CAPITULO 45

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Diego: ¡¡Por favor!! (Luchando contra Miguel y un profesor para que le soltaran) ¡¡Dejarme entrar!!
Profesor: Cálmate Diego, estan buscándola
Miguel: Si, tú no puedes entrar al campamento ahora, y menos con una muleta
Diego: (Tirando la muleta al suelo) ¡Listo! (Enfadado) Y ahora, ¡Déjame ir a buscarla!
El profesor recogió la muleta de Diego y siguió con sus ruegos para que se calmara junto con Miguel, mientras todo el campamento miraba la escena.

Les habían sacado fuera, justo en la entrada y los bomberos no habían tardado mucho en llegar. El campamento ardía, desde las habitaciones hasta la piscina, el restaurante y las aulas. Los alumnos observaban el espectáculo como si se tratara de unos fuegos artificiales. Habían hecho recuento de personas, y no estaban completos: faltaban dos alumnas, las cuales los bomberos buscaban por cada rincon.
Diego veía como el cartel de la entrada "Music Camp", empezaba a enegredecerse. Sus ojos se cristalizaron y se dirigió hacia Luján, que estaba consolando el llanto de Lupita.
Diego: Tú no me dejaste hablar con ella (respirando muy rápido) era importante
Luján: Diego, teníamos nuestras razones... Lo siento
Diego: ¡Era importante! (Alzando la voz, haciendo que mucha gente se girara a ver)
Luján: No grites... No hace falta que grited, se que estas nervioso pero...
Diego: ¡No tenías el derecho a prohibirme nada! ¡NADA! (Alterándose, su respiración llegò a un límite y con la mano en el pecho, dió unos pasos hacia atrás)
Luján: ¿Diego?
Lupita: (Levantando su cabeza a pesar de las lágrimas) Diego (Sujetándole por un brazo, Luján le ayudaba) Diego, respira tranquilo
Se le empezó a entrecortar la respiración
Diego: R... Ro.... Roberta... (Casi sin voz) Ten...go que... A.... Ayudarla
Lupita: No puedes, tienes que tranquilizarte
Unos pasos llegaron al lugar donde estaba Diego, rodeado de gente que le observaba
Tomás: ¡Diego!
Él levantó la cabeza hacia arriba
Tomás: Roberta (hizo una pausa para respirar) la han encontrado (señalando hacia la entrada del campamento)
Diego se asomó desesperado, y pudo ver la silueta de un hombre que llevaba encima el cuerpo de una persona, en efecto era Roberta. Diego empezó a ponerde nervioso, la quería junto a él.
Lupita: Diego, tienen que revisarla, te la vamos a traer en cuanto esté mejor (Sentándolo en el suelo para que no se fuera)
Diego: ¡No! (Viendo como se alejaba Lupita) ¡No! ¡Ayúdame a levantarme! ¡¡Lupe!!
Intentó unas cuantas veces levantarse en vano, y no había nadie dispuesto a ayudarle.

"¿Donde estoy?", escuchó su voz en su cabeza, preguntándose a sí mismo. Empezó a detectar luz pir los ojos, que los tenía medio abiertos, y su oído volvía a agudizarse
Diego: Estás conmigo princesa
Roberta se cuestionó si la pregunta del principio solo la había pensado o de verdad lo había dicho. Empezaba a conectar con su cuerpo, teniendo de nuevo el control. Movió su cabeza, abrió los ojos y miró hacia arriba, viendo a Diego observándola. Se dió cuenta de que estaba en el suelo, con su cabeza apoyada en las piernas de él. De un momento a otro, su mente volvió a repetir esas horribles imágenes. Se alarmó y se sentó, incoporándose, observó aquella escena: Alumnos y profesores, totalmente destrozados, mirando como el campamento se derrumbaba frente a sus ojos, todavía, los bomberos se encargaban de alguna pequeña hoguera que todavía se resistía.
Roberta: Giselle
Diego puso mala cara y Roberta lo vió
Roberta: ¿Y Giselle? Estaba conmigo
Diego: Y... (Nervioso) ¿Que haciais juntas?
Roberta: ¡¿Donde esta?!
Diego: Roberta (suspirando) Giselle... Giselle ha...

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