Mamá de mi propio Hermano 2

-Capítulo 19.

Día 4.

La noche anterior había sido de la más normales que habíamos vivido desde que estábamos en Las Vegas, comimos y nos volvimos al hotel, Nolan se fue hacia su habitación y yo a la mía no quería ser tan apresurada en el tema de dormir juntos, mejor dicho me incomodaba.

Necesitaba pensar en todo, desde la pelea con Thomas había algo que me incomodaba cunado estaba con Nolan, no quería admitirlo, no quería decepcionar en todos los que confiaron en mi al volver a decir que no podía olvidar a Thomas. Me sentía mal, ¿como podía ser que con solo volver a verlo vuelvan todos los sentimientos que algún día tuve por él?, no lo había superado y tampoco creía que estando cerca del él lo pudiera olvidar y iniciar una nueva relación, lo seguía queriendo de la misma forma en la que lo quise el día uno, a pesar de todo lo que me hizo el amor que yo sentía por él persistía y prometía estar por mucho más.

Eran las cuatro de la madrugada y me había levantado angustiada no lograba recordar el sueño que había tenido, pero lo que si pude recordar fue que era triste y por alguna razón comencé a llorar, me senté en la orilla de la cama y los sollozos no tardaron en llegar, como pude me levante de la cama y me apoyé en la pared, seguí llorando me tape la cara con ambas manos y me fui cayendo hacia el suelo hasta quedar sentada.

Las cosas no salieron como pensaba, él seguía teniendo efecto en mi y no había forma de que lo ignorara él fue y sera mi primer gran amor, él que me hizo sentir segura, él que me dio todo lo que nunca había tenido; una familia de verdad y no importase lo que me había hecho, al fin y al cabo el corazón quiere lo que quiere.

Seguí sollozando por largo rato hasta que me pude levantar del suelo, me vi en el espejo que había frente a la cama y me seque las lagrimas. Me cambie de ropa y salí a tomar un poco de aire.

-Señorita, ¿quiere que le pida un taxi?.-me pregunta el botones que estaba fuera del hotel.

-No, gracias.-asiento y comienzo a caminar sin destino.

Comencé a pensar si Las Vegas no era el lugar indicado en donde pasar mi cumpleaños, necesitaba de mis hijos, ellos eran mi único remedio para todos mis males, quería hacer mis maletas y volver hacia casa pero no podía hacerle eso a Bastian, él verdaderamente confiaba a mi y no podía defraudarlo.

Me tope con una bar llamado "Y-not" y decidí entrar, estaba lleno de mesas explotadas por gente mirando hacia un escenario , había una banda creo que era tributo a Oasis, estaban cantando Stop crying your heart out, me senté en la barra y pedí una cerveza, comencé a escuchar la canción ellos realmente sonaban bien.

-Hold up hold on don't be scared you'll never change whats been and gone may your smile shine on don't be scared your destiny may keep you warm.-Tengo que admitir que al escuchar esa canción se convirtió en una de mis favoritas.-Stop crying your heart, out stop crying your heart out, stop crying your heart out.-Había terminado la presentación de la banda y decidí que me quería un rato más.

La gente que ya estaba borracha cantaban a son de la banda, yo solo miraba y escuchaba. Era la quinta cerveza que me había tomado, me levante del taburete y me dispuse a salir del bar.

Al salir todavía seguía siendo de noche, la gente caminaba como si fuese de día, entraban y salían de los casinos, bares y demás. Camine hasta un centro comercial que se encontraba abierto no había mucha gente, me dirijo hacia un Mc'donalds me había dado hambre tomar las cervezas.

Estaba en la fila y delante mio tendía unas seis personas, jugetie un poco con una tira que tenía mi cartera hasta que toco mi turno.

-Hola, ¿en que va a ordenar?.-pregunta una chica que tenía las ojeras por el piso.