CAPITULO 23

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Había llegado el día de las visitas. Roberta estaba nerviosa, incluso se levantó de la cama varias veces, simplemente para caminar por la sala. Había pensado en hacerse la dormida durante todo el día, seguro que no la despertarían; pero siguió dándole vueltas y llegó a la conclusión de aceptar a su mamá. Ella sabía en el fondo, que era la madre ideal, la protectora, la preocupada... A pesar de su extravagante trabajo, dedicándose a sus shows, siempre tenía tiempo para ella y... Para que negarlo, se sentía orgullosa de aquella humilde mujer que la había sacado adelante como madre soltera adolescente. 

Por otra parte Diego quería ir a ver a Roberta antes de que el campamento se llenara de padres; pero no le iba a ser fácil llegar hasta allí.
...: ¡Diego! (Corriendo hacia él)
Diego se giró
...: ¡Diego espera! (Llegando hacia él)
Diego: ¿Que quieres Giselle?
Giselle: Yo... Siento lo que le pasó a Roberta, ¿como está?
Diego: Bien (no queriendo alargar la conversación, intentando marchquse)
Giselle: ¡Espera! (Deteniéndole) ¿Y tú? ¿Como estás? (Fijándose en sus heridas)
Diego: Bien, ¿algo más? (Cruzando los brazos)
Giselle: Si, yo... Eh... (Suspirando) Diego, siento lo que hice... Perdóname
Diego: Si, esta bien, te perdono (pasivo)
Giselle: ¡No! ¡Así no! Perdóname de verdad...
Diego: (Se frotó los ojos, desesperado) Giselle... No se que quieres de mi... Solo dejáme tranquilo
Giselle: No puedo (Cabizbaja)
Diego: ¿Y porque no, eh? 
Giselle: Porque me gustas (mirándole)
Diego no dijo nada
Giselle: Vamos... Yo sé que me entiendes. A ti te gusta Roberta y no te cansas de luchar por ella; a mi me gustas tú y no voy a rendirme...
Diego: ¡Exacto! ¡Ya ves! Ya estoy ocupado, estoy centrado solo en ella, lo siento
Giselle: Ese es el problema Diego, que estás tan cegado que no ves que nunca te va a aceptar. Estás luchando por nada, y yo te doy la oportunidad de comenzar una bonita historia conmigo
A Diego le dolieron esos comentarios, la miró entrecerrando sus ojos
Diego: Adiós Giselle... (Marchándose)
Giselle: ...Pero, ¡Diego! ¡Espera!
Dolido, se dirigía hacia la enfermería, pero unos aplausos tras su espalda le hicieron parar y girarse
...: Preciosa muchachita, Diego (aplaudiendo lentamente)
Diego: ¿Que...? (Sorprendido)

Con Roberta. Estaba mirando por la ventana, como siempre, y esperaba aquella visita que tanto le gustaba, antes de que su madre se presentara. Escuchó unos pasos tras la puerta, miró ilusionada
Alma: ¿Hija? (Abriendo lentamente)
Roberta se congeló, todavía no estaba preparada. No, todavía no, primero tenía que ver a Diego y que le hablara de como pasar aquella situación. Alma asomó la cabeza, y al ver a su hija se lanzó corriendo a abrazarla mientras los primeros sollozos aparecían.
Alma: ¡Mi princesa! (Llorando)
Roberta se dejaba abrazar, pero no estaba muy contenta con ello. Alma tardó en despegarse de ella para mirarle de arriba a abajo. Su aspecto le aterraba
Alma: Mi hijita... Como pudieron hacerte algo así (secándose las lágrimas) ¡Voy a denunciar a este mal*dito campamento! (Enfureciéndose)
Roberta quería gritar a su madre, pedirle que se tranquilizara, pero no sabía porque, no podía ni abrir la boca. Por otra parte...
Diego: ¿Que hacéis aquí?
León: ¿Como que, que hacemos aquí? Hoy es el día de las visitas (apoyandosu mano en el hombro de Diego) pero ahora dime, ¿Quien era aquella preciosidad? (Riendo)
Diego: Nadie... (Bajando la mirada)
León: ¡Ay hijo! Estoy orgulloso de esa actitud que tienes con ellas (sonriendo) así es como lograrás respeto
Diego: (Suspirando) Papá...
Mabel: Ay... León deja tranquilo al niño ya... (En un hilo de voz)
León: (Riendo) Mabel, a él no le molesta tener esta conversación
Diego: Si... (Rascándose el cabello) verás, tengo que ir a un sitio y enseguida vuelvo (retrocediendo)
León: No, no... Nos tienes que enseñar el campamento y tenemos que hablar de que tal van las cosas (acomodándose las gafas de sol) ...Ya sabes (sonriendo pícaramente)
Los guardaespaldas rodearon a la familiapara impedir que Diego de marchara. Aquellos hombres de negro llamaban siempre la atención, y eso incomodaba a Diego
Diego: No papa... En serio, yo...
León: Vamos (llevándoselo)

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