8.- Asumiré ese riesgo por ti.

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Narra Vanessa

Ha pasado una semana desde aquel día, no nos hemos vuelto a hablar, a pesar de quererle hablar, ella me evita. Mi corazón está destrozado. A pesar de no conocerla al 100% puedo mirar atreves de esa falsa sonrisa que le muestra a todos, yo sé que ella también tiene el corazón hecho pedazos.

Estaba en casa de Maribel haciendo un proyecto cuando puse y una cara afligida recordando a Lucia.

-Que sucede Vane? - me preguntó mi amiga Maribel con tono preocupado - has estado muy deprimida desde la semana pasada, ahora que recuerdo, cuando ustedes dos volvieron de la enfermería ambas tenían sus ojos hinchados, dime, que paso?, talvez pueda ayudarte- su voz fue muy convincente, a pesar de ser un problema entre Lucia y yo, sabía que no lo podía enmendarlo yo sola.

- La verdad es que me gusta mucho Lucia

- Eso ya lo sé, no recuerdas que las vi en plena escenita

- Si tienes razón-me ruborice un poco y proseguí- ambas nos confesamos en la enfermería, pero ella simplemente se cerró, dijo que tenía miedo -en ese momento me quebré, mi voz se entrecortaba y comencé a llorar- no sé qué hacer Mari, yo la quiero demasiado, pero ella, ella.....-me abrazo, comencé a llorar en su hombro un rato hasta que me tranquiliza.

- Ya estas más tranquila?

- Si- respondí mientras separaba mi cabeza de su hombro

- Mira, lo que yo creo es que ella tiene miedo de muchas cosas, tiene miedo de que la sociedad no las acepte, tiene miedo de que intenten separarlas, tiene miedo de que se burlen de ustedes y sobre todo, de seguro tiene miedo de sacar todo eso que tiene atorado dentro- me quede anonadada, puede que tuviera razón, puede que mi Lucia estuviera teniendo una lucha incesante entre su corazón y su cerebro, ocupo ayudarla, tengo que ayudarla.

- Mari, tienes razón, lo que necesito ahora no es estarme deprimiendo, necesito ser fuerte para ayudarla, la salvare de esa obscuridad que la embarga. Muchas gracias por todo

- Espera, ya estoy demasiado metida en esto como para ver a la distancia, no te preocupes, no voy a intervenir directamente, solo quiero que mi amiga sea feliz con la persona que ama.

- Muchas gracias por todo, eres la mejor- me abalance a abrazarla con una sonrisa de oreja a oreja

- Por cierto, me debes una dona por esto

- Te daré dos, rellenas de jalea de fresa

- Me encanta negociar contigo- nos comenzamos a reír entre nosotras

*********Al día siguiente en la escuela*********

Era la primera hora, yo estaba deseando hacer mi primera jugada, aunque no la tenía planeada sé que Dios nos apoyara, o eso  creo. Entro la profesora Minerva, de literatura, la más malvada y cruel de todas.

-Buenos días jóvenes, ya sé que es repentino, pero es para que aprendan a trabajar a presión, para el día de mañana me tienen que hacer un ensayo del libro Romeo y Julieta, y antes de que me empiecen a renegar les daré un bonus porque me caen bien, pueden juntarse en equipos de 6 personas para el trabajo, pero eso si por cada persona se necesita escribir un ensayo y al final entre todos escribir una conclusión. Por cierto, si alguien se opone les pongo otro libro. 

Mi corazón volvió a la vida, las esperanzas volvieron, Mari y yo somos dos y ellas eran cuatro, era perfecto, gracias dios, ahora solo falta integrarnos. Voltee a ver a Mari y ella se paró, me guiño el ojo y fue hacia aquella bolita de amigas. No pude evitar ver todos los movimientos de Mari, platico con ellas un rato y todas voltearon a verme, a excepción de Lucia, ella seguía mirando el piso. Al cabo de un rato Mari me invito a unirme a la bolita, a lo que yo accedí y comenzamos a platicar sobre el ensayo

No dire que es amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora