco latas de cerveza perdí la cuenta, deje las latas de cerveza de un lado y me puse a tomar champán de la botella, ya no era consciente de lo que estaba haciendo, era la segunda vez que me emborrachaba, la primera vez fue con Thomas. 

-Oh Thomas si me vieras así.-me miro en el espejo que había en el baño.-no puedo esperar para que en unos días esa....-rió.-Zorra haga que te cases con ella.-no podía parar de reír.-Y es más ni eres lindo..... todo lo contrario.-eructo.-Ups...-volví a reír.-Eres feo.-vuelvo a reír. 

Inconscientemente estaba consciente de lo que estaba diciendo, vamos los borrachos dicen la verdad ¿no?, la verdad en aquel momento parecía una mujer de unos cuarenta y pico que la habían engañado. 

-Hola?.-pregunta mi amigo. 

-Ulices.....mi buen amigo Ulices.-no podía para de reír. 

-Valen?, me llamo Thomas, donde estás?.-parecía desesperado. 

-Te llamo ese desgraciado?.... yo que tu no le vuelvo a hablar más , sabes lo que me hizo?.

-No..

-Como que no te lo contó....-me interrumpe. 

-Dime donde estar y íre. 

-Tu traerás a ese tal Thomas.... mejor ni vengas.....wuacho!.-grito riendo.-Te acuerdas de esa palabra, Wuacho.

-Donde estas?

-Wuacho, wuacho, que gracioso suena... tu eres un wuacho, Thomas es un wuacho.-rió. 

-Donde estas?

-Bien, bien ya te digo....ups casi me caigo con este vestido...escucha abre bien tus oídos.... abre bien tus oídos.-rió.-Hotel bella vista.

-Ya voy para allá.-me corta. 

-Pero que desgraciado.-tiro el teléfono en la cama.-Mejor me voy a sacar este vestido del demonio...-busco la cremallera y me lo saco.-Uf mejor.-me tiro sobre la cama. 

Mamá de mi propio Hermano 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora