CAPITULO 7

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La noche llegó más rápido de lo que ella esperaba.

Lupita: Pareces nerviosa Rob

Terminando los últimos retoques de su maquillaje, sin esmerarse demasiado.

Roberta: Para nada... Estoy bien

Ese era el problema, ¿Porque tan nerviosa? Javier no le movía ni un solo pelo.

Luján: Si, si... (Con una mirada pícara) está nerviosa por su cita...

Roberta rió un poco entristecida

Lupita: (Acercándose a ella, echándole el cabello para atrás cariñosamente) ¿Estás bien?

Roberta: (Poniendo su mano encima de la de Lupita y mirándola en el espejo) Si Lupe... Estoy perfectamente (con una sutil sonrisa)

Quizás era su manera de pedir ayuda, a través de la mirada. Quería gritarlo, no estaba bien. Quería levantarse y llorar, gritar y abrazarse a sus amigas donde podría buscar consuelo. Explicar que no podía ver a Diego con otra, que no lo aguantaba, que la mataba por dentro; pero aquella coraza... Mal*dita coraza. Lupita, a pesar de ser tan diferente a Luján y a ella, era la persona ideal para aquellos consejitos que tanta falta le hacían, pero era incapaz. Llamaron a la puerta inesperadamente.

Luján: ¿Y ahora quien debe ser? (Dirigiéndose a abrir)

En la habitación de Diego.

Tomás: Si, tranquilo, puedes marcharte a descansar ya, se ha quedado dormido.

Miguel: Bien, entonces... Muchas gracias por cuidar de él también

Giovanni: Bueno, esta situación no es fácil para nadie, parece que estemos todos implicados, está afectando al grupo...

Tomás: Se pasará, tranquilos. (Girándose a mirar a Diego)

Giovanni recogia el desorden que su compañero había organizado en aquel ataque de rabia.

Tomás: Jamás habia visto a Diego así...

Giovanni: Ni tú ni nadie Tomás...

Tomás: (suspirando, se sentó cerca de la cama de Diego) En parte lo envidio ¿sabes? Debe de sentir algo muy fuerte por Roberta

Giovanni: Si... Y quien se lo hubiera imaginado ¿eh?

Miguel quiso ir a ver a Mia antes de ir a dormir

Mia: ¡Miguel! ¿Que tal está? (Haciendole pasar)

Miguel: Uff... (Adentrándose en el cuarto de su novia) no te voy a mentir... Realmente estoy preocupado

Mia: ¿Que ha pasado?

Miguel: Si lo hubieras visto Mia... Se te habría encogido el corazón. Tuvo un ataque de ansiedad, después de patear todo lo que vió por su paso. Lloraba, lloraba de verdad sin parar, nosotros no sabíamos como actuar. Hace un rato que se quedó dormido, estaba rendido. (Llevándose una mano a la cabeza)

Mia: (Tapándose la boca) Por Dios... Pobrecito, tendríamos que hacer algo.

Miguel: No Mia, estas cosas pasan, él lo superará, poco a poco ya verás (Abrazándola)

Mia: Esperemos... (Imaginándose la escena que su novio le acababa de contar)

Con Roberta...

Roberta: ¿Que haces aquí?

Javier: Se que ibas a venir tú sola, pero decidí venir a buscarte (sorprendiéndola con una flor)

Roberta: Gracias (Aceptando la flor y sonriendo cordialmente)

Javier: ¿Vamos? (Ofreciéndole su brazo)

Roberta: Vamos, (Agarrándose a él) Adiós chicas, luego nos vemos

Lupita y Luján: ¡Adiós! (Despidiéndose con la mano)

Los minutos pasaban muy lentamente para ella, habían estado hablando de mil cosas . Roberta notaba en cada acción, que Javier quería producirle confianza, pero la incomodidad se lo impedía. Estaban caminando por la playa, con un par de resfrescos.

Javier: Roberta ¿Estás bien de verdad? Parece que no estés muy contenta de estar aquí conmigo

Roberta: ¡No! No digas eso, estoy muy bien aquí Javier

Javier: ¿Si? Me alegro de escuchar eso

Se paró enfrente de ella y le cogió por las mejillas, mirándola a los ojos. Ella quedó en shock, no quería ese beso, para nada.

Javier: Eres espectacular Roberta... (Acercándose a ella)

Roberta no contestaba, cerró los ojos con fuerza, notaba su respiración muy cerca de los labios de ella. Se congeló y... Entonces lo escuchó. Se separó rápidamente.

Roberta: ¿Lo escuchas? (Emocionada)

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