6.- Cuando fue que la barrera se rompió?

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Narra Lucia

Estaba soñando como siempre con ella, pero algo raro sucedió, yo me abalancé sobre ella y la besé, -esto cada vez se pone mejor- pensé, entonces sentí como me tomaba por la cintura y pegaba nuestros cuerpos, ya no podía pensar en nada, mi mente quedo en blanco, mi corazón latía rápidamente y el suyo también, se sentía tan real, lástima que es solo un sueño, o eso fue lo que pensé. Al abrir mi ojos seguía sintiendo aquel beso, nos seguíamos besando, yo sentía su calidez, su ternura, su aroma, pero cada vez que parpadeaba no sentía que despertaba, ella seguía allí, nos seguíamos besando, sentía como su mano se deslizaba sobre mi espalda, eran suaves y tan delicadas, eso hizo estremecer cada parte de mi cuerpo, hasta que por fin me callo el veinte de lo que estaba sucediendo, esto no es un sueño, es una realidad. Me deje llevar por el momento y correspondí sus caricias, mi brazo izquierdo seguía en su cuello mientras mi mano derecha jugueteaba por su cuerpo. Yo estaba súper caliente, la quería cerca mío, no entiendo como antes no le pude haber hablado, soy una estúpida, pero lo importante es el presente, en el cual las dos éramos las protagonistas.

-Pero qué demonios??!!- se oyó proveniente de la puerta, eso hizo que detuviéramos nuestro tan fantástico beso, separamos un poco la cabeza para podernos vernos a los ojos, esos ojos castaños tan cerca mío, no lo podía creer, era la cosa más bella que vi en mi vida, ese brillo, ese chisporroteo que emanaban sus ojos hizo que mi barrera contra el amor desapareciera. Entonces volví al mundo real, en nuestra cara una gran sonrisa se dibujaba, el deseo que ambas sentíamos se desbordo por un instante. Las dos espabilamos y ambas nos comenzamos a poner tan rojas como un tomate, yo saque mi mano de debajo de su blusa y me empujó hacia atrás, cayendo yo en mi asiento, y así la mire, toda nerviosa, puso sus manos sobre su cara, pero era demasiado tarde, ya había visto lo ruborizada que estaba. Voltee a ver el motivo de nuestra separación, era Maribel, que estaba con su boca abierta, hasta podía ver su garganta, solo entonces me percate que mi cara estaba súper caliente, me altere y me recosté en la paleta del mesabanco. Mientras tanto seguía pensando, Como fue que llegamos a eso?, realmente no lo recuerdo.

Narra Vanessa

Yo me seguía tapando la cara, estaba súper ruborizada, pero a pesar de eso todo valió a pena, porque he besado a la persona que amo. En eso sentí como me jalaban del brazo, en eso pude ver como Lucia estaba recostada en su mesabanco, la vi en cámara lenta, vi como tenía su oreja súper rojísima, eso saco una gran sonrisa por mi parte, era el momento más feliz de mi vida. Voltee y mire como Maribel me jalaba del brazo fuertemente, tenía una cara de estupefacción que no era normal. No fuimos muy lejos, de hecho ni siquiera salimos del salón, solo me saco de la hilera de mesabancos, dejándome parada justo delante de ella.

-Me puedes explicar qué demonios estaban haciendo!!, mírate, estas toda roja-dijo con una voz de incredulidad, su voz resonaba por todo el salón, así que era lógico que Lucia la oyera. Voltee a ver a Lucia para ver su reacción, pero ella solo se metió mas entre sus brazo tapando por completo su cara.-no la mires a ella, y dime, porque se estaban...-varios compañeros entraron, al parecer Maribel no quería que se enterara nadie de nuestro secreto, entonces ella se acercó a mí y me susurro al oído -esto no se va a quedar así- y se fue a sentar a su lugar. Yo fui rápidamente al baño y me mire al espejo, y efectivamente, a pesar de haber pasado un tiempo desde aquello mi cara no dejaba de parecer semáforo, así que decidí entrar a un baño a esperar que el color de mi cara volviera a la normalidad.

Sonó el timbre de entrada y yo seguía rojísima, no podía dejar de pensar en cómo se sentía su piel suave, sus gentiles caricias, lo carnoso de sus labios, en mi mente recreaba cada segundo una y otra vez. Decidí salirme del baño he ir hacia el salón, no podía quedarme todo el día en el baño, así que me arme de valor y fui hasta allí.

Llegue a la puerta del salón, estaba cerrada, pero los vidrios me delataban. No pude evitar mirar a Lucia, ella seguía en la misma posición de hace rato, no lo puedo creer, seguirá pensando en eso?. Toque la puerta y el profesor abrió casi de inmediato, pareciese que me estuviera esperando.

-Buenos días señorita Vanessa, que bueno que nos acompaña de nuevo en este nuevo curso escolar-dijo en tono de burla mientras todos en el salón comenzaron a reír. Entonces el me miro más detenidamente, puso una cara de preocupación y dijo -se siente mal?, no tendrá calentura?, está muy roja, porque no va a la enfermería?- en eso pude observar como Lucia rápidamente levantaba la cabeza, me miraba fijamente a los ojos, el mundo se detuvo, éramos solo ella y yo, lo rojo de nuestras caras incremento considerablemente, pero eso no nos importaba, ella me tenía a mí y yo la tenía a ella, nada más importaba, excepto el amor que nos profesábamos.

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Si alguien ha llegado a esta parte de la historia les agradezco de todo corazón que me regalaran un poco de su tiempo para leer mi historia. Espero que sigan disfrutando de ella tanto como yo lo hago al escribirla. Por su atención muchas gracias.

No dire que es amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora