-Capítulo 17.

15K 1K 178
                                    

Día 3. 

El sol entraba por la ventana, mis piernas estaban enrolladas con las de Nolan, las sabanas blancas de por medio, sus brazos en mi abdomen abrazándome, parecía una postal de película. La noche anterior parecía haberse sacado de alguna película romántica, él me había  tratado como una mujer merece ser tratada, supero mis expectativas. 

Aunque parezca ilógico hasta cuando estuve con Nolan seguía pensando en Thomas, sí pensé en él, y fue en ese momento en el que me entro una pregunta a la cabeza, ¿No había dejado de quererlo ni un poco?, la respuesta parecía ser un rotundo sí, pero mi orgullo quería aparentar algo totalmente distinto a lo que mis sentimientos. 

Pensé en levantarme y irme, pero quedaría como una cobarde y como una cualquiera. Me removí un poco y mire el reloj que había en la mesa de noche, eran las seis y media, podría haber jurado que era más tarde pero no. No me iba a quedar mucho más abrazada por Nolan, agarre con cuidado su brazo y lo fui removiendo con cuidado, lo mismo hice con el otro hasta que me pude levantar. 

Fui directo al baño y me mire al espejo, mi cabello estaba todo enmarañado, mi maquillaje algo corrido, no llevaba puesto ni el corpiño ni las bragas, busco alguna bata en el baño hasta que encuentro una y me la coloco y me pongo otra vez frente al espejo, tapo mi cara con mis manos.

-¿Que hice?.-digo en voz baja mirándome a los ojos, acto seguido me lavo la cara y voy en busca de mi ropa. 

Encuentro mi vestido tirado a un costado de la cama, y un poco más hacia la puerta encuentro el corpiño, busco las bragas y no logro encontrarlas, vuelvo al baño y me pongo lo que encontré, agarro mis zapatos, mi cartera y salgo de la habitación. 

No se lo que pensaba cuando decidí irme, porqué si yo pensaba que no lo vería más estaba completamente equivocada. 

Paso la tarjeta de la puerta y logro entrar a mi habitación, me tiro sobre la cama y dejo caer la cartera y los zapatos, comienzo a ver el techo pensado en lo que había sucedido la noche anterior, los dos nos habíamos dejado llevar por la situación, lo único que me importaba en ese momento era dejarle todo en claro a Nolan, que solo fue un desliz de una noche y ya. 

Me levanto de la cama y me meto al baño, deje que el agua fluyera sobre mí. Ya en la ducha me di cuenta de lo que había vivido la noche anterior era una especie de deja vú: hacía tres años me había peleado con Thomas, había ido a una fiesta y estuve con otro, todavía tenía esperanzas de que Thomas volviera como aquella vez, yo y mis estúpidas esperanzas. 

Al terminar de bañarme me pongo mi pijama y me vuelvo a acostar. 

******                                                                                                                                                                                         Me despierto gracias a que alguien comenzó a tocar la puerta como un demente, él o la que fuera no entendía nada de lo que era dormir después de una noche de fiesta. Refriego mis ojos y me levanto camino hacia la puerta y la abro: Bastian. 

-¿¡Donde demonios te metiste toda la puta mañana!?.-me empuja y entra a la habitación.-Hoy se supone que tendrías que hablar en nuestro puesto.-dice enojado. 

-Espera que todavía no soy humana.-cierro los ojos y bostezo.

-Me parece excelente que te estés haciendo muy amiga de Nolan, pero tu también tienes que recordar que estamos aquí por trabajo no para que te la vivas asiendo turismo.

Me quedo callada y sigo escuchando el sermón de Bastian, de porqué debo de ir a todos los lados de la conferencia, de la importancia que tiene todo eso para el buffet etc, etc. Cuando termino de hablar se fue y me dijo que a la noche teníamos una cena con él banquero que lleva las cuentas de las empresas. 

Mamá de mi propio Hermano 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora