CAPITULO 43

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Cuando abrió la puerta, volvió a sorprenderse
Enfermera: ¿Diego? (Asustada por el portazo) ¿Como vas? (Mirando su pie) ¿Sucede algo?
Diego: (Buscando por la sala) ¿Y Roberta?
Enfermera: Aaaah... Roberta se fue hace un rato...
Diego salió dejando atónita a la enfermera. Cuando llegaba a la cabaña de Roberta vió a Luján y a Lupita hablando en la puerta
Luján: ¿A donde vas? (Bloqueando la puerta)
Diego: A hablar con Roberta
Lupita: No Diego... (Apartándolo) Mejor no
Diego: ¿Que pasa? (Nervioso)
Luján: Mejor vuelve mañana, ¿vale?
Diego: ¡No! (Intentando entrar de nuevo) ¡Dejarme entrar!
Luján: (Sujetándolo con fuerza, con la ayuda de Lupita) Diego, para.
Lupita: Diego, confía en nosotras, vuelve mañana ¿de acuerdo?
Él no tuvo más remedio, resignado se dió la vuelta y desapareció del lugar, furioso.

Las chicas entraron en la habitación, se acercaron a la cama de Roberta.
Lupita: ¿Mejor? (Acariciando su espalda)
Roberta asintió
Roberta: No volveré a confiar en una estúpi*da prueba de embarazo (rió mientras se secaba las últimas lágrimas)
Sus amigas sonrieron al ver que estaba más calmada y qur incluso de tomaba el tema en broma
Roberta: Lo superaré (sonriendo para sus compañeras) ahora que tuve tiempo de pensar... Quizás es mejor así, no podría haberlo sacado adelante...
Lupita: Rob, demostraste ser una mujer, así que no digas esas cosas
Luján: Le hubieras dado una buena vida, nosotros lo sabemos, pero este no era el momento
Lupita: Exacto
Roberta: Si... Teneis razón... (Suspiró) Por un momento me asusté por no poder seguir estudiando... ¡ESTUDIANDO! (Rió)
Luján: Eso es desesperación...
Sus amigas rieron junto a ella.

Roberta pasó el resto del día en su habitación, incluso decidió cenar allí, sus compañeras se encargaron de traerle la cena.
Lupita: ¿Estarás bien?
Luján: Si, ¿Seguro que no prefieres censr con todos?
Roberta: No, no (Poniendo la bandeja de comida sobre sus piernas) No quuero ver a nadie
Lupita: De acuerdo
Luján: Pues cualquier cosa ya sabes donde estamos
Roberta: Si, si (sonriéndoles)
Las chicas se marcharon dejando sola a su amiga. A decir verdad, apenas probó la comida de su bandeja, la dejó a un lado y se estiró en su cama, pensando en como había acabado su historia, en como terminaba aquel verano tan movido. Sin darse cuenta, sus ojos se fueron apagando poco a poci

Estaba decidida, y es que la ira que acumulaba le había ayudado a tirar hacia delante con esa locura, en efecto, estaba a punto de hacer una locura. Lágrimas caían por su rostro, acompañando su actual expresión de rabia y odio. Su paso era acelerado, para acabar con ella cuanto antes,.. Roberta, ¡Maldita sea! En cuanto la vió en la fiesta de bienvenida, subida en aquel escenario, cantando para su querido Diego, al cual no quitaba la vista de encima... Era como ella, como Anna, aquel desparpajo, su carácter, su forma de hablar...
Giselle: Y tuviste que abandonarme... (Llorando enfadada mientras apretaba con fuerza el objeto que tenía en su bolsillo)
Giselle observó antes por la ventana de la cabaña hacia el interior. Genial, Roberta estaba sola; Mucho mejor. Miró como dormía plácidamente en su cama, y es que por un momento le habia parecido ver a su propia hermana. Sacó las cerillas, aquella madera prendería enseguida con el alcohol que habia rociado. Encendió una, y antes de que la llama llegara a sus dedos, vió que Roberta sujetaba algo con fuerza mientras dormía. Tuvo que forzar un poco la vista para poder distinguir una foto de Diego y ella juntos entre sus manos.

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