Enamorada De Mi Guardaespaldas #PGP2024

capitulo 13

El agua sigue cayendo sobre nuestros cuerpos, y las imágenes de hace un rato me atacan haciéndome volver a la realidad. Me sacan de lo que parecía un sueño donde mi cabeza no pensaba y solo mi cuerpo mandaba en mi.
Mis inseguridades vuelven, mi desconfianza, mi muro se vuelve a levantar y sin decir nada mi cara cambia la sonrisa se borra de mis labios, el aplomo que tenía a desaparecido. Son tantos los malos recuerdos que vuelven a mi que no puedo hacer otra cosa que salir de la bañera dejando a Jorge solo y sorprendido por mi comportamiento.

Hace un largo rato que Jorge salió del baño y ambos estamos callados, empapados de pies a cabeza y con una toalla sobra nuestros cuerpos.Estoy sentada en el suelo con la cabeza entra mis brazos y veo sus pies a solo unos centímetros de mi, siento su mirada sobre mí todo el tiempo, si no comienza a hablar en cualquier momento soltare lo primero que me pase por la cabeza y no quiero decir algo de lo que me pueda arrepentir.
La aguja del reloj va marcando los minutos y es algo que no soporto me pone de los nervios. El frío me hace temblar, y que puedo aguantarlo más, saco fuerzas que pensaba que estaban escondidas y me levanto fijando mi mirada en la suya, sus ojos escanean los míos y sin más los aparto.
Por fin comienza a hablar y me relajo un poco, solo un poco. La conversación que viene ahora no creo que sea para nada relajada.
-¿Jessy que a pasado? ¿Porque estás así? - sus preguntas tienen respuesta, pero no será la respuesta verdadera la que saldrá de mis labios.
-Todo lo que a pasado hoy, el beso de ayer, todo a sido un maldito error. Tu eres mi guardaespaldas y no tienes nada que ofrecerme. Lo que a ocurrido a sido por que no estaba mis cabales después de todo lo que me a pasado, estaba falta de cariño pero nada más. Ahora vete, sal de mi vista y solo haz tu trabajo- Tengo que aguantar el nudo que se va formando cada vez que suelto cada palabra de mi garganta hasta llegar al final y darme la vuelta para no verle la cara.
-Lleva razón señorita,todo a si do un gran error.Pero a partir de ahora ciando este falta de cariño busque se a otro idiota que se lo quiera dar.A y otra cosa señorita algún día se dará cuenta que las clases sociales y el dinero no lo son todo en la vida-   sus palabras me caen como un balde de agua fría,su voz apagada pero a la vez dura me hacen comprender que ya no hay vuelta a tras que la mi coraza a vuelto a ganar,que mi pasado me golpea,que el idiota sigue en alguna parte de mi corazón aunque  sea en una mínima parte y que Jorge es mas que un guardaespaldas para mi.

Llevo todo el día encerrada en mi habitación,lo que parecía que iba ser un gran día a acabado en lo peor.
Apenas he tocado el desayuno,no he bajado ni a comer,mi estomago esta cerrado y por alguna extraña razón siento un gran vacío. Cada vez que recuerdo lo ocurrido el pecho se me oprime, el nudo se vuelve a formar en mi garganta y las lágrimas amenazan en salir. Este sentimiento están desconocido, se parece tanto al del pasado, pero están distinto a la vez que no se como expresar porque me siento así.
Hace mucho que decidí no volver a derrumbarme así de nuevo a causa de mi pasado y lo cumpliré. soy fuerte y soy capaz de vencer a la Jessica del pasado. La Jessica débil, la que se dejaba pisotear por todos, esa a la que daba todo lo que tenía y valoraba más a las personas. No voy a dejar que vuelva, tal y como soy  ahora sufro menos, nadie volverá a conseguir traspasar de nuevo ese muro, nadie lograra derrumbarlo porque esta vez estaré más preparada, estaré en guardia contra cualquier amenaza que se quiere interponer en mi camino.
Me levanto decidida de la cama, me coloco unos pitillos de armani negros, una blusa blanca de media manga y unas cuñas blancas de Manolo Blani. Suelto mi pelo y con el rizador me hago unos cuantos rizos, cojo mi bolso y salgo de mi habitación.
Bajo las escaleras muy deprisa, voy a la cocina a picar algo pero cuando entro por la puerta me encuentro a Jorge dándose el lote con la perra de siempre y las pocas ganas que tenía de comer son cambiadas a arcadas producidas por semejante espectáculo más que desagradable.
Me aclaro la garganta para soltar mis palabras lo más serena posible, cojo un vaso lleno de lo que parece ser un zumo que aún no han tenido el gusto de probar, me coloco lo más cerca posible haciendo el mínimo ruido para no ser descubierta y cuando estoy lo bastantemente cerca hecho el líquido sobre sus cabezas, sus bocas se separan y lentamente buscan al culpable hasta que sus ojos se clavan en mi y ya saben lo que a pasado.
La arpía me fulmina con la mirada y el solo me mira serio sin una pica de brillo en sus ojos. Mi sonrisa malvada llega a mis labios y mientras que ninguno se decide a hablar yo coloco el vaso en el fregadero y antes de salir por la puerta me giro soltando las primeras palabras que me vienen a la cabeza.
-Lo a vise si quieren follar no lo hagan sobre mi cocina, a tu zorra abrochate la blusa que no quiero ver tus asquerosas tetas y tu Perro te espero en la puerta de la casa en menos de cinco minutos sin pintalabios por toda tu cara y bien arreglado o estarás en el paro en menos de lo que canta un gallo. - Un leve dolor me oprime el pecho pero lo ignoro por completo, levanto la cabeza bien alta y sonrió cínicamente como una buena actriz a la que nada le importa.
En menos de dos minutos aparece, coge las llaves del coche y sale de la casa. Su mirada no a llegado a mi ni un momento, cuando llega al coche me abre la puerta y se monta a mi lado, va hacía la puerta de entrada y cuando estamos saliendo pregunta donde quiero ir.
-Vamos al centro que he quedado con Paul en el Corte inglés y no quiero llegar tarde- asiente con la cabeza y empieza a conducir relajadamente.
A los quince minutos por fin llegamos el silencio tan incómodo que hemos pasado me hacía querer pegar a alguien un par de golpes a ver si así me tranquilizaba.
Aparca el coche y me abre la puerta, mis pies tocan el suelo, empezó a caminar sin decir ni una palabra pero sus pasos se oyen firmes y seguros de tras de mi.
Cruzo la calle para entrar en el centro comercial cuando en la puerta unos ojos a los que creía que no volvería a ver nunca más se clavan en los míos, una sonrisa aparece en su cara, mi seguridad desaparece mis piernas empiezan a temblar, mi cabeza me da vueltas, pierdo el equilibrio mis rodillas tocan el asfalto, mi cabeza pesa y cuando ya no puedo más mis ojos se cierran a la vez que mi cabeza toca el frío suelo.

Aquí estoy de nuevo prometí a alguien escribir más a menudo y lo he prometido. Espero que lo disfrutéis a partir de ahora escribiré cada dos días sin faltar un beso enorme.