No dire que es amor

Del cielo al infierno en un segundo.

Narra Lucia

Llegamos al parque, y como ya era tarde no habia gente. Nos encaminamos hasta unos colimpios que allí se encontraban, no sentamos en ellos y los torcimos, quedando frente a frente.

- Hoy a sido un dia maravilloso - dijo Vane mientras una gran sonrisa se le escapaba - es una pena que ahora no tengamos que separar - una triste mirada se vio reflejada en su rostro, ya era tarde, y por supuesto teniamos que volver a nuestras casas, pero no sin antes darle una pequeña sorpresa a mi Vanessa. 

- Tienes razon, pero no hay motivos para que nuestra felicidad termine aqui - ella me miro extrañada - te tengo una sorpresa - yo me puse de pie frente a ella y poco a poco fui bajando hasta llegar a tocar el suelo con una rodilla, su mirada de sorpresa se hizo presente.

- Que estas haciendo? - yo no respondi, de la bolsa de mi chamarra saque una pequeña caja, y la abri dejando al descubierto su contenido. Eran dos collares, los cuales tenian un anillo en cada uno de ellos, no eran muy costosos, pero la mirada de gran asombre de Vanessa hizo de esos anillos la cosa mas presiada del mundo.

- Vanessa, se que no soy perfecta, se que me aparte por ti por un miedo que me aquejaba, no me daba cuenta de que mi egoismo te doliera tanto, en medio de la obscuridad tu fuiste mi luz y me salvaste. Tu eres la razon de felicidad, tu eres la razon de que no pueda dormir sin pensar en ti, tu eres la razon de que mi mundon este de cabeza, por eso quisiera pedirte un deseo egoista, dejame ser yo quien produsca esas sonrisas, dejame ser yo quien te abraze y te bese, dejame ser yo la persona que camine a tu lado el resto de tu vida. - No se en que  momento puso sus manos en su cara, y mucho menos me di cuanta de cuando habia comenzado a llorar, pero solo una cosa importaba, atravez de una pequeña rendija pude observar como una gran sonrisa, en ese momento supe, que mi deseo egoista se hacia realidad. Solo faltaban cinco palabras para terminar mi oracion - Vanessa, quieres ser mi novia? - su llanto se intensifico, y ella se lanzo sobre mi con los brazos abiertos, podia escuchar su llanto en mi oido, y con voz entrecortada dijo

- si quiero!! - a pesar de ya saber su respuesta de ante mano me lleno de felicidad oir esas palabras provenientes de su boca. Asi nos quedamos un tiempo, hasta que deje de escuchar a Vanessa llorar, se aparto de mi hombre y me miro a los ojos, y con una voz clara y audible me dijo - si quiero ser tu novia - y pego sus labios en los mios. El beso fue tierno, las dos seguiamos un compas unisono. Poco a poco no hibamos levantando, sin separar nuestros labios. Yo recorde algo importante, me despegue de los tiernos labios de Vanessa y de la pequeña caja tome un collar. Ella intuyó lo que queria hacer, por lo que me dio la espalda y recogio su pelo, delicadamente le puse aquel collar en su deslumbrante cuello. Al aberselo puesto ella volteo y tomo el collar restante, al igual que ella le di la espalda, me tome el pelo y me coloco el collar, sus brazos rodearon mi cintura y uno pequeños besos en el cuello hicieron que me estremeciera un poco. Yo rote en sus brazos, quedante a unos cuantos centimetros de su cara, yo tome su cintura y la pegue a mi cuerpo fundiendonos en un beso sin fin. El momento era unico, dos amantes que se encontraban uniendo sus almas, nada podia destrozar este momento o eso es lo que pensaba.

- Miren nada mas lo que tenemos aqui, son un par de lesbianas - una terrible voz nos sorprendio, nos separamos y vimos como tres sujetos de muy mala pinta nos acechaban, yo instintivamente coloque a Vanessa detras mio.

- Que quieren? - pregunte mientras mi mirada se clavaba como cuchillo en los ojos del sujento que nos intimaba.

- Miren chicos - hablo el mismo sujeto de antes -la lesbiana saco sus colmillos - el se acerco a mi quedando a un paso de distancia - vamos chicas, porque no se dan un besito entre ustedes para nosotros - yo me enfureci bastante, mi cara reflejaba odio, yo estaba realmente cabreada - jajajaja, chicos miren su cara, a que no es tierna? - los otros dos sujetos de acercaron y se pusieron cada uno al lado de el, sus miradas llenas de lujuria y deseo me irritaban. Uno de los sujetos me quizo tomar la mano, a lo que yo rapidamente la quite.