CAPITULO 36

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Luján y Lupita se miraron, ententiendo lo que le pasaba a su amiga
Luján: Rob, tienes que dejar de pensar en él...
Lupita: Si, te hará mal, a ti y al bebé
Roberta: Si... (Levantando la cabeza de nuevo) ¡Si! (Furiosa) ¡Al bebé! (Levantándose con coco en una mano) ¡¡Est*úpido bebé!! (Se pegó un leve golpe en el estomago)
Lupita: ¡¡Roberta!!
Luján: ¡Amiga! ¡No vuelvas a hacer eso!
Las dos fueron hacia ella para intentar calmar el llanto que se acrecentaba
Roberta: ¿¡Porque me tuvo que pasar esto a mi? (Llorando histérica) Yo le queria... ¡Le quiero! ¡Lo amo! (Abrazando a coco) ¡Diego lo es todo para mi...!
Lupita: Tranquila... (Sentándola en la cama)
Roberta: ¡Ya esta! (Se secó las lágrimas aun teniendo restos de haber llorado) ¡Ya esta, decidido! No voy a tenerlo ¡No quiero al bebé! ¡Quiero a Diego! Si no lo tengo, él volverá conmigo
Luján: Roberta, no estas pensando con claridad...
Lupita: Si, ahora estás muy alterada
Roberta: ¡No sabeis nada de lo que es esto! ESTO (señalando su vientre) me hizo perder al amor de mi vida
Luján: Vamos... (Acariciándole el cabello) tú sabes que en realidad no es el amor de tu vida...
Roberta se levantó alterada
Roberta: ¡Lo es! ¡Diego es el amor de mi vida! ¡Aunque tú no lo aceptes!
Luján: Roberta no...
Roberta: ¡No! ¡Basta! (Soltando a coco hacia la cama con fuerza)¡Él es para mi!
En un descuido de sus amigas, Roberta salió corriendo por la puerta, pero ellas le siguieron por detrás, sabian hacia donde se dirigía, aunque Roberta no tenia ni idea de lo que iba a encontrarse allí...
Se paró a unos metros de la cabaña de Diego, en shock, en cuanto pudo distinguir las dos figuras que veía a lo lejos. Diego estaba frente a la puerta junto a Giselle, besándose. Por lo que ella sabia, su primer beso. ¿Que había podido pasar para que aquello sucediera? A Roberta de le cayó el alma a los pies, y sus amigas, apenadas, se encargaron de llevársela de vuelta a la habitación.

Tenía que superarlo, tenía que dejar de pensar en ella y para ello tenia que probarlo con otra persona pero... ¿Giselle? Tan absurdo le parecia aquello que no creía lo que estaba pasando. Ella se alejó poco a poco, su mirada demostraba ilusión.
Giselle: Vaya... (Sonriendo) pensé que esto no iba a pasar jamás
Diego no respondió
Giselle: ¿Que pasa? ¿Estás bien? (Acariciando su mejilla)
Diego caminó un paso hacia atrás, negando con la cabeza, todavia perplejo
Diego: Yo... Lo siento Giselle ¿Podríamos olvidar esto?
Giselle: ¿Perdona? (Poniéndose seria)
Diego: Me equivoqué... No queria...
Giselle: ¿No querias besarme?
Diego: No... (Suspirando) 
Giselle: ¿En serio? (Acercándose enfadada) ¡¿Me puedes explicar porque me haces esto?!
Diego: Lo siento Giselle... (Confundido) Lo siento... (Adentrándose en su habitación)
Giselle: ¡¡Diego!! (Dirigiéndose a la puerta que se acababa de cerrar) ¡¡Diego!! (Aporreando la puerta)
Él no contestó. Se acercó a su cama y se refugió entre sus sabanas, esperando que los gritos y golpes cesaran. Estaba realmente confundido, tanto que le dolía la cabeza. Intentó dormirse, el dia siguiente seria otro dia, un dia especial...

Roberta se despertó. Lo primero que hizo fue acariciar a su pequeño, acordándose de su reacción del dia anterior.
Roberta: Lo siento... (Mirando su vientre) tú no tienes la culpa de nada (Acariciándose) tranquilo, yo voy a cuidar de ti, te lo prometo...
Lupita: Seguro que si (bostezando)
Roberta miró hacia la cama de su amiga, que recién se levantaba
Roberta: Pensaba que dormías
Lupita: Suelo ser madrugadora, ya sabes... (Se levantó y se dirigió hacia ella) ¿Como estás?
Roberta: Mejor... Oye (Agarrando su mano) siento mucho lo de ayer...
Lupita: Tranquila, Luján y yo lo entendemos perfectamente... Yo se que lo de ayer no fue en serio, nuestra verdadera Roberta va a cuidar con su vida a su bebé (sonriéndole) ella es así
Roberta: ( rió) Gracias (lanzándose a sus brazos)
Lupita: Por nada amiga... Ahora hazme el favor, te levantas y te pones bien guapa para desayunar que hoy nos llevan al pueblo de al lado
Roberta: (levantándose) Ay... Yo tengo planes
Lupita: ¿En serio?
Roberta se sacó la entrada de la exposición de Frida Kahlo del bolsillo
Lupita: ¿Sigues queriendo ir?
Ella asintió
Lupita: ¿Sola?
Roberta: No voy sola... (Acariciando su abdomen) ¿Verdad bebé? ¡Iremos juntos!

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