Desesperación, impotencia y angustia.

7.8K 250 25
                                    

Narra Lucia

Estaba recostada en el sofá donde he dormido durante varias semanas, a pesar de ser un espacio sumamente limitado me movía de todas las formas posibles para conciliar el sueño. Aun recordaba la impotencia, la amargura, la soledad, pero sobre todo recordaba y todavía siguió sintiendo aquella inmensa angustia. Mi madre se sorprendió mucho cuando me vio corriendo para tratar de detener a Vanessa, aunque tan rápido como llego se fue. Después de que ella se fue no he podido sentirme tranquila, y más aun con esa psicópata aun lado suyo. Trate de llamarla un sin fin de veces, pero ella nunca contestaba, también le mande mensajes de texto, los cuales tampoco contestaba, quiero pensar que no me contesta por que su madre se lo prohibió, pero eso no me hizo desistir de escucharla, de saber que todo estaba bien. 

Paso bastante tiempo para que por fin pudiese dormir. Cuando por fin pude llegar a un sueño profundo unos fuertes golpes provenientes de la puerta me despertaron al instante, creí que era mi imaginación, pero los fuertes golpes se hicieron otra vez presentes. Escuche como rápidamente mi madre bajaba por la escalera, los golpes en la puerta se volvieron a oír, me senté en el sofá rápidamente, eso ya me estaba asustando. Al llegar mi madre a la puerta la vi dudosa, pero su temor era razonable, con extremo cuidado quito el seguro de la perilla y la giro un poco, en ese momento la puerta se abrió bruscamente, tanto que tanto mi madre como yo nos quedamos atónitas, en menos de un segundo la madre de Vanessa entro como alma que lleva el diablo y comenzó a indagar por toda la casa, mi madre trato de detenerla, pero a esa locomotora no la detenía absolutamente nadie. Poco después de escudriñar toda la casa se paro frente mío, no pude evitar observar que si su mirada matara ya me hubiera matado un par de veces. Se acerco intimidadoramente, me desplace lo más posible hacia atrás, pero el respaldo me prohibió seguir retrocediendo, ella coloco cada mano a centímetros de mi cabeza y poniéndolas en el respaldo, dejándome sin escapatoria. Su cara estaba cerca de la mía, no podía mantenerle la mirada, ya que la de ella emanaba odio, ira, amenaza, era un torbellino de emociones no muy placenteras.

- Donde esta - gruñó, con ese tono de voz tan atemorizante que mi piel se erizó al instante.

- De...que....está hablando? - estaba lo que sigue de nerviosa, aunque más de nervios era miedo, miedo de descubrir algo deseaba que fuera solo eso, una suposición

- No te hagas la inocente, donde esta mi hija?!!! - si mi piel ya estaba erizada ahora sentía un frio invadiendo cada rincón de mi cuerpo < no puede ser, si no está en su casa, y no esta aquí.....por favor dios, que no sea lo que supuse en un principio > mis lagrimas comenzaron a hacer su aparición, aquella alterada mujer se apartó de mi rápidamente, se veía confundida.

- Donde esta Maribel? - pregunte con mi voz entrecortada, levante mi mirada para enfocar mis ojos con su mirada, la cual seguía llena de ira con un toque de confusion.

- Que tiene que ver...

- DONDE CARAJOS ESTA MARIBEL!!??? - las posiciones se cambiaron, ahora era yo la que estaba llena agonía y suplicio, mientras que era su mirada la que se mostraba intimidada. Por mi mente pasaban imágenes aterradoras, mi corazón estaba palpitando rápida y fuertemente, sentía que en cualquier momento podía salirse de mi pecho. Quería averiguar fervientemente donde se encontraba la psicópata, ya que tenía la esperanza de que mis pensamientos fueran erróneos. Mis ojos desafiantes interrogaban fríamente a aquella temerosa señora, al no responder mi cuerpo reacciono solo, me levante lentamente ante la mirada atónita de aquella mujer.

- Desde cuándo - su voz temblaba, seguía en estado de shock, pero eso no me hizo apiadarme de ella, la tome por el cuello de su camisa, ella se altero y comenzó a retroceder, yo seguí sus pasos hasta que a pared la obligo a detenerse

- Responde!! - Maribel estaría orgullosa, no es algo que me gusta hacer, pero si algo me ha enseñado esa chica era a ser amenazante, fría y cruel. Ya me estaba exasperando su actitud, solo abría y cerraba la boca, tenía unas ganas inmensas de tomarla por los hombros y zangolotearla para que espabilara, pero estaba segura que ni así obtendría una respuesta.

- Ammm....este...aaaa - balbuceaba y yo me desesperaba

- POR UN CARAJO, DIGAME DONDE DEMONIOS ESTA MARIBEL - se veía realmente intimidada, solo cuando descifre sus ojos, los cuales mostraban horror e incertidumbre pude darme cuenta de que estaba siendo algo injusta con ella. Trate de calmarme, la solté y di un paso hacia atrás - lo siento, pero por favor, dígame, sabe donde esta Maribel? - mi respiración volvía poco a poco a la normalidad, pero mi corazón seguía igual de alterado. Al igual que yo la mujer se fue tranquilizando, dio un largo suspiro y me miro directo a los ojos.

- Lo siento, no sé donde esta - mi corazón estaba al borde del precipicio, mis piernas comenzaba a temblar, las emociones que estaban ya calmadas volvieron a surgir, pero esta vez no podía siquiera mover un dedo. - ayer ella se quedo a dormir con Vanessa, pero en la mañana ya no estaban en la casa, me imagine que ella había venido y que Maribel la había seguido - mi mundo volvía a derrumbarse < por favor dios, que no se la haya llevado > la incertidumbre me mataba poco a poco, todo mi cuerpo temblaba, estaba comenzando a sudar frio.

- No se la pudo haber llevado - mi boca se movió sola, su madre quedo un tanto desorientada y se acerco a mi

- Pero qué?..- no sé si dijo algo mas porque salí corriendo, abrí la puerta velozmente, escuchaba algunos gritos detrás de mi, pero no me importaba en lo mas mínimo, corrí con desesperación hacia la casa de Maribel, sentía que nunca antes en mi vida había corrido tan rápido en mi vida, es irónico pero es verdad, el cansancio fue olvidado, solo tenía un objetivo fijo en mi cabeza, y era encontrarla. Tan pronto como llegue a su casa toque, bueno golpee la puerta lo más fuerte que pude, nadie me respondió, por lo que reitere los golpes a la puerta; después de 5 minutos esperando ya estaba desesperada, no iba a esperar más, tenía que encontrarla. Tome una de las piedras de decoración que tenia fuera de su casa y sin pensarlo dos veces la lancé hacia una ventana de su casa. El ruido que hizo el vidrio al romperse fue escuchado por toda la cuadra, pero eso no me hizo retroceder, al contrario, me introduje a su casa por el orificio que había creado. Al entrar busque por toda la casa, abrí cada puerta, observe por cada rincón, por debajo de cada pequeña cosa, pero no había nadie. Estaba en la planta baja, ya había recorrido la casa entera 5 veces, pero no había ni rastros de ella, pero lo que más me afecto fue ver que en su armario casi no había ropa, pero si muchos ganchos, busque alguna maleta, pero no había ninguna maleta o mochila en ninguna habitación. Puse mis manos en mi cabeza, mis nervios estaban a flor de piel, me recargue en alguna pared y fui descendiendo poco a poco hasta quedar en posición fetal recargada en la pared. Mi llanto llego inmediatamente, en mi interior sentía un agujero sin fin, como un hoyo negro, el cual absorbía imágenes, recuerdos, deseos, y muchas cosas que pasaban por mi cabeza. El dolor que sentía en mi corazón era el más grande que había sentido en mi vida, ya nos habíamos reconciliado, nuestro lazo se volvió sumamente vigoroso y para que nos separaran esto tenía que pasar. En medio de mi llanto sentí una vibración proveniente de mi bolsillo, no me entere cuando había introducido mi celular a mi bolsillo, pero allí estaba, lo tome con mis manos temblorosas y pude observar que tenía un mensaje, limpie mis lagrimas con la manga de mi polera y leí aquel mensaje proveniente de un número desconocido

Había decidido no decirte nada, pero no quería que siguieras buscando en vano, además me encantaría ver tu cara en estos momentos, y más aun cuando te diga que tengo a tu amorcito conmigo, realmente detesto no poder tu expresión en este momento, de seguro seria una vista exquisita, pero solo te diré una cosa antes de despedirme: relájate, ahora seré yo la encargada de la felicidad de Vanessa. Adiós y hasta nunca. Atte. La futura prometida de Vanessa

El celular cayó al piso al acabar de leer aquel mensaje, si mi corazón ya estaba en lo más profundo de las tinieblas ahora se había fundido con esta, estaba en un estado de shock, mi cabeza daba vueltas cada vez mas rápido, mi vista se comenzaba a nublar y mis fuerzas se esfumaban, < Vanessa, te encontrare, juro que te encontrare > pero en el estado que me encontraba en ese momento no podía ni sostenerme yo misma. Trate de levantarme, pero mi cabeza seguía atormentándome, me mire en el espejo que se encontraba frente a mí, y me vi con una palidez extrema, trate de dar un paso, pero mis fuerzas fallaron y caí al suelo, mis parpados me pesaban cada vez más, a pesar de no querer cerrar mis ojos y luchar contra esa sensación la debilidad que sentía me domino y me desmaye sin poder evitarlo. 

No dire que es amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora