No dire que es amor

1.-El comienzo de una tortura interna

Después de un mes de vacaciones ya era tiempo de entrar a la escuela, estaba algo feliz ya que podría volver a ver a mis amigas y quizás poder tener un novio, ademas era mi ultimo año en la prepa, así que no podía estar tan mal. 

Llego el lunes y yo,a regañadientes me aliste, desayune y partí rumbo a la escuela. Ya en el salón de clases vi a mis amigas y me fui a sentar con ellas en los últimos asientos del aula; allí conversamos de nuestras vacaciones y de como el tiempo había pasado como un pestañeo.

-Dios, no puedo creer que falte solo un año para salir de aquí - dije entusiasmada.

-Ya lo se - respondió mi amiga Carolina - pero aun no se que estudiar.

-Ya somos dos - le respondí mientras le chocaba la mano - ya va siendo hora de que decidamos, no crees?

-si, tienes razón - me respondió - pero hoy no, quizás mañana. 

Yo aun tenia sueño, algo normal en el primer día, después de muchas desveladas despertarse a las 5:30 de la mañana es horrible, así que decidí recostarme un rato en en la paleta de mi pupitre para descansar un rato.

 Paso un rato y al no poder conciliar el sueño levante la cara y la vi, entrando por la puerta, una chica divina, pelo castaño, ojos castaños y el cuerpo de una diosa, a pesar de tener algunas imperfecciones en la cara no me importaba, estaba embobada con ella, para mi esa chica era perfecta. Cruzamos miradas pero ella agacho la suya, se me hizo tan tierna que mi corazón no parada de palpitar rápida y ferozmente; ella se sentó al frente, en un mesabanco donde yo la podía ver perfectamente, y así me quede, recostada en mi mesabanco viendo a aquella bella chica hasta que el profesor llegó.

-Buenos días jóvenes, ya muchos me conocen pero hay algunos nuevos que no, yo soy el profesor Matrin, desde hoy seré su maestro asignado a matemáticas 5, espero que este año podamos trabajar tranquilos y sin complicaciones. Bueno, como ya es tradicional vamos a presentarnos comenzando por la primera fila, señorita por favor comience.

En ese momento desperte fugazmente, ella iba a hablar, mi musa iba a pronunciar palabras, me puse muy nerviosa, las mariposas en mi estomago no paraban de revolotear, y cuando ella hablo me fulminó.

-Buenos días a todos, me llamo Vanessa, pero pueden decirme Vane, tengo 16 años y espero poder llevarme bien con todos ustedes.

Su voz era hermosa, tan dulce como la miel, por dios que ella me encantaba, me quede observándola hasta que llego mi turno de hablar, me levante de mi asiento y comencé la clásica presentación.

-Buenos días, mi nombre es Lucia, el año pasado estuve en esta misma escuela - mire de reojo a Vanessa y vi que me estaba mirando, me puse super nerviosa, sentía que mi cara poco a poco se calentaba, no lo podía creer, si no acababa esto rápido me pondría muy colorada - y tengo 17 años, espero no reprobar, gracias - me senté rápidamente, puse mis manos sobre mi cara para calmarme, no podía evitar pensar en como me miraba, con esa mirada angelical me derretía por competo. Pero algo me vino a la mente, ambas somos chicas, no deveria de estar sintiendo algo por ella, esto no puede ser, debo controlarme, no me debo de acercarme a ella, porque si lo hago se que mis sentimientos hacia ella comenzaran a crecer inmensamente;  y así fue como decidí no tener contacto con ella, a pesar de tener una bola de sentimientos por ella no la iba a perjudicar, no le quiero hacer algo que la lastime, nunca le diré que lo que siento por ella es algo parecido al amor.