Enamorada De Mi Guardaespaldas #PGP2024

Capitulo 44

El día de ayer fue genial, no me puedo creer lo bien que hemos congeniado Paula y yo. Tenía tanto miedo de no caerla bien que me comí la cabeza para nada. Es una persona increíble, es normal que Jorge la quiera tanto.

Hoy  parece que va a ser un gran día, hemos quedado a comer con Paul y Ana ya que hace un tiempo que no nos vemos. Y hasta ahora no me había dado cuenta de lo mucho que los echo de menos. Antes pasábamos todos los días juntos, pero ahora entre el trabajo y los estudios casi no nos vemos. Además me apetece compartir mi felicidad con ellos.

Bajo ha desayunar llena de energía, busco a Jorge por toda la casa pero no hay señales de el por ninguna parte. Tengo tantas ganas de recibir mi beso de buenos días que me deprimo al instante. Voy hasta el comedor desanimada, pero cuando voy a entrar por la puerta unas manos me cogen por la cintura impidiendo que siga andando.

- ¿ Me buscabas?- la voz de Jorge se oye como un susurro en mi oído, y no puedo evitar sonreír como una estúpida de alegría.

- Para nada, buscaba a mi madre pero parece ser que no esta en casa.- un gruñido suena a mi espalda, sus brazos me sueltan y me da la vuelta para quedar frente a frente.

- Jessy no me hagas enfadar de buena mañana, sabes perfectamente que tu madre no suele estar por las mañanas. Y si no quieres quedarte todo el día sin besos será mejor que me digas la verdad.- intento no sonreír de verdad que lo intento pero están mono que no puedo evitarlo.

- Vale tu ganas, te buscaba porque aun no he recibido mi beso de buenos días.- una sonrisa de triunfo aparece en su cara.

- Pues a que esperas para venir a por el.- y sin más que decir unimos nuestros labios en un beso que nos quita el aliento a ambos.

La mañana a  vuelto a tener ese brillo en este momento, sus besos, el me quita el aliento. A veces me da miedo todo lo que siento por el, en tan poco tiempo a conseguido lo que nadie. Si estuve muy enamorada de Steven pero lo que siento por el no se puede comparar con lo que sentí por ese cretino en  el pasado. Me complementa a la perfección, me entiende mejor que nadie, me sabe calmar, no necesitamos hablar con solo mirarnos a los ojos ya sabemos si algo va mal o lo que sentimos. 

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Desayunamos tranquilamente sin preocupaciones, disfrutando de este pequeño momento juntos. 

Saboreo las tortitas con nada tranquilamente disfrutando de los sabores. Jorge en cambio a optado por unas tostadas con mermelada de fresa y mantequilla. No puedo evitar fijarme en la comisura de sus labios cuando me doy cuenta de que han quedado manchados de mermelada. Me levanto  de mi silla y me acerco a el poco a poco sin decir nada,  levanta su cabeza y cuando lo hace pego mis labios a los suyos chupando con mi lengua la mermelada de sus labios. Al conseguir mi propósito vuelvo a mi sitio en silencio dejandole sin saber que decir.

- ¿ Señorita traviesa me puedes decir que a sido eso?.- levanto la cabeza de mi plato y le sonrío como una niña buena.

- Nada tan solo quería comprobar si la mermelada sabía mejor en tus labios.- me sonríe de lado y me derrito literalmente de amor.

- ¿ Y sabe mejor?- una sonrisa picara aparece ahora en su cara.

- Si no sabes cuanto.- se levanta y pega su silla a la mía.

- ¿ Puedo probar yo a que sabe la nata en tus labios?.- le miro divertida y asiento con la cabeza. Me llevo un poco de nata a mis labios y poco a poco los acerco a los suyos. Delicadamente succiona la nata de mis labios antes de besarme dulcemente.  Nos perdemos el uno en los brazos del otro dejando todo a un lado. El tiempo se a parado de golpe para los dos mientras que nos besamos, pero de repente algo nos hace volver a la realidad de golpe. Un carraspeo incomodo se oye detrás de nosotros. De verdad mataría a la persona que se a atrevido a terminar con este gran momento. Separamos de golpe nuestras bocas y cuando levanto la cabeza para fulminar con la mirada al causante de nuestra separación me quedo de piedra y todos los colores del mundo están ahora mismo subiendo a mi cara.