74- Visitas incómodas

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Pero, para mi desgracia no venía sólo, Dylan venía detrás suyo e inmediatamente mi ceño se frunció.

- Hola mi amor -me dió un beso, yo aún seguía preguntándome que hacía el aquí - espero que haya suficiente para cenar, Dylan estuvo trabajando conmigo y al final lo he invitado, espero que no importe.

- Uhm, no...yo, mo es molestia solo, iré a preparar algo más para la cena.

Evité la mirada de Dylan y fui hacia la cocina, claro que la comida era suficiente, procuraba que sobrara para desayunar al día siguiente, sentí unas manos en mi cintura y mi sangre se heló al no reconocerlas.

- Nunca te vi de ama de casa -rió dejando besos en mi nuca-

Me alejé bruscamente de el.

- ¿Dónde esta Max? -pregunté, no quería tener problemas y mucho menos quería estar sola con este imbécil -

- Fue a cambiarse y a dejar sus cosas, me pidió que me sintiera como en casa -sonríe - y eso planeo hacer.

Volvió a acercarse a mi y yo lo empujé.

- Alejate de mi -lo amenacé apuntandolo- no sabes con quien te metes.

El rió

- No, francamente no lo se, será con Rene o con Julie, no se, ¿cuantos nombres tienes hermosura? - me tensé-

"más de los que crees " pensé

- Eso a ti no te importa -el rió -

- Me importa, porque ahora se que me engañaste desde el principio. -replicó -

- Yo te amaba! Tu lo dejaste todo por la zorra esa y después me golpeaste cuando me enteré. Muy cobarde de tu parte, por cierto. -el miedo se volvía enojo y el enojo en furia- eres un desgraciado, después de todo te vuelves a aparecer por aquí.

- Ese no es asunto tuyo muñeca.

Mi mano voló hacia su mejilla provocando que su cabeza se ladeara por la fuerza que utilicé, se sentía bien devolverle por lo menos algo minúsculo de todo lo que el me hizo mi.

Tomó su mandíbula mirándome, me mantenía firme, no dejaría que me intimidara, nunca mas. Me tomó de los brazos apretándome fuerte.

- ¿Que te dije de ponerme una maldita mano encima zorra? - gruñó entre dientes apretándome mas-

Solté un quejido de dolor.

- Tu no eres nada mio, ¿entiendes? N-A-D-A -remarque las palabras-

- Tu SIEMPRE has sido mía Julie.

- No, yo jamás fui ni seré o he sido tuya JAMAS.

Iba a decir algo pero escuchamos como Max bajaba las escaleras, lo empujé lejos de mi y bajé mis mangas para ocultar posibles marcas de hematomas que haya dejado sus manos en mi piel.

- Hola - Max entró sin camisa y un pantalón adidas, me abrazó por detrás- ¿Que hicieron en mi ausencia? - me besó la mejilla-.

-Oh nada, Dylan me comentaba que habían trabajado duro en la empresa -miré a Dylan esperando alguna respuesta de su parte a lo que este sólo asintió sonriendo pero con un aire algo serio-.

Lo conocía mejor que a nadie, sabía que estaba incómodo y celoso , en este momento por su cabeza pasaba la idea de golpearme hasta dejarme inconsciente y tal vez conseguir lo que no pudo la última vez que lo vi, hace tantos años.

- Bien, nosotros iremos a la sala en lo que terminas la cena -me dió un casto beso y desapareció de la cocina junto con Dylan, suspiré pesadamente y termine de hacer la cena extra para el -.

Mientras mi cuerpo se movía en la cocina mi mente se encontraba enfocada en otro lado, como siempre, pensaba en lo que sucedería ¿Y si las neuronas de Freddy fracasan? ¿Y si nos matan a todos? ¿Si matan a Alonso y me obligan a ser una esclava? No quiero terminar como Romeo y Julieta, no es que no me guste la historia, es hermosa, pero yo quiero vivir mi amor. Ugh basta _______ , todo esto terminará, tu y Alonso se irán lejos y no habrá nadie que nos detenga, el pánico se apoderaba de mis pensamientos, pero yo no podía dejar que eso me dominara, tenía que estar tranquila , Máx podría sospechar algo y todo se iría a la mierda por mi culpa.

Me encargué de la cena y tomé un té para tranquilizarme, se que tal vez me vayan a juzgar de infantil o algo así pero no pude evitar escupir en el plato de Dylan, lo se, es inmaduro pero la gran satisfacción que sentí al hacerlo, fue algo reconfortante, poder regresar una minúscula parte de todo lo que el me hizo no se compara con nada en el mundo, debo confesar también, que no es la primera vez que lo hago, también lo hice los primeros días aqui, aquellos horrorosos días en los que me golpeaban, maltrataban y abusaban de mi cuando querían, no iba a quedarme sin hacer completamente nada y el envenenarle la comida con mi ADN de alguna manera me llenaba de una enfermiza satisfacción.

Sabía que si eliminaba a Máx y a Boss de mi vida podría ser libre, todos estan dispuestos a dejar ir el ANTI y el Bando V. sólo por vernos a Alonso y a mi felices, los chicos también están metidos en esto, se encargan de avisarle a Alonso y a sus amigos sobre los movimientos de Boss o Max, asegurándose que no tengan algún tipo de sorpresa desagradable y se los agradezco demasiado, Máx me tiene más confianza, pero por alguna razón no me deja salir con los chicos al menos que Boss le de órdenes de trabajo, lo cual es injusto ya que apenas he visto a Lado Azul y a todos, encerio los extraño, después de todo son mi familia.

Salgo de la cocina y pongo la mesa y la cena acomodados, después me dirijo hacia la sala donde ambos hombres estan viendo un partido de fútbol Americano, ruedo los ojos antes de que noten mi presencia.

- Amor la cena esta lista -Lo llamé, ambos voltearon a verme, pude notar como un atisbo de nostalgia aparecía en la mirada de Dylan al escucharme pero desaparecía, tal vez, al recordar que esas palabras alguna vez fueron para el y ya no lo son mas-.

Máx me sonrió

- Gracias amor

Ambos se levantaron y se acercaron a mi, Máx me tomó de la cintura mientras nos dirijíamos al comedor. Minutos después cuando Dylan comenzó a comer un atisbo de sonrisa y satisfacción me llenó pero inmediatamente lo disimulé. La cena pasó tranquila y en paz, Máx conversaba sobre negocios y a veces contaba historias sobre sucesos pasados cuando ambos se reunían de adolescentes, Dylan , jamás supo nada acerca de mi niñez o algo parecido, el sólo sabía de mi presente, un presente incierto, y aprovechaba cada oportunidad que tenía para preguntar por algún suceso que me hubiera sucedido, yo me excusaba diciendo que no recordaba gran parte de mi niñez o adolescencia, a pesar de estar insatisfechos con mi respuesta ninguno insistió más. Entonces agradecí cuando Dylan se retiró de la casa después de la cena y ambos fuimos a dormir, esperando lo que acontecería mañana...

Atracción Peligrosa (A.V.) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora