Enamorada De Mi Guardaespaldas #PGP2024

Capitulo 49

Estos días han sido geniales estoy enamorada de esta ciudad, pero como ya sabía desde el principio  que este viaje terminaría si o si. Hoy es el último día en Italia y me pone un poco triste, lo hemos disfrutado como locos  a sido un viaje inolvidable. No tengo ganas de levantarme de la cama y que el día pase y volver a Madrid, no tengo ganas aún no.

No a durado mucho las ganas de seguir tirada en la cama porque mi querido novio me a llevado a la ducha como si fuera una niña pequeña. Me ducho como una niña buena, cuando me voy a vestir Jorge me coge de la cintura y me impide hacerlo.

- Me encanta estar así contigo pero como no nos demos prisa nuestra querida amiga acabara con nosotros.- se echa a reír pero no me suelta.

- Hay algo que no os hemos dicho Paul y yo, hoy es un día en pareja una sorpresa para las dos de nuestra parte.- me giro y busco sus ojos para comprobar que no es una broma.

- ¿ Los dos solos?, ¿ Y que vamos a hacer?- la ilusión me invade y no puedo dejar de preguntar.

- A ver amor tranquila, si vamos a estar solos y no te voy a decir lo que vamos a hacer, es una sorpresa tu solo disfruta.-

- Pero no me hagas esto, no me gusta no saber lo que vamos a hacer me pone nerviosa.- se vuelve a reír y yo le pego en el brazo.

- Una vez me lo hiciste tu, pues ahora me toca a mi y que mejor que la ciudad del amor para ello.- le abrazo llena de alegría y me dejo hacer.

- Vale pero no me hagas a hacer algo que no me guste o te matare.- 

- Nunca pequeña, ahora ponte algo cómodo que nos espera la primera aventura.- vuelo hacía el armario para buscar algo que ponerme.

Después de una larga media hora por fin decido mi ropa, opto por unos vaqueros negros rotos, una camiseta de media manga de prada, una chaqueta de cuero negra y unas vans. Todo lo acompaño con una pequeña mochila y un maquillaje informal. La ralla y un poco de brillo en los labios.

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Hemos dejado el hotel hace ya una hora y seguimos en el taxi, en las piernas de Jorge descansa una venda de color negra. Estoy segura que todo el día va a ser así. La primera parada es un pequeño restaurante de esos hogareños que salen en las películas antiguas. Cuando entramos dentro parece que todo ya estaba organizado para este momento, nos llevan a una mesa alejada del resto llena de pétalos de flores y dos velas. No puedo evitar emocionarme al ver algo tan bonito, Jorge me aparta la silla para que tome asiento como si fuera una princesa y este acto me hace emocionarme mas.

- Mi amor no llores, que todo esto solo acaba de empezar.- limpia las lágrimas de mis ojos con las yemas de sus dedos y me coge de la mano.

- Te quiero Jorge, no sabes cuanto.- lleva mi mano a sus labios y me da un pequeño beso a la vez que una sonrisa enorme aparece en sus labios.

- Yo también te quiero, siempre juntos nunca lo olvides.- nos decimos unas cuantas mas palabras de amor mientras que la comida llega y disfrutamos de todo, pero mas de nosotros, de nuestra unión. 

La comida, el restaurante y sobre todo el me han derretido el corazón de amor. Volvemos a coger un taxi, después terminamos en una lancha o es lo que me parece a mi por el ruido y está vez la venda me acompaña todo el recorrido hasta el siguiente plan. Mis nervios y esta maldita venda van a volverme loca, no me gusta no saber donde voy y menos llevar esto molestándome todo el tiempo. Si estoy aguantando todo esto es por el y por lo mucho que le quiero y la ilusión que me hace todo esto.